La basura colapsa el sistema de alcantarillado en Milagro

El olor es insoportable, más aún en días soleados. El agua no solo está sucia, sino que además tiene una lama verdosa. Desde la avenida Amazonas hasta la Javier Romero, la calle Ernesto Seminario presenta una imagen insalubre. El agua está estancada y el sistema de drenaje colapsado.

Anita Ruiz, moradora desde hace más de 40 años de la ciudadela 22 de Noviembre, en el norte de Milagro, cuenta que el problema de las aguas estancadas no es nuevo y que, por el contrario, es algo que se repite en cada temporada invernal.

Sin embargo, reconoce que desde hace unos cinco años, con la pavimentación de la calle ya no sufren de inundaciones. El estancamiento de las aguas lluvias mezcladas con las residuales se debe al taponamiento de las alcantarillas. “Es que hay muchas personas que usan esos drenajes como basurero”, afirmó.

Por eso pidió, desde el lunes pasado, la intervención del personal de la Empresa Pública Aguas de Milagro (Epamil) para que hagan una limpieza integral a las alcantarillas, colectores y cámaras del sistema de alcantarillado pluvial, el único con el que cuenta ese sector.

Pero los técnicos no lograron solucionar el problema, pues no solo encontraron basura, sino que además detectaron que algunos moradores han hecho conexiones antitécnicas de tuberías hacia el alcantarillado y todo el material de concreto, lastre y otros residuos dificultan el funcionamiento del sistema.

Hasta ayer no era posible evacuar el agua que permanecía en ambos lados de la calle Ernesto Seminario.

Moradores como Gladys Ruiz sostienen que los olores putrefactos de las aguas les afectan directamente y temen por la salud de sus familias.

Ruiz agrega que otro de los problemas por los cuales colapsan las alcantarillas es la acumulación de polvo y cenizas de la empresa azucarera que está cerca.

No obstante, reclama la construcción de nuevos colectores y cámaras del sistema de alcantarillado pluvial para que esto no ocurra todos los años.

Fernando Rojas, encargado del plan invernal de Epamil, dijo que en ese sector han tenido complicaciones con los trabajos. Por ello solicitaron la intervención de maquinaria pesada para que rompa parte del pavimento y así poder llegar hasta el colector central. “Ahí podremos saber con exactitud qué tipo de material es lo que está obstruyendo las alcantarillas y no permite evacuar el agua ni con el hidrocleaner”, mencionó.

Pero las ciudadelas no son los únicos lugares donde se presentan problemas de este tipo. En la calle 24 de Mayo, entre Rocafuerte y 12 de Febrero, hay alcantarillas que, a pesar de tener tapas de concreto para evitar que se las roben, están llenas de basura y hasta desechos alimenticios.

En ese sentido, Eufemia Alvarado reconoce que el problema ahí es responsabilidad absoluta de los comerciantes, pues para ellos se ha hecho costumbre acumular sacos de basura en las esquinas, sobre las rejillas de los sumideros.

“Mientras no haya una buena educación y cultura sobre el tratamiento de la basura, este problema no va a desaparecer nunca”, puntualizó.