Guayaquil: Bustos y monumentos convertidos en dormitorios
Las estatuas no reciben mantenimiento de las autoridades locales. La ciudadanía exige que se rescate la historia
Olvidados y descuidados. Así están algunos bustos y monumentos con los que se recuerdan a héroes y hombres ilustres, que lucharon y aportaron por el progreso de la ciudad.
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Leer másUn claro ejemplo es lo que acontece con la figura del diplomático y catedrático guayaquileño Antonio Parra Velasco, ubicada en la avenida del mismo nombre, que se conecta con la Enrique Grau Ruiz para integrar a varias ciudadelas del norte, entre ellas Sauces y Guayacanes.
La parte superior de la estatua presenta un color verdoso, mientras que la base de hormigón armado luce descuidada por falta de mantenimiento.
Quienes transitan por el redondel, donde está levantada la imagen, deben acelerar el paso por los malos olores que de allí se desprenden, debido a que el sitio ha sido convertido en botadero de basura.
“Allí llegan personas a depositar desperdicios y hasta animales muertos. No hay respeto por la historia”, denuncia Carlos Cisneros, quien habita en Sauces 9.
Él asegura que esa es una de las razones por las que muchas personas evitan pasar por este sitio para conocer un poco más de la historia de este diplomático, la misma que está escrita en una lápida colocada al pie del monumento que el Municipio levantó en 2019.
Sin embargo, a todas horas tiene como visitante a indigentes que han hecho del sitio un dormitorio al aire libre.
“Este monumento tiene apenas tres años de haber sido inaugurado y está muy descuidado”, reprocha Mercedes Moreno, quien recomienda a las autoridades del Cabildo sembrar plantas en las partes grises del redondel, para que el sitio tome color y se vuelva atractivo.
El desgaste de la historia
Leer másA pocos metros de la misma avenida, obreros de Áreas Verdes se encargan del cuidado de las plantas y de la limpieza del sitio, pero nadie se preocupa del estado del monumento al Reservista Ecuatoriano con el que las Fuerzas Armadas rinden homenaje al soldado de las reservas por su participación en la defensa de la soberanía nacional en el Cenepa.
En la cúspide del monumento, una mano sostiene una bandera del Ecuador sucia; en tanto que la base de cemento sirve de respaldo para el descanso placentero de personas de dudosa procedencia.
“Nosotros realizamos limpieza permanente en el lugar. También nos encargamos de desalojar a los indigentes, pero ellos regresan una vez que nos retiramos”, indica uno de los obreros.
Estudiantes y profesores de la Academia Naval Guayaquil, que transitan por el lugar, dicen que deben hacerlo con mucho cuidado. “No sabemos en qué momento podremos ser víctimas de esas personas desconocidas que han invadido el sitio”, manifiesta Alexandra Benites, madre de familia de un estudiante de ese plantel.
En otro sitio del norte de la ciudad, en la avenida Isidro Ayora, también permanece olvidada la figura de Jaime Roldós, escultura del expresidente de la República.
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Leer másEn el sur, en la ciudadela 9 de Octubre, en la esquina de las calles Pedro José Boloña y Louis Braille (la Sexta), hay un parterre triangular donde en medio de la maleza y desechos plásticos como tarrinas, se levanta el busto de Juan María Martínez Coello, quien fue el presidente fundador de la Benemérita Sociedad Filantrópica del Guayas, institución que ha graduado a miles de artesanos de la ciudad.
La base, que era blanca, luce sucia y con restos de lo que fue un garabato borrado. La placa que identifica el motivo por el que está levantado está destruida e impide leer el mensaje plasmado en ella.
“Hace tiempo eso está botado. Ese monumento merece ser arreglado, que le pongan una cerca y tener alumbrado”, exclama Antonia Merizalde, habitante de la ciudadela.
Finalmente, en la esquina de avenida 9 de Octubre y Machala, el busto del empresario Francisco Urbina Jado se encuentra casi tapado por las ramas de un árbol frondoso del parterre central