La Boyacá, ¿vía patrimonial inaccesible?
Un estudio académico evaluó la accesibilidad y características de diseño de la calle. Rampas deslizantes y desniveles, entre las trabas que complican a peatones
Es una de las vías más representativas de Guayaquil. Tiene casi 2 kilómetros de extensión y en ella se levantan edificios emblemáticos y comercios de todo tipo. Es la calle Boyacá, ubicada en el centro histórico de la ciudad. Una arteria que ha sido intervenida varias veces por el Cabildo y que hoy ha sido la razón de estudio de dos investigadores guayaquileños.
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Leer más¿Pero tiene la Boyacá las características de accesibilidad para personas con discapacidad, favoreciendo la competitividad de Guayaquil como destino de turismo urbano cultural? Fue la premisa que se plantearon César Santana, docente de la Facultad de Estudios Globales y Hospitalidad de la Universidad Ecotec, y Dennis Maroto, magíster en Planificación y Gestión de Proyectos Agroturísticos, para desarrollar un artículo investigativo, al que tuvo acceso EXPRESO; y refleja los fallos en la accesibilidad en el tramo que va desde la José Vélez hasta la Diez de Agosto.
- El escrito. El artículo nace del proyecto denominado ‘Valoración del patrimonio arquitectónico del centro de Guayaquil en el Turismo Cultural’, desarrollado por la Universidad Ecotec.
Rampas deslizantes en algunas esquinas, desniveles en los accesos a los pasos peatonales y techado bajo los kioskos, que puede dificultar el andar de una persona de alta estatura, son apenas algunos de los resultados del análisis, elaborado durante más de cuatro meses. Este Diario realizó un recorrido a lo largo de la arteria junto con los especialistas y concordaron con que uno de los mayores riesgos para las personas es cuando suben y bajan las aceras, sobre todo en el sentido norte-sur.
Esta última escena puede pasar desapercibida, pero basta con plantarse en un tramo de la vía por unos minutos para evidenciar los problemas que se enfrentan los ciudadanos, y no se diga quienes tienen alguna discapacidad. “Han puesto tanto asfalto que se ve ya una costra. Está la rampa que termina en el asfalto y se forma una “loma” que los peatones deben sortear. ¿Cómo hace una persona con silla de ruedas”, cuestiona Santana.
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Leer másAl referirse a las inclinaciones de las esquinas, donde más de un peatón ha tambaleado, el académico argumenta que, probablemente, el material de construcción utilizado en las veredas, porcelanato, no es antideslizante y esto hace que el riesgo aparezca tanto para vecinos, turistas o los que deambularan por el área en el que se encuentran sitios recreativos como iglesias, parques y decenas de locales comerciales.
Santana recalca que la importancia del análisis radicó en que la vía es una de las más antiguas y hoy es dinámica y comercial, pero no se le ha dado la debida atención. Y después de revisar documentación bibliográfica sobre la accesibilidad, se dirigió a la calle para hacer el trabajo de observación.
“Empezamos a hacer las comparaciones, anotábamos y regresábamos a casa. Nos quedábamos por varias horas, pese a que en 2020 no había mucha gente en la calle, pero sí notamos estas trabas”, recuerda.
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Leer másSobre la problemática de las rampas, precisa que se empeora cuando llueve o se realizan las tareas de limpieza. De eso da cuenta María Encalada, residente del centro, quien en más de una ocasión ha tenido que dar pasos temerosos para no resbalarse. “Es contraproducente ver esto en el casco céntrico porque son los puntos que conectan al paso cebra. Más afecta a personas que tienen dificultad al caminar o a alguien de la tercera edad”, se lamenta.
Me gustaría que esta calle, que se conecta con muchísimos espacios bonitos y turísticos de la ciudad, sea más amigable. Salir con nuestros padres, adultos mayores, es complejo. Y es que si no son las trabas, son las faltas de rampas o el mal diseño de estas. Sería interesante que se regenere el espacio.
Entre las soluciones que se citan en el documento, publicado en la revista Res Non Verba, de la Universidad Ecotec, figura la colocación de material podotáctil (ausentes en la mayoría de rampas), en las bajadas mencionadas. De esta manera no solo alertará a una persona con discapacidad física, sino que visual.
“Las autoridades se han “preocupado” por construir estas bajadas, pero qué pasa con las personas con discapacidad visual, auditiva o mental. Esa parte amigable de la ciudad falta. Sí, hay cosas que se han mejorado, pero hay que darle la vuelta y ser justo”, afirma Santana, quien hace énfasis que en otros tramos de la arteria sí hay aspectos positivos que resaltar como, por ejemplo, el caso de las rampas con barandas o pasamanos, que favorecen a las personas de avanzada edad.
El patrimonio también es ver como las personas caminan y se relacionan con ese patrimonio, y va de la mano con accesibilidad.
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Leer másPero este escenario no solo aparece en este punto de la urbe. Así lo sostiene el planificador urbano Luis Alfonso Saltos, quien ha notado que lo mismo ocurre en otros sectores de la ciudad, y que obedece a una falencia no solo del diseño, sino en la fiscalización de la obra ejecutada por el Cabildo.
“Insisto. Guayaquil es una ciudad de proyectos, pero sin planes. Las rampas tienen que adaptarse a las aceras, al igual que se debe analizar el entorno enmarcado en un plan que esté enfocado en la accesibilidad”, puntualiza Saltos, al argumentar que todas las aceras y esquinas son distintas por lo que no es viable plantear un diseño modelo “a la fuerza”.
Mientras que para Maroto, coautora del estudio, la puesta en marcha de la investigación sirvió además para entender al turismo como un ocio inclusivo en el que se involucran a todas las personas. Pero tras identificar estas barreras, sentencia que estas incluso afectan a las familias con niños que pasean por el céntrico punto.
Ella reflexiona que luego de evidenciar estas falencias, la autoridad debe darle prioridad a una mejoría donde no solo se verían beneficiados los guayaquileños. “Si se construye una ciudad para los conciudadanos, el turista lo disfrutará de la misma manera. ¿Qué nivel de seguridad se está dando? Hay que hacer las mejoras necesarias y catapultar a Guayaquil como una ciudad segura, inclusiva y de movimiento turístico nacional e internacional”.
Todos los departamentos del Municipio deben intervenir. También hay que considerar el tema del arbolado, que se chocan con los semáforos.
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Leer másDespués de las observaciones, los expertos concluyeron que la Boyacá no presenta suficientes elementos de accesibilidad para considerarla como un espacio adecuado para el tránsito de personas con discapacidad.
Ellos esperan que estas anotaciones las tenga en cuenta el Municipio para los próximos proyectos que se ejecuten en la ciudad, y lograr así una accesibilidad adecuada y equilibrada para los diferentes tipos de discapacidades.