MANGLE INVASOR (14024366)
El mangle, avistado por Natalia Molina, tiene características exóticas. Es el primer registro en continente americano.FRANCISCO FLORES

Un mangle que solo crece en Asia se registró en isla Santay: ¿Cómo llegó hasta acá?

Heritiera fomes es una especie amenazada en Bangladesh, pero ha invadido el ecosistema local, considerándose un 'milagro'

Natalia Molina, reconocida bióloga guayaquileña, se encontraba en la isla Santay realizando la recolección de muestras para un proyecto de la Universidad Espíritu Santo (UEES), que registra todas las especies de mangle del perfil costero del país.

Orquídea de Guayaquil

Al rescate de la orquídea guayaquileña

Leer más

¿Cómo se dieron cuenta de la especie?

Durante un recorrido en lancha, alcanzó a divisar de reojo, y por casualidad, un florecimiento inusual. “Parecía un mangle negro, pero no es normal que uno así esté en la orilla, por eso detuvimos la marcha. Ver sus pequeñas flores, naranjas y abundantes, fue hermoso, porque eso me permitió distinguir que era una especie diferente”, relata Molina.

Ella, junto a Roberto Román, del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), y el biólogo Álvaro Torres, guardaparque en la isla, aprovecharon que tenían todo lo necesario para recolectar una muestra, y el equipo procedió a trabajar en laboratorio.

Tras un exhaustivo análisis microscópico, con enciclopedias y guías abiertas, identificaron que este mangle era el Heritiera fomes, que incluso comparte familia botánica con el cacao y el ceibo.

  • MANGLE INVASOR (14023706)
    Sus raíces son macizas y con detalles naranjas, haciéndolas únicas en el ecosistema americano.FRANCISCO FLORES
  • MANGLE INVASOR
    Sus hojas se asemejan a otros tipos de mangles negros.FRANCISCO FLORES
  • MANGLE INVASOR (14023693)
    Su madera es resistente, por lo que es explotada en su ecosistema natural (Asia).FRANCISCO FLORES
  • MANGLE INVASOR (14024387)
    Sus flores son blancas con detalles rojos adentro de sus pétalos.FRANCISCO FLORES

''Es imposible que sea ese mangle, sólo crece en Asia''

La cuestión es que este mangle no es endémico de Guayaquil. Es más, no hay avistamientos orgánicos de esta especie en todo el continente americano. Surgió la hipótesis de que se trataba del mangle asiático; entonces, podría definirse también como un caso de invasión de especies, una discreta problemática que altera la cadena biológica de un ecosistema. 

Los expertos botánicos del Inabio le dijeron a Molina: “Natalia, no podemos registrar esa especie como tal. Es imposible; solamente crece en India y Bangladesh (Asia)”. Eso también lo confirmaron los textos de consulta de la bióloga. Sin embargo, su ímpetu científico la hizo insistir.

Mangle
Natalia Molina y Álvaro Torres aprecian aspectos de la especie.FRANCISCO FLORES
Natalia Molina

Condecoran en Concejo a la bióloga Natalia Molina por su trayectoria ambiental

Leer más

Colaboración internacional en este 'milagro biológico' 

“La única forma de verificar el descubrimiento era enviarlo a especialistas internacionales. Logré contactarme con Laurence Dorr, botánico del Smithsonian Institution de Washington, Estados Unidos, quien se emocionó por lo que le conté y accedió a recibir las muestras allá y sumarse al estudio”, indica la bióloga guayaquileña.

Tiempo después la confirmación llegó: el Heritiera fomes se consolida como el primer registro de un mangle asiático en Ecuador y las Américas. Dato avalado por el mismo Smithsonian Institution. Un requisito importante para la divulgación científica de este hito. 

La semilla es del tamaño de una pelota de ping-pong. Las flores son diminutas, blancas por fuera y con tonos rojos en su interior. Sus raíces tienen detalles color naranja, algo nunca antes visto en esta región.

¿Cómo viajó más de 17.000 kilómetros desde Asia hasta la isla Santay?

Más curioso que el descubrimiento en sí es preguntarse: ¿cómo llegó hasta la isla Santay un mangle desde Bangladesh, a más de 17.000 km de distancia? No hay una respuesta clara, pero buscando pistas, Molina halló en una tesis académica que el comercio entre esa región asiática y Ecuador empezó hace 25 años, cifra que coincide con la edad aproximada del mangle que ‘invade’ en la isla Santay.

“Como son semillas que pueden viajar por agua y adherirse a ciertas plantas, es probable que embarcaciones las hayan arrastrado hacia acá. Un mangle crece un metro en promedio al año, lo que cuadra con esa hipótesis”, teoriza la bióloga, acotando que las condiciones climáticas similares de Santay y la región asiática también favorecieron este ‘milagro biológico’.

MANGLE INVASOR (14024373)
Su fruto es del tamaño de una pelota de ping-pong y es seco. Adentro alberga sus semillas.FRANCISCO FLORES
MANGLAR

Manglares: otro símbolo de la identidad guayaquileña

Leer más

Un problema: la invasión de especies

Aun así, la especie se ha propagado únicamente en la parte norte de Santay, lo que abre más interrogantes acerca de las condiciones de salinidad de esa zona, a diferencia de las demás.

Pero este caso también levanta preocupación. “Todavía debemos determinar las propiedades invasivas del mangle y el impacto que tendrá en el ecosistema”, dice el coautor del proyecto, Álvaro Torres. El equipo coincide en que se deben efectuar más estudios para determinar todo lo que conlleva el arribo de esta especie al ecosistema local. Incluso lo atribuyen al cambio climático.

“La investigación progresará para colaborar con el Ministerio del Ambiente y desarrollar lineamientos que puedan tratar y controlar las especies invasoras, además de buscar si el Heritiera fomes puede estar en otros puntos de la provincia”, concluyen.

Para más noticias de sostenibilidad, ¡SUSCRIBETE A EXPRESO!