Bienestar Animal, una herencia de anomalías y desperfectos
La nueva dirección denuncia que hubo medicinas caducadas, personal no capacitado y malas prácticas. Agrega que arrastran una deuda de $ 900 mil
Personal no capacitado, medicinas caducadas, animales en mal estado, y ningún registro de las mascotas que llegan al Centro de Bienestar Animal, ubicado en la avenida Francisco de Orellana, en Guayaquil; son algunas de las irregularidades detectadas en esta dirección por parte de la administración municipal actual. Que los problemas son heredados, todos, alegan.
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Leer másA esto se suma la polémica desatada por los cachorros muertos a consecuencia de la falta de cuidado y monitoreo; y las recientes acusaciones que, la noche del 3 de septiembre, hizo a través de sus redes sociales la exalcaldesa, Cynthia Viteri, sobre las supuestas fundas rojas en la que apilan, dijo, los cadáveres de los animales en el centro.
Este, un punto que abordó el 4 de septiembre la directora de Bienestar Animal, Eliana Molineros, quien realizó una rueda de prensa para desmentir las palabras de Viteri; que además apuntaron a que los animales rescatados permanecen encerrados en jaulas y cubiertos de sus heces y heridas.
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Molineros desmintió que ese sea el caso y aseguró que esas fotos que se viralizaron no corresponden a la forma en cómo se está administrando hoy el lugar, pero sí a cómo se lo llevaba antes. Además denunció otras irregularidades encontradas en estos primeros 100 días de gestión, entre las que citó, medicinas caducadas y compra de suplementos en grandes cantidades, pese a que por la demanda de visitas, este gasto no era requerido.
La directora detalló que los antibióticos, vacunas y sedantes que se encontraban dentro de las bodegas municipales estaban expiradas o a punto de caducar.
“Solo por citar un caso, tenemos 250.000 tabletas (antibióticos) y todas están por caducar o ya caducadas”, aseveró Molineros; quien asimismo denunció, como lo hizo el alcalde Aquiles Álvarez, días atrás, durante la presentación del tercer informe en el que detalló cómo recibió el Municipio, la poca experiencia y capacitación con la que contaba al menos el 15 % del personal a cargo del programa. En especial los veterinarios que recibieron tras la transición de la administración y que ya no son parte del centro, desveló.
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Leer másA decir de la especialista, esta poca capacitación se vio reflejada en el estado en el que se encontró al Centro de Bienestar Animal, con mascotas en mal estado físico y otros ya fallecidos. Y animales sin historial médicos.
Que ni los rescatados ni los que han sido pacientes tienen archivos físicos o digitales de la atención recibida, indicó.
“En la administración pasada se compraron 20.000 chips, pero solo 2.000 fueron colocados”, aseguró.
Ante esta situación, los grupos animalistas, como ya lo hicieron en el pasado cuando nació el Escuadrón Esparta, integrado por canes que se supone iban a estar aptos para cuidar a la ciudadanía, se pronunciaron asegurando que el escenario ahora público ya lo veían venir.
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Yvonne Roca, representa de Rescate Animal (RA), aseguró que la administración pasada no cumplía de forma ideal con los pedidos de información, pese a que intentaban conocer de las iniciativas que lanzaban, a fin de tener acercamientos.
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Leer más“No nos sentíamos escuchados, y siempre prometían y nunca cumplían”, cuestionó; al relatar que fueron además varias las quejas que recibió por parte de los ciudadanos que acudían a RA en busca de la atención que “aseguraban no les ofrecía Bienestar Animal”.
Esta postura la comparten también María José Molineros, representante de Proyecto Sacha; Andrea Fiallos, presidenta de Fundación La iguana; y las rescatistas Lourdes Saldana y Ramón Llerena, guayaquileños.
“Nunca hubo metodología, planificación, algún plan que muestre intereses de qué se pensaba a mediano y largo plazo. Jamás vimos resultados, solo un colapso ambiental. Y todo esto, fue lo que heredó la actual dirección”, pensó Fiallos.
Molineros comenta que sí había respuestas a sus consultas, pero con información muy pobre de parte del Cabildo, en cuanto a proyectos y solicitudes de datos sobre la fauna urbana y silvestre.
Las dirigentes de estas fundaciones esperan con ansias un porvenir positivo para realmente ayudar a los animales.
“Recibí varias quejas en torno a la forma en cómo los atendían, hubo personas que rescataron perros y gatos y que al llegar al centro no sentían esa confianza de que todo iba a estar bien, y por eso venía a canalizarlo conmigo. Yo no sé hasta qué punto todo lo que diga cada una de las partes sea real. Pero me mantengo en que si hubo errores, más allá de donde se originaron, toca corregirlos. Todos pueden ayudar a los animales desde su trinchera. En lugar de malgastar tiempo haciendo una denuncia tras otra, actúen y como puedan. Al centro eso sí habrá que levantarlo y mejorarlo, si lo que se busca es dar un rescate real”, aseguró Saldana.
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