Guayaquil: Los cadáveres del motín ya fueron entregados
Las familias se congregaron en la morgue de la ciudad para retirar los cuerpos
A diferencia de masacres anteriores, la entrega de los cuerpos de los presos asesinados cruelmente en la Penitenciaría del Litoral el pasado 5 de octubre ya se realizó en su totalidad en menos de tres días. El año anterior demoraron meses para hacerlo.
Así lo dio a conocer el equipo de Criminalística de la Policía Judicial, sin dar mayores detalles de lo ocurrido, la infraestructura queda ubicada en los exteriores de la morgue ubicada en la avenida Rodríguez Bonín, sur de Guayaquil.
En ese lugar, los allegados de los internos fallecidos compartían un listado con el nombre de las 13 víctimas mortales y, entre ellos, trataban de proporcionarse información ante el silencio del SNAI sobre lo ocurrido. Quienes no encontraban la identificación de su familiar señalaban que ahora guardaban la esperanza de que esté con vida o que también sea uno de los 18 heridos y que reciba atención en una de las casas de salud pública, señaló Daysi Bolaños, tía de un interno en la Penitenciaría del Litoral.
La mayor cantidad de cuerpos se entregó durante la tarde del viernes, pero justamente el Comité Permanente de Derechos Humanos (CDH) denunció ese mismo día, que los familiares no podían acceder a información sobre sus parientes fallecidos en la masacre carcelaria dada hace cinco días.
Ecuador debe redoblar sus esfuerzos para frenar esta violencia. Los familiares de las víctimas requieren atención urgente.
En los exteriores de la infraestructura, Yajaira, hermana de Royer Ernesto Chiriguaya Lino, otro de los PPL asesinados y quien desde junio de 2021 estaba recluido en el pabellón 9, aseguró que por un video enviado desde la cárcel se enteró de que uno de los reos fallecidos era su ñaño.
En la grabación enviada por WhatsApp le revelaron no solo que Royer había sido asesinado, sino que lo decapitaron y que sus restos fueron tirados en un túnel, junto a los cadáveres de otros reclusos.
“En el video se veía que el cuerpo estaba separado de la cabeza. Lo reconocimos por el tatuaje de una estrella que se había hecho en el pecho, meses antes de ser detenido. Mi hermano ‘cayó’ por tráfico de sustancias, le faltaban dos meses para salir libre”, comentó.
Durante la tarde del 5 de octubre, personal de Derechos Humanos acudió a los exteriores de la prisión, que demoró más de cinco horas en tratar de ser controlada.
En ese momento, la directora de la cartera en la Zona 8, Melissa Cabanilla, señaló que no podían recolectar datos de las personas que esperaban noticias porque causaría conmoción y alteración.
El jueves 6 de octubre, personal del organismo instaló una carpa donde pedían datos a los familiares para llamarlos cuando conozcan la lista de los muertos. No obstante, hasta el cierre de esta edición, la funcionaria no respondió a Diario EXPRESO sobre las ayudas gubernamentales entregadas hasta el momento. Acciones que por lo general van desde charlas hasta la entrega de ataúdes.
