La basura, el escenario común en un tramo de la calle Tungurahua
La ciudadanía exige a las autoridades controles o sanciones. Denuncia que el lugar además emana males olores y se ha convertido en un baño público
En un terreno vacío de las calles Tungurahua y Capitán Nájera prevalece la insalubridad. El lugar se ha convertido en un botadero público de basura en el que hay desde plástico y cartones, hasta material de construcción que en el lugar arrojan.
Cables enredados en postes y la insalubridad en el estero, algunas quejas ciudadanas
Leer másWilmer Tapia, residente del sector, asegura que esta problemática ha sido común desde ya hace un año. Asegura que han emitido sus quejas, que han solicitado al consorcio Urvaseo que monitoree a los infractores y asimismo al Cabildo a que sancione a quien incumple con las normas impuestas por ordenanza.
"Si el terreno tiene dueño, por qué no lo cierra y evita todo este problema del que estamos siendo testigo. Sería lo más prudente. Ni decir lo prudente, sino que lo correcto. Si no tiene dueño, entonces que el Municipio tome alguna decisión para evitar ser testigos de escenarios tan nefastos. En ese sitio además hemos visto a personas consumiendo drogas. ¿Hasta cuándo pasa esto?", cuestiona Tapia, de 62 años.
Sandra Alcívar, quien labora por el sector, asegura que otro problema que surge en el punto es el del mal olor. "A veces hay cosas podridas, todo huele mal. Me parece terrible que incluso para caminar tengamos una serie de problemas y malas experiencias. No basta con la inseguridad, no basta con el temor que te generan los adictos; el mal olor te obliga a salir corriendo. Guayaquil, ni una calle, debería generarte esa sensación", menciona.
Las aguas servidas estancadas irritan a los moradores de Urdesa Central
Leer másEn el sitio, la comunidad alerta también de que hay personas sin hogar que pasan las noches y que, como sucede en otros espacios públicos, han convertido el espacio en un baño público. "A veces los observas haciendo sus necesidades a vista y paciencia de todos. Ojo, que este no es un malestar reciente. Lleva un año, quizás más; pero nadie, ni una sola autoridad municipal ha decidido venir y ponerle fin a todo levantando la cerca o fijándole una multa altísima a quien no controla su área. Yo me pregunto para qué sirven las cámaras colocadas, los megáfonos que alertan de lo que está pasando. Ambos equipos deberían ser utilizados para repeler al infractor. Tanto en este lugar como en otros parques y callejones, en la misma orilla del Salado, donde a diario se ven escenas similares", argumenta.