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La casa debe ser construida en un terreno seco, antes de la inundación, no está diseñada para que recorra.JOFFRE FLORES

Una casa para salvarse de El Niño

Una fundación en coordinación con la academia diseñan un prototipo de vivienda emergente ante la llegada del evento climático

La llegada del fenómeno de El Niño es más que un hecho; lo que ha llevado a las autoridades a mantener el estado de alerta naranja en el área de incidencia, donde podrían existir posibles afectaciones de inundaciones a 223.113 viviendas de seis provincias de la cuenca baja del Guayas y de otras regiones del país.

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Una situación que es analizada por la academia, fundaciones, la empresa privada, municipios y gremios, que ya buscan alternativas para salvaguardar la salud y el patrimonio de la población que podrían verse afectados por el evento climático.

La Fundación Lemas Ambiente y Conservación (Leamcon) lanzó cuatro proyectos integrales que buscan mitigar las necesidades que se puedan presentar en las posibles inundaciones que genere El Niño.

Punto fijoEn la fabricación de la casa flotante se van 150 cañas y atada con nylon de 3 octavos de pulgada. Deberá ser fijada a un poste o un árbol para que no choque o se vaya a la deriva. 

“No se ha pensado en los problemas básicos que tiene la población cuando ya tiene la inundación encima y ese es el objetivo principal de este proyecto que le hemos llamado Programa de Resiliencia El Niño 2023-2024, que consiste en tratar de solucionar los problemas básicos que tiene la población cuando está con la inundación”, explica el arquitecto Freddy Olmedo, socio de Leamcon y quien lleva adelante el programa que se compone de cuatro proyectos: agua para consumo, flotabilidad, huertos para alimentación y movilidad.

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“Nos pusimos a pensar cuáles son las necesidades primarias que tiene la gente y lo primero que nos dimos cuenta es que se quedan sin agua para el consumo humano y eso es grave. Los municipios que mejor equipados estén podrán ayudar los primeros días, la primera semana; pero ¿qué pasa después?, porque supuestamente estamos partiendo del hecho que la inundación va a durar de cuatro a cinco meses y eso es mucho tiempo”, analiza el profesional. De allí que, bajo convenio marco con la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) se está llevando adelante el proyecto de filtro de agua de caña guadua para obtener agua apta para el consumo humano.

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Lo segundo va ligado a la necesidad de flotabilidad, para precautelar la integridad y salud de las personas y una de las alternativas que surgió fue la construcción de una casa flotante emergente, que permitiría a los afectados por las inundaciones salvaguardar sus bienes, evitar acudir a un refugio o albergues que, por lo general, se ejecuta en estos casos. “La idea es hacer una casita flotante emergente que dure los 4 a 5 meses que va a durar la inundación; que suba cuando hay agua y baje cuando no hay. Que ellos puedan subir en esa balsa las cosas básicas como refrigeradora, cocina, colchones, su mayor patrimonio”, dice el experto.

La vivienda, cuya responsabilidad técnica de la flotabilidad y diseño estructural está a cargo del ingeniero Gilberto Martínez, mide 6x6 metros y para su confección se utiliza caña guadua y nylon de 3 octavos de pulgada. La idea de Leamcon es realizar un manual para que la misma población interesada pueda armar su casa flotante. “Es una mirada innovadora que une los saberes ancestrales con saberes científicos”, dice Olmedo al señalar que la idea fue tomada de las casas flotantes de Babahoyo.

Para Víctor Hugo Calderón, presidente de Leamcon, la vivienda es una opción de flotabilidad que busca acercar a los habitantes que no les gusta salir de sus casas, aún cuando estén anegadas. “Y lo entendemos, porque están perdiendo su patrimonio, porque no ver sus casas es un problema psicológico social, esto al menos los mantiene cerca de esas propiedades”.

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El arquitecto Olmedo muestra el huerto que se podría construir en cada una de las viviendas.JOFFRE FLORES

Estudiantes de bachillerato de la Unidad Educativa Lemas 2 se mostraron interesados en el programa, como parte de sus actividades educativas y para enfrentar el evento climático.

“Tenemos que tener en cuenta que esto es una alternativa en el contexto actual de Guayas y de la Costa. Se van a venir inundaciones y tenemos que proponer soluciones para que puedan llegar estas propuestas a las poblaciones y evitar mayores afectaciones”, señala el estudiante Daniel Paladines. Y para ello buscan hacer estudios de factibilidad para ver las condiciones ideales y dificultades que puedan enfrentar a puertas del evento, añade Paúl Armendáriz. María Paula Calderón apunta en su proyecto a optimizar todos los recursos; además de la creación de una piscina con especies nativas y un huerto flotante, que es el tercer proyecto del programa de resiliencia. La idea es que se unan entre cuatro familias para crear el huerto donde se siembren legumbres y hortalizas y así tener alimentos en esos meses críticos.

Creemos que la gente puede enfrentar esto de una manera diferente, no desde estar hundido con el fenómeno de El Niño, sino con la esperanza que da la posibilidad de que se preparen con anterioridad

Freddy Olmedo, fundación Leamcon
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El cuarto y último proyecto está direccionado a la construcción de balsas flotantes que permitan a la población afectada moverse en distancias cortas, para precautelar la salud, enfermedades de la piel, accidentes físicos, y estar en contacto con vecinos.

  • Un programa que despierta interés

La intención del programa busca trabajar con los municipios del Guayas para ofrecer los manuales de los cuatro productos, así como asesoría para armar y asesoría en los recursos técnicos que existen para esta emergencia. Hasta ahora han existido acercamientos con algunos municipios, pero no han tenido respuestas.

Pero ya se han acercado representantes de la Prefectura y están interesados representantes de la Asociación de Municipalidades del Ecuador y del Consejo Nacional de Gobiernos Parroquiales (Conagopare) del Guayas.

“De los tres niveles de gobierno el que más problemas tiene precisamente son las parroquias rurales de la provincia, hacia donde va el problema, porque desagraciadamente por los pocos recursos que se manejan en las parroquias no se pueden hacer obras de envergadura para que palee en algo el fenómeno de El Niño, es una de las opciones la casa flotante, una ayuda bien grande”, consideró el abogado Mario Cedeño, representante de Conagopare Guayas.

El ingeniero Fernando Mosquera, miembro del Colegio Regional de Ingenieros Químicos, quien también resalta el proyecto que apunta a minimizar la afectación que pueda tener el fenómeno de El Niño, sobre todo en la ruralidad donde hay mayor pobreza, necesidades, y que “desgraciadamente son las zonas que se inundan. ... Hay que estar preparados, hay que hacer sinergías positivas y hemos visto este proyecto positivo y hay que apoyar de la provisión de agua... estamos listos para apoyar y pueda prepararse un filtro especial que pueda ser usado con las personas, hay que garantizar agua segura”. 

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