De cabañas turísticas a refugios de paso
En Playas, los migrantes y personas en situación de calle usa los locales del balneario como viviendas. La comunidad exige control a las autoridades
No son los turistas los que llenan las cabaña-comedores ubicados sobre la arena en los balnearios del cantón Playas. Actualmente lo hacen las personas en situación de calle y los migrantes extranjeros, en su mayoría de procedencia venezolana y colombiana que, debido a que los sitios aún no han abierto sus puertas y permanecen aún cerrados a causa de la pandemia, los utilizan para dormir en las noches. Allí, como lo constató EXPRESO, se puede ver carpas, colchonetas, cobijas y ropa esparcida en los terrenos.
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Leer másLos ciudadanos que allí habitan, según lo reconocen, aseguran que se han instalado en estos sitios debido a que no tienen trabajo y dinero para pagar una habitación en un hotel o una pequeña vivienda.
"Sabemos que no somos bien vistos, pero no tenemos a donde ir, de día buscamos trabajo y comida y de noche venimos a descansar, trayendo a nuestros hijos y mujeres lo poco que conseguimos. Algunos avanzan hasta el relleno sanitario para hacer reciclaje y vender, pero hay muchos, y se disputan la basura", admite Armando Uribe, el único ciudadano que optó por identificarse.
Wagner Alarcón, presidente de la Asociación de Comedores 2 de Mayo, cuyos integrantes son propietarios de estas cabañas, asegura que son 58 cabañas en las que se refugian alrededor de 80 personas. Sus dueños se han mostrado tolerantes ante la presencia de los invasores por dos razones: porque no están dentro de las cabañas, sino afuera de estas y duermen en la arena y, porque temen que al desalojarlos tomen represalia, les roben y quemen sus locales.
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Leer másRosa Mite, dueña de uno de los establecimientos, señala que la presencia de estas personas da mal aspecto al entorno, ya que los utilizan incluso como baños públicos y tienden la ropa sobre la madera y cañas que son parte de la estructura. Advierte que entre las famillias hay grupos que intentan mantener el orden. Lastimosamente, precisa, hay quienes consumen también alcohol y drogas, lo que convierte al sector en zona insegura.
Emilia Yagual es una de las pocas personas que ya reabrieron sus cabañas, pese a que aún no hay turistas, puesto que no está permitido todavía a que se utilicen las playas. Ella asegura ser testigo del número de personas que usan como refugio los locales, por lo que hace un llamado a que el Municipio de Playas rehabilite los nuevos locales que fueron constuidos en el malecón para que los comerciantes los utilicen y sean destruidas las caballas de la playa. Esa medida, sin embargo, no convence a todos.
Sobre ese punto Phillipo Franco, director municipal de Turismo, informó que no pueden abrir los locales nuevos, pues no han sido entregados por el Consejo Provincial que hizo la obra. El 15 de junio anterior, el Cabildo solicitó ya al Ministerio de Turismo que gestione el pedido. Prevé también solicitar apoyo a las Unidades de Control Migratorio (UCM) para que resuelvan como dar solución al problema.
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Leer másLa Policía, por su parte, asegura que han desalojado una serie de veces a estas personas, sin embargo -admiten- al poco tiempo vuelven. También indicaron que algunas de las personas, algunos menores de edad, que habitan en la caballa han sido detenidas por estar involucrados en robos. Pero por no existir una denuncia, han quedado en libertad de forma inmediata.
Hay muchas cosas que le hacen falta al cant´´on, entre esas, orden. No podemos convertir a nuestras playas en refugios u hoteles de paso. Se ve mal, muy mal. Si quieren ayudar de alguna forma a las personas, el Municipio o el Gobierno deben plantear algunas estrategias, pero ver lo que estamos viendo es inconcebible.