Guayaquil: El caos y el hampa marcan 37 cuadras de la 4 de Noviembre
La falta de semáforos en varias intersecciones origina accidentes. Hay quejas por la venta de drogas. Poco patrullaje en los 2,8 km de la zona
Lleva la cartera hacia adelante y la abraza fuerte como a un bebé. Mira hacia atrás a cada rato, para asegurarse de que no la siguen. Sube a su auto y lo enciende rápido; no abre las ventanas hasta salir de la zona.
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Leer másNarcisa León no protagoniza una película de espías, ni se considera enferma de paranoia; ella es la dueña de una de las veintenas de picanterías ubicadas a lo largo de las 37 cuadras de la avenida 4 de Noviembre o Carlos Guevara Moreno, donde el desorden vehicular y comercial, y la inseguridad afectan la tranquilidad de quienes habitan en esta zona sur de la ciudad.
La Policía y el Municipio dicen que ejecutan controles para evitar estos problemas. Pero los vecinos aseguran que son insuficientes.
El negocio de León, que se observa en la intersección con Los Ríos, ha sido asaltado tres veces en lo que va del año. “Los ladrones no solo se han llevado el dinero de la caja, también han asaltado a los comensales. Los robos suceden a todas horas, pero se acentúan pasadas las 19:00”, menciona la dueña de la picantería que ahora trabaja solo hasta las 18:00 para evitar hacerlo en la noche.
“Aquí hemos sido testigos de cómo roban a la gente mientras come. Esto es zona roja y las rondas son escasas. Hasta a los pasajeros les roban mientras esperan el bus.
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Leer másPero no es el único local perjudicado. También han sido víctimas del hampa farmacias, lubricadoras, talleres mecánicos, yeserías, gasolineras, tiendas, carretas de venta de comidas y hasta minimarkets que existen a lo largo de estos 2,8 kilómetros de vías comprendidas entre la Machala y el estero Puerto Lisa.
“Aquí hace falta más patrullaje; de noche todo esto es oscuro y siempre roban. Los ladrones llegan en moto, hacen sus fechorías y se pierden entre los callejones oscuros”, comenta Mario Terán, dueño de una farmacia ubicada a la altura de José Mascote.
Aquí hay mucha basura. La gente saca los desperdicios a cualquier hora. Además, las calles tienen baches y eso origina problemas a peatones y conductores.
Es por eso que Segundo Andrade, dueño de un minimarket, ubicado en la cuadra de García Moreno, sostiene que en la zona hace falta la instalación de luminarias. “En algunos callejones no existen y en otros, es deficiente. Prácticamente la cuadra se alumbra con los quioscos que ofrecen chuzos con choclo, salchipapas y chifles”, agrega.
El nombre 4 de Noviembre se repite en el listado de ‘puntos conflictivos’ de la Policía, específicamente con el cruce con el callejón Espíritu Santo, o las calles Otavalo, Leonidas Plaza, la 13, la 15, entre otras.
El sargento Xavier Flores, quien está al frente de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) móvil, asentada en la calle 24, donde la avenida toma el nombre de Nicolás Augusto González, luego de cruzar el puente llamado 4 de Noviembre, reconoce que antes recibía quejas a diario de ciudadanos a quienes los delincuentes les arranchaban carteras o celulares. “Ahora las denuncias han disminuido por los patrullajes que realizamos”, menciona.
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Leer másPero esto es desmentido por Cirilo Castillo, dueño de una ferretería a pocas cuadras de donde se asienta el móvil. Él señala que hace dos semanas asaltaron a su hija y los rateros corrieron a esconderse debajo del puente. “Los policías los siguieron, pero no pudieron agarrarlos”, narró.
Debajo del puente habitan mendigos, consumidores, vendedores de drogas y rateros, que esperan el descuido de los transeúntes para asaltarlos.
El tránsito de buses de las líneas 45, 76, entre otras, así como de los carros privados, saturan la avenida.
La urgencia de corregir errores en las políticas de seguridad
Leer másLa falta de semáforos y la rapidez con la que van los vehículos influyen en choques, dice Carmen Benítez, quien habita en la calle Tulcán. “Por lo menos dos veces a la semana hay accidentes en esa cuadra. Necesitamos un semáforo. El problema ya lo conoce la ATM (Agencia de Tránsito Municipal), pero no ha dado solución”, anota.
EXPRESO también consultó sobre este problema a la ATM, pero nunca respondieron.
En cambio, Luis Manrique, dueño de una lubricadora, menciona que el problema lo originan las grandes ramas de unos árboles que tapan la visibilidad de dos discos Pare que hay en esa esquina. “Los dueños no quieren cortarlos, a pesar del pedido de los vecinos que ya no desean más accidentes”, agrega.
Antonieta Mendoza, quien habita en la avenida desde hace 30 años, se queja de esta zona que desde la calle décima hasta la 11 es de intenso y desordenado comercio, donde los dueños de los locales se toman las veredas de las casas y los parterres de la calle para ofertar sus productos que van desde comida hasta material de limpieza.
Los mercadillos ambulantes que agobian al barrio
Leer másEl Municipio informó que la Dirección de Justicia y Vigilancia visitó el lugar y está levantando la información para abrir expedientes administrativos sancionadores y proceder a la clausura de los locales que ocupan la vía pública con mercadería. Paralelamente, miembros del Cuerpo Agentes de Control Metropolitano (Cuacme) realizan inspección.
Pero los vecinos dicen que los problemas continúan.