Guayaquil: Un Carnaval puertas adentro, con turismo y piscinas desarmadas
Quienes se quedaron decidieron pasear con su familia o mascotas. Hubo 44 emergencias. Denuncias en redes sociales generaron desmontajes del Cabildo
Guayaquil también festeja el feriado del carnaval, ya sea con las famosas piscinas armables, paseando en los puntos más bonitos de la ciudad o simplemente en la intimidad del hogar. El factor económico también prima, pero como al guayaquileño le gusta celebrar, se las ingenia para disfrutar a solas, con sus parientes, amigos o hasta las mascotas. La espuma, agua o saborear un buen plato son los elementos claves en el asueto.
Los parques acuáticos, el malecón Simón Bolívar y la 9 de Octubre fueron tres de las áreas que los ciudadanos escogieron para pasear. En el mismo centro, la calle Panamá también estuvo un poco ‘movida’. Ahí se veía a familias probando diversos platillos, mientas músicos urbanos le daban ritmo a la tarde, en la que se escondió el sol.
Hubo otros que, por ejemplo, organizaron un asado con su familia. Fue el caso de Enrique Mendieta, en Urdenor. “No somos de salir en feriados. Vi que las playas estaban a reventar, entonces pasamos aquí comiendo rico y jugando con la espuma, sobre todo por los niños, a los que más les gusta”, manifestó.
En tanto, ya sea en el norte o sur, las piscinas se impusieron en las aceras o calles, pese al aviso de controles que advirtió la dirección municipal de Justicia y Vigilancia, que apuntan a “recuperar el espacio público”. La sanción es de hasta un salario básico (460 dólares).
El Municipio de Guayaquil confirmó a EXPRESO que fueron 18 los sancionados, además en la cuenta de X de Justicia y Vigilancia se dio a conocer que atendieron una denuncia ciudadana por la presencia de piscinas en la vía pública en Mucho Lote 2.
A ese punto, según muestran fotografías, fue personal de Segura, de la Policía Metropolitana y hasta de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM). “Sin novedad en el procedimiento”, detalló la cuenta Alcaldía Responde.
Otros sectores a los que también acudieron los ciudadanos fue Guayarte y el cerro Santa Ana. “Fuimos a dar una vuelta aprovechando que la gente se fue a la playa”, contó el urdesino Marcos Flores, quien acudió a este punto con su pareja.
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