El buen sabor, está en la calle Panamá

Esta vía que está ubicada en el centro de Guayaquil ofrece desde panes hasta platos gourmet. La personalidad del ecuatoriano es ser anfitrión por naturaleza. Nos gusta compartir nuestra cultura y tradiciones, y disfrutamos comer. Eso hace de Ecuador uno de los mejores destinos turísticos del mundo.

Es por esto que American Express y Banco Guayaquil se suman a estas experiencias de sabores, tradiciones e inspiradoras historias a través del programa Shop Small, que busca dar nuevas oportunidades a los dueños de pequeños negocios para impulsar sus ventas mediante beneficios y promociones para los clientes American Express.

En esta nota conocerás seis emprendimientos que se recargaron de energía para sacar adelante su negocio. Como todo en la vida, hay momentos difíciles y a veces necesitamos leer historias inspiradoras para motivarnos y que nos den una dosis de aliento.

Postres de Diana Carrión

Diana nació con talento. Desde temprana edad mostró sus dotes para los postres. Recuerda que en su niñez nunca faltó un dulce a la hora del almuerzo o la cena.

Postres Diana Carrión es una empresa familiar que se dedica a la creación y producción de postres y dulces para clientes particulares, eventos y establecimientos. Empezó hace 13 años de manera formal, pero la dulcería es algo que siempre ha sido parte de la vida de la chef pastelera. “En mi adolescencia hacía negritos y dulces para mis amigos y familia”, dice la fundadora. El emprendimiento nació en su residencia. La marca se caracteriza por usar ingredientes de calidad y brindar una atención personalizada.

Según Diana, la clave de su éxito “ha sido el no sacrificar la calidad por el precio jamás. Y definitivamente, la constancia, el seguir aprendiendo y el continuar a pesar de las dificultades que todo negocio tiene. El aprender a delegar y confiar en tu equipo es básico para poder crecer”.

El local tiene un concepto de pick up, no con un esquema de cafetería, con el fin de que sus consumidores del centro y sur tengan acceso a sus productos en un punto más cercano.

Le encanta la campaña de Shop Small by American Express de Banco Guayaquil, porque da visibilidad a muchos negocios locales.

Cotidiano, Pamela Unda

La joven, de 31 años, es la mayor de cinco hermanos y la única que se dedicó a la cocina como su mamá, Pamela Abad. Ella nos contó sobre su emprendimiento.

Una alimentación saludable es uno de los hábitos más importantes para tener una buena salud, no solo a nivel físico sino también mental. Por este motivo, Pamela Unda creó su proyecto gastronómico, Cotidiano. La joven insiste en que es importante adoptar buenas costumbres, tanto de nutrición como de ejercicio físico, pues contribuyen a mejorar la calidad de vida. Ofrecen bols y ensaladas. El nombre se debe a que comer es algo cotidiano. Su fuerte es brindar opciones saludables y unos cuantos ‘pecaditos’. “También tenemos el bol guayaco, que tiene arroz, menestra, lomo fino y patacones”, dice su propietaria.

Asegura que sus clientes son chistosos. “Van a comer ensalada y terminan con su bol de arroz con menestra”, cuenta la joven emprendedora.

Está agradecida con la campaña de Shop Small by American Express de Banco Guayaquil, porque la ha ayudado a que más personas conozcan su negocio.

La veredita, Denisse Gálvez

Denisse es mamá de cuatro niñas, y por sus múltiples funciones decidió emprender y crear fuentes de trabajo. Además, se dedica al mundo de la moda.

Denisse busca el éxito empresarial. Su visión es crear fuentes de trabajo. Ahora tiene una nueva meta: darle un toque culinario diferente a la urbe porteña. Por eso creó La Veredita. Se trata de una cafetería al aire libre, tal como se ve en las calles de Europa. La oferta es extensa. Allí puede encontrar desde un bolón al estilo criollo hasta un plato de la cocina internacional, entre estos tacu de Perú y espagueti frutti di mare de Italia. En sí, el establecimiento tiene un concepto gourmet fusión enfocado principalmente en los mariscos, que son sabrosos y afrodisíacos. Una de las combinaciones gastronómicas que tienen más salida es aquella en la que se mezclan las pastas con el pescado o el marisco.

