Los becarios viven un calvario por los montos no asignados
Cientos de alumnos dicen que no tienen recursos para comprar los materiales de estudios. La Senescyt asegura que se está poniendo al día en los pagos
Triste y desesperada. Así se siente Allison Reinoso Zúñiga, de 22 años, quien desde el mes de marzo no recibe los $ 400 del programa nacional de becas Eloy Alfaro, que mensualmente asigna la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) para que pueda cubrir sus necesidades académicas y básicas.
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Leer másElla cursa el cuarto semestre de Educación Básica en la Universidad de Guayaquil y tiene una subvención por discapacidad. Para recibir esa ayuda, cada semestre debe presentar el comprobante de matrícula y las notas que prueban que ha pasado todas sus materias.
“Cumplo con todos los requisitos de manera puntual. Sin embargo, desde hace cinco meses las asignaciones no llegan a mi cuenta bancaria. Estoy desesperada”, menciona con voz entrecortada.
El mismo problema padecen cerca de 700 becarios de la provincia de Guayas, beneficiarios de ese programa; mientras que a nivel nacional suman más de 4.000 los perjudicados que viven este calvario, ante una Senescyt que asegura estar poniéndose al día en los pagos.
Las autoridades se están burlando de los becarios, a quienes nos tienen olvidados, pero eso no mermará que sigamos adelante, pese a las adversidades que se presenten.
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Leer másLos beneficiarios reciben becas de acuerdo con su perfil. Hay quienes la tienen por excelencia, tras lograr los mejores puntajes en el examen de ingreso a la universidad. Ese es el caso de Génesis Espinoza, de 22 años, estudiante de octavo semestre de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil. Ella es becaria desde que inició su primer semestre universitario, pero desde marzo de 2021 no recibe su asignación.
“No es la primera vez que se atrasan en la entrega de los recursos. El año pasado, al inicio de la pandemia, se presentó una situación similar. Luego nos cancelaron unos meses, pero se olvidaron del resto”, asegura la joven, quien señala que ha tenido dificultades para pagar el Internet y servicios básicos y teme perder el semestre por la falta de dinero.
La pandemia también afectó a los becarios, quienes no recibimos los recursos para la compra de materiales, especialmente ahora que estamos recibiendo clases virtuales.
Ella es la representante de los becarios de la provincia de Guayas y el año pasado llevó este problema hasta la Asamblea Nacional, para presionar al Ejecutivo a que dé una respuesta. “Logramos el objetivo, pues a raíz de eso se entregaron las asignaciones que estaban pendientes, pero luego volvieron a estar en mora con nosotros. La historia se repite”, recalca.
La falta de pagos pone a los becarios en una difícil situación. “Tengo compañeros que viven en el sector rural y no pueden estudiar. Eso significa que no podrán cumplir con el contrato y quizás tendrían que devolver todo lo que se les ha dado por concepto de la beca”, dice Espinoza.
Algunos becarios, como Rubén Ullauri, de 37 años, han tenido que pedir prestado dinero a familiares o prestamistas para pagar el Internet, que en la actualidad es una necesidad, ya que todos estudian de manera virtual, porque las universidades públicas aún no retornan a la presencialidad.
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Leer másUllauri, quien cursa una Licenciatura de Pedagogía en Historia, en la Universidad de Guayaquil, dice que ya nadie le quiere dar dinero porque ven que no tiene solvencia. Señala que los recursos que le otorgaba la Senescyt los usaba para pagar el Internet y los materiales didácticos de su carrera.
Voceros de esa institución informaron a EXPRESO que a partir de la asignación anual de presupuesto por parte del Ministerio de Finanzas (a mediados de marzo pasado) se ha logrado cumplir con el 71 % de los pagos solicitados para el primer semestre.
En cuanto al porcentaje restante, indicaron que están atendiendo los pedidos para ir pagando a todos los becarios que ingresan periódicamente su reporte académico y solicitud de desembolso de manera virtual, a través de la plataforma Pusak.
Destacaron que a inicios de año se estimó, para todo el 2021, un total de 27,8 millones de dólares dirigidos al pago de 6.213 beneficiarios de los diferentes programas de becas nacionales de tercer nivel, que al momento se están ejecutando.
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Leer másCon corte al 15 de julio se ha ejecutado un total de $ 12,3 millones en pagos para 4.421 becarios. Y se estima que hasta agosto será procesada la totalidad de los desembolsos pendientes para el primer semestre de 2021.
No obstante, la representante de los becarios desmiente dicha aseveración. “Todavía no hemos recibido el dinero que nos adeudan, a pesar de haber cumplido con los trámites y documentación que nos exige el programa”, sostiene Espinoza, quien presenta varias hojas impresas de una docena de compañeros que dejan ver que ellos están en lo correcto.
UN TRÁMITE QUE SE VOLVIÓ ENGORROSO
La beca Eloy Alfaro está dirigida a estudiantes de grupos prioritarios, excluidos o discriminados, a fin de garantizar su acceso, permanencia, movilidad territorial y egreso del sistema de educación. Para que un becario reciba un desembolso debe hacer el pedido de pago a través de una cuenta a la que se accede vía Internet con una clave y un usuario asignados. Allí debe subir los documentos que confirmen la matriculación y sus notas, por ejemplo. La Senescyt revisa que esté completa y si hace observaciones las devuelve al becario para que las resuelva. Si está todo en regla valida el proceso para que el Ministerio de Economía acredite los recursos y los transfiere al becario.
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Leer másLos becarios aseguran que la crisis se acentuó desde mayo de 2020 cuando el expresidente Lenín Moreno eliminó el Instituto de Fomento al Talento Humano (IFTH), creado en el 2015 en reemplazo del Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas (IECE).
Las competencias, atribuciones, funciones, programas, proyectos, representaciones y delegaciones que le correspondían al IFTH fueron asumidos por la Senescyt. Esta transición duró 60 días, en los cuales se cambiaron a los analistas de las becas de cada becario. Desde entonces las asignaciones no han sido puntuales ni para los becarios nacionales ni extranjeros.