Casa de la Cultura del Pichincha, a las urnas con desconfianza
En este padrón también aparecen miembros fallecidos.
Ricardo Rivadeneira, director de Seppia Cultura, tiene el Registro Único de Artistas y Gestores Culturales (RUAC), envió una carta de intención de voto, como reza el reglamento, para participar en las elecciones de autoridades del Núcleo Pichincha de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) y nunca recibió respuesta. A tan solo 72 horas de los comicios, constató que está en el padrón.
Siente alivio por poder ejercer su derecho al voto mañana en el Teatro Prometeo de la CCE, pero la desconfianza ante un proceso que ha presentado tropiezos continúa. Su preocupación la comparten los propios candidatos a directores del Núcleo Pichincha.
Andros Quintanilla, creador escénico y docente, encabeza el Frente por la Unidad Cultural (FUC, lista 2). “Es un proceso complejo. No, no confiamos en la transparencia de estas elecciones. Por ello, tenemos una serie de veedores y, de presentarse irregularidades, las evidenciaremos”, sostiene.
Rafael Soria busca la dirección del Núcleo Pichincha por la lista 3. Él es músico, investigador y gestor cultural. Al igual que su contendiente, muestra desconfianza. “Ante un reglamento que presenta desventajas y con la cancha inclinada, ante las dudas de un proceso transparente, solo queda el voto masivo para evitar irregularidades y legitimar el proceso”, señala.
Luis García, escritor, compositor musical y actual director del Núcleo, no atendió a Diario EXPRESO hasta el cierre de esta edición. Él encabeza la lista 1, Tinku, para esta jornada.
El velo de desconfianza creció el 6 de febrero, cuando la Junta Plenaria de la CCE aprobó un reglamento que señala que los inscritos en el RUAC (alrededor de 20.000 a escala nacional) debían presentar una carta con su intención de voto en sus respectivos núcleos, la cual debía ser física pese a la pandemia.
Tras una demanda de acción de protección en contra del reglamento, planteada en Guayas (ver nota en la parte superior), las elecciones que debían darse en mayo se suspendieron y se dio paso a que la misiva se entregue de manera virtual, aunque esta representa una restricción libre al voto, algo que se debería ejercer sin ningún impedimento para quienes son parte del RUAC y que se ratificó con el fallo de la Unidad Judicial Penal de Azogues, que dejó sin efecto la exigencia de la misma.
“El problema del reglamento es que en lugar de detallar el nivel normativo y las condiciones para el ejercicio del derecho, obstaculiza”, opina Ana Rodríguez, quien participa como veedora del proceso. Ella también muestra su preocupación ante la falta de información por parte de las autoridades.
“Hay que entender que el trabajo de veeduría es antes, durante y después”, detalla Rodríguez, quien en septiembre espera compartir sus observaciones ante el Consejo de Participación Ciudadana, que se ha comprometido a que sus delegados estén presentes en los centros de votación del país.
En el padrón Pichincha, con 7.527 electores, también aparecen fallecidos, como el artista Miguel Varea. DDLT