La fundadora comparte con sus clientes la clave de su éxito: estar pendiente de cada plato, porque de esta manera recibirá una sonrisa de sus comensales, quienes han hecho del lugar su segunda casa.

Ella está contenta con el respaldo que recibe de parte de Shop Small by American Express de Banco Guayaquil, porque de esta manera contribuye a la reactivación económica del país.

El mono goloso, Arianna Gualpa y Alexis briones

La historia de estos chefs pasteleros es interesante. Primero fueron colaboradores de la marca y luego se convirtieron en dueños, cuando les compraron todos los derechos a los fundadores.

Muchos conocen esta historia. El Mono Goloso fue fundado por Lolita Bruyat y Mathieu Champagne en 2014. Ella era de Francia y él de Canadá, y juntos hicieron una fusión de sabores. Luego, el negocio pasó a manos de Arianna Gualpa y Alexis Briones. Las recetas de los panes, tartaletas, croissants, cakes, galletas y más son las auténticas. ¿Y el sabor? El mismo desde el día uno. Combinan la variedad de productos con chocolate y frutas, característica de las cafeterías en París.

Arianna explica que cada cliente es especial, lo tratan como amigo e incluso ya conoce el gusto de algunos de ellos. “Conocemos desde su café favorito hasta qué pan lleva a casa para compartir en familia o con amigos”. Sobre la campaña de Shop Small by American Express de Banco Guayaquil, asegura que promueve la compra local y esto ayuda a muchas familias ecuatorianas.

La Central, María Fernanda Cepeda

Este negocio nació como una sociedad entre las hermanas Gabriela y María Fernanda Cepeda. La que se encarga de la cocina es Gaby, como la llaman sus allegados, mientras que Mafer maneja la parte administrativa.

La Central tiene cuatro años y seis meses en el mercado gastronómico. Surgió con el fin de atender a los ejecutivos del centro. Gabriela, de 33 años de edad, la mayor de las dos, es chef de profesión y se encarga de la cocina. Empezaron con un capital muy pequeño que con sus propias ganancias y reinversión se ha venido expandiendo. Al inicio vendían piqueos en una vitrina y ahora ofrecen menú del día, ensaladas, sánduches, platos a la carta y creaciones propias, que son sus bocados estelares, como el soufflé de yuca, crema de queso y miel de rosas. Trabajan con recetas tradicionales, pero les ponen su toque. Sus clientes las prefieren por trabajar con productos de calidad. Sobre la campaña de Shop Small by American Express de Banco Guayaquil, están agradecidas con esta exposición y esperan seguir de largo.

Colibrí, Pamela Abad

Tiene cinco hijos, pero la pasión por la cocina la comparte con su hija mayor, quien también lleva su nombre.

Es una cafetería bistro. Ofrecen desde desayunos, almuerzos y platos a la carta. La idea de este negocio fue de su hija Pamela, a quien le gusta hacer dulces. “Ella trabajó en una cafetería en Miami y nos acoplamos a ciertos detalles”, dice la empresaria gastronómica.

A primera vista el ambiente es acogedor. La propietaria se saluda con cada uno de sus clientes como si fuesen grandes amigos. “Es que a veces llegan solos y nos ponemos a conversar. Hemos recibido a personas que han tenido un mal día y se desahogan con nosotros”, agrega Pamela.

La clave de su éxito es que ambas, madre e hija, cocinan para sus comensales.

De la campaña de Shop Small by American Express de Banco Guayaquil, dice que le gusta mucho la iniciativa de que invite a consumir lo local.