Las calles guayaquileñas evocan a sus hijos ilustres
Al iniciar los festejos por los 203 años de independencia porteña hacemos un repaso por la historia que encierra algunas de sus arterias emblemáticas
Guayaquil comienza este domingo 1 de octubre los festejos por sus 203 años de independencia del yugo español. Y es un momento ideal para revisar su historia, aquella que ha forjado en sus calles, de las que haremos un pequeño repaso.
Seguramente hemos transitado por la céntrica Víctor Manuel Rendón para realizar algún trámite en la Fiscalía, participar de una misa en la iglesia La Merced o acudir a un sitio cercano. Pero pocas veces nos preguntamos quién fue el personaje en mención o cuál era el nombre de esa vía en otros siglos.
Médico, diplomático y escritor guayaquileño, Rendón representó al Ecuador como Enviado Especial y Ministro Plenipotenciario en España y Francia desde 1901 hasta inicios de 1914, por citar uno de los cargos que ocupó en el exterior. También publicó unas 40 obras literarias en toda su vida.
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Respecto a la calle, en el siglo XVIII era conocida como del Tigre, debido a que en esa época los habitantes de la zona observaron merodear a un felino. Y en esos años, cada sector era denominado de acuerdo a alguna característica particular, señaló el investigador histórico Javier Castillo.
Pero ese no sería su nombre definitivo, pues pasó a llamarse calle de La Merced por la ubicación de la iglesia. Luego, en el siglo XIX, era conocida como Bolívar. A mediados del centenio pasado tomó el nombre de Víctor Manuel Rendón.
Podemos citar a otras ilustres personalidades como Pedro Carbo, uno de los grandes guayaquileños de todos los tiempos. Fue presidente del Concejo Municipal (alcalde) de la urbe. Durante su gestión donó 100 libros de su propiedad para crear la primera biblioteca de la ciudad.
Asimismo, impulsó la creación de la Universidad de Guayaquil. También fue ministro de Estado, diputado y senador.
Julián Coronel Oyarvide fue un destacado médico porteño. Formó parte de varias instituciones de salud de la ciudad y se desempeñó como rector de la Universidad de Guayaquil en varios períodos. Promovió la edificación de la Casona Universitaria y realizó una donación para construir el Anfiteatro Anatómico que lleva su nombre.
En el siglo XIX, la calle que tiene su denominación era conocida como de la Amargura o de los Lamentos, debido a la ubicación de una parte del cementerio, la cárcel Municipal y el hospital Civil (hoy Luis Vernaza).
Para celebrar alguna gesta deportiva de Barcelona o Emelec, la frase de muchos hinchas en la actualidad es “¡Vamos a la Víctor!”, en referencia a la calle principal de la ciudadela Urdesa, Víctor Emilio Estrada.
Este personaje fue un conocido economista y banquero de la primera mitad del siglo pasado, hijo del expresidente de la República, Emilio Estrada Carmona. Estuvo al frente de La Previsora durante varias décadas.
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Su hijo, Ernesto, fue uno de los fundadores de la Urbanizadora del Salado (Urdesa), que construyó esta ciudadela. Como homenaje a su memoria, la calle principal lleva su nombre.
Regresemos el tiempo hasta 1820. Los próceres José Joaquín de Olmedo, José de Villamil, Gregorio Escobedo, José de Antepara, León de Febres Cordero, Luis Urdaneta, Lorenzo de Garaycoa, Francisco Roca, Rafael Ximena han sido inmortalizados en las calles porteñas.
El científico japonés Hideyo Noguchi llegó a Guayaquil en el año 1918 invitado por la misión Rockefeller para desarrollar estudios sobre la fiebre amarilla.
Incluso, como lo reconocen los historiadores ecuatorianos, fue condecorado por las autoridades nacionales tras realizar sus investigaciones. La vía que lleva su nombre, en el centro-sur de la ciudad porteña, a inicios del siglo XX era denominada como Chanduy.
Este tipo de información, a decir de Carla Reinoso, resulta más que interesante, y por ello sugiere que se difunda. “Que la historia de la ciudad esté en sus calles, que en ellas sepamos más de lo que nos dicen los libros de historia, es fantástico. En estas fiestas se debería aprovechar la ocasión para dar inicio a saber más de lo que nos rodea y valorarlo”, piensa.
Así como las calles mencionadas previamente, otras arterias de la urbe también cambiaron su nombre con el paso de los años.
La calle Eloy Alfaro, en el sureño barrio del Astillero, antes era conocida popularmente como de las Industrias, debido a la presencia de grandes compañías a inicios del siglo pasado. Jabonería Nacional, la Empresa de Luz y Fuerza (hoy CNEL), La Portuguesa, la Fábrica Nacional de Calzado y otras firmas operaron durante varias décadas.
Incluso en la actualidad aún quedan rezagos de la época, con pocas industrias realizando sus labores sobre esta vía.
La calle Panamá era conocida como Real, Pichincha como del Comercio, Chile como de la Caridad, Boyacá como Ancha.
La historia de estas vías era desconocida para ciudadanos como Roberto Calvache, residente de Los Esteros. “Pensaba que Víctor Emilio Estrada fue presidente del Ecuador (...). Es un buen momento para conocer más de Guayaquil”, dijo.
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