Calle Panamá: Impulsar su reactivación turística debe tomar un nuevo aire
Este polo turístico de Guayaquil necesita actividades en el día y la noche. Hoy, apenas destaca los fines de semana
La calle Panamá atrae. Sus plazoletas y mesas sobre las aceras invitan a quienes caminan por el sitio a detenerse en algún restaurante, pedirse un platillo para degustar y una bebida que aplaque el calor. Sin embargo, uno de los últimos polos turísticos de Guayaquil ve cómo se van alejando sus visitantes.
Sandra Gavilánez envolvía cubiertos con servilletas la mañana del jueves en el interior de un restaurante, cerca de la intersección con la calle Imbabura.
(Te puede interesar: Obras ideadas por jóvenes con trastorno del espectro autista se exhiben en Guayaquil)
Al borde del mediodía comenzaba su jornada y esperaba la presencia de comensales. Ella atiende en el sitio. Pero las últimas semanas no han sido las mejores para el negocio, dijo.
Que la inseguridad y los cortes de luz han mermado la afluencia de visitantes. Y al hablar de inseguridad no se refiere a robos o hechos delictivos en la zona, pues en el sitio hay custodia de guardianía privada constante y del personal perteneciente a la Policía de Turismo.
Fiestas julianas en Guayaquil: descargue aquí la agenda completa de actividades
Leer más“La gente sale con ese sentimiento de que le pueden robar. Yo creo que aquí la calle Panamá es muy segura en el día. Hay que cambiarle ese pensamiento a las personas”, manifestó.
Los apagones registrados en los últimos meses también han alejado a los visitantes, según su visión. “Este factor influyó mucho porque hubo gente que no sabía si estábamos atendiendo, si aquí estaban abiertos los locales, fue un problema”, dijo.
Pero en el sitio ya desde hace tiempo se evidencia un problema: el movimiento nocturno se apaga con el cierre de los restaurantes. A las 20:00, la gran mayoría de locales deja de atender y apenas hay uno que otro abierto, ya levantando las mesas. Incluso en las mañanas o al mediodía, como reconocen quienes viven en el sector, el lugar permanece vacío. “Hay que salvar a la Panamá, no podemos dejar que esta calle, una de las poquísimas turísticas de la ciudad, muera”, alega Doris Castillo, quien habita a pocas cuadras del malecón Simón Bolívar.
“Esta zona la pensaron para que sea más familiar, por eso los fines de semana pasa lleno, no hay dónde estacionar, la gente hace fila para entrar. También tiene que ver con la capacidad de los propietarios para administrar a su personal, en esta situación es arriesgado invertir. Porque si se atiende hasta la noche, significa casi doblar el número de trabajadores y los productos para preparar alimentos. Es arriesgado”, reflexionó Marcos Delgado, quien atiende una cafetería cerca de la plazoleta Luzárraga.
La calle Panamá es un espacio que no debe perder su encanto, comentan los antes citados. Pero no pueden hacerlo solos. El aporte del Municipio de Guayaquil también debe influir en la reactivación turística y una masiva llegada de visitantes.
Conectar esta calle con el Malecón Simón Bolívar, con el barrio Las Peñas, el cerro Santa Ana y la Aerovía es un plan que quedó en papeles durante la administración municipal anterior. Pero en la actual, además de banners en redes sociales incluso utilizando inteligencia artificial en lugar de aprovechar la belleza natural del espacio, no llegan a despuntar otros proyectos.
EXPRESO solicitó al Municipio de Guayaquil una entrevista para abordar los proyectos previstos en la calle Panamá. Aseguraron que este lunes 1 de julio la darían.
Frente a este escenario, dos especialistas en la rama aportan con sugerencias para impulsar este céntrico tramo. El promotor turístico Raúl Suconota señaló que el Cabildo, en unión con propietarios de restaurantes, deben formar una hoja de ruta con proyectos que inviten a la ciudadanía a acudir.
(Lee también: En los hoteles de Ecuador casi 6 de cada 10 habitaciones están desocupadas)
Pero que esos planes no solo sean para fechas específicas como las próximas fiestas julianas, sino y sobre todo, para épocas consideradas bajas. Y para ello también se debe incluir a la Prefectura del Guayas, para la realización de eventos culturales en las plazas a lo largo de la calle Panamá.
“Hay tres o cuatro escenarios que pasan vacíos cuando se debería prestar para que se presenten obras infantiles, música en vivo, que la gente sepa que todos los días está viva la Panamá, que todos los días hay algo que ver y qué hacer. Que está viva de día, entre semana, todo el tiempo”, dijo Suconota.
Otro problema que evidencia, no precisamente en esta zona, es el aspecto de algunas calles céntricas. “¿Cómo va a salir en las noches el turista? Hay calles sucias, con basura, pestilentes, oscuras, llenas de mendigos. No pueden irse ni caminando del hotel. Eso hay que cambiar urgente”, manifestó.
Luis Albán, docente en la carrera de Turismo de la Universidad Católica de Guayaquil, coincidió con Suconota en fomentar la realización de actividades culturales en las plazoletas de la calle Panamá.
Raúl Suconota
“Puedes crear este tipo de eventos, pero en horarios de la semana definidos por el análisis en el comportamiento del tránsito de las personas y horas frías”, manifestó el catedrático.
Otra estrategia sugerida por Albán es el desarrollo de recorridos escolares en la jornada matutina por el sitio. “Tienes atractivos como el Museo del Cacao, tienes restaurantes que han participado en Raíces con productos que rescatan la cultura guayaquileña. Y hay Policía de Turismo, hay guardias privados, es decir, tienes seguridad siempre, que es importante”, sostuvo.
La mañana del jueves, Juan Andrés Duarte terminó de desayunar con dos amigas en una cevichería junto a la calle Imbabura. Dijo que visita con frecuencia el sitio al sentirse seguro. “La Panamá tiene todo para pasar llena todos los días. Falta música, más vida cultural”, dijo. Quizás es el camino a seguir.
Para leer más información de este tipo, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!