Un carro por cada siete habitantes y otras cifras que retratan a Guayaquil
Los números describen a la ciudad y su gente. Solo dos de cada diez tienen instrucción superior; el comercio al por menor es su principal actividad
Las proyecciones oficiales de población para el 2020 estiman, en cifras globales, 17 millones de habitantes en Ecuador. De ellos, 2,7 millones residen en Guayaquil. Es decir, 15 de cada 100 ecuatorianos viven aquí.
En respuesta a una solicitud de este Diario, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) facilitó una serie de datos sobre diversos aspectos de Guayaquil, que al relacionarlos entre sí, explican o revelan algunas características de esta ciudad y de sus habitantes.
Así, por ejemplo, si se cruzan total de población y nivel de instrucción, hallamos que apenas dos de cada diez guayaquileños poseen nivel superior. Es decir, tienen un título profesional o estudios universitarios.
En cambio, cruzando población y vehículos matriculados, resulta que hay un automotor por cada siete personas. Lo cual no solo explica en parte los cada vez mayores y más frecuentes congestionamientos en la urbe, sino que refleja también la falta de políticas más ecológicas de movilidad de parte de sus autoridades; así como también muestra a qué le otorgan prioridad los porteños.
“La mayoría de los vehículos que circulan en el cantón son de combustión y generan contaminación. Es irracional que circule un vehículo por cada siete personas. Guayaquil debe replantear el modelo de desarrollo en torno a la movilidad de las personas”, expresa el sociólogo Roberto Sáenz.
Hasta 2018 estaban matriculados 380.071, dice el INEC. Cifras de la Autoridad de Tránsito Municipal indican que ese año cerró con un incremento de 62.248 carros frente al 2017.
“Medidas dirigidas a controlar la circulación vehicular, la emisión de gases y desarrollo vial deben ser parte de la agenda del Ministerio de Transpor te y Obras Públicas, Agencia Nacional de Tránsito, Municipio de Guayaquil, entre otras entidades”, coincide el economista y académico Galo Cabanilla.
Aparte de ese aspecto, como exdirector regional del INEC entre 1995 y 2006, Sáenz advierte de que la estructura por edad de la población porteña está cambiando en el tiempo. Así, los menores de 14 años, que hasta hace cuatro décadas representaban el 37,4 %, en las proyecciones para el 2020 descienden a 28,8 %. Mientras que el grupo de 65 y más años, que concentraba el 3,4 %; ahora asciende al 5,8 %.
“Existe un proceso de envejecimiento de la población debido al descenso de la fecundidad. Por lo que los espacios públicos y los servicios deben planificarse considerando esta realidad”, manifiesta el sociólogo.
Ese es un aspecto sobre el que también alerta Cabanilla, rector de la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil, UTEG: “Las autoridades nacionales y locales deberán tomar políticas que consideren el incremento poblacional, que tiene sus efectos sobre el acceso a los servicios básicos, educación, ambiente, entre otros”.
Sobre el nivel de instrucción de la población de Guayaquil, Sáenz dice que hay un avance en comparación con décadas anteriores, pero cree que todavía no es suficiente.
A su criterio, las unidades educativas y la Academia deben comprender que la educación (como parte de la gestión pública) se ha convertido en un elemento esencial del desarrollo, “porque ante los cambios que ha sufrido el sistema productivo y los nuevos desafíos que el mundo plantea, los ciudadanos deben tener capacidad de innovación, esto es, de adaptarse a los cambios del entorno”.
Por su especialidad, a Cabanilla le llaman la atención los indicadores económicos. Por ejemplo, los datos indican que servicios y comercio concentraban al 75 % de la población con empleo hasta fines de 2018.
De igual forma, haciendo un acercamiento a cuáles son las actividades económicas que agrupan a más empresas y mayor cantidad de empleados, aparece a la cabeza el “comercio al por menor”. Le siguen las de servicios y transporte.
Las políticas públicas deben considerar estos números para brindar facilidades a la población.
Proporcionalmente, las actividades de enseñanza; y las de atención de la salud son las que tienen un número más elevado de empleados por local.
No obstante, pese a ser minoría, “las que reportan ventas o ingresos anuales superiores a los mil millones de dólares son las relacionadas con actividades bancarias, de telecomunicaciones, venta de productos alimenticios, pesca y agricultura, comercio al por mayor”, contrasta Cabanilla.
Es decir, áreas que demandan un personal más preparado y reiteran la necesidad de que más guayaquileños tengan nivel de instrucción superior.