El casco histórico que Guayaquil olvidó y solo quedan huellas
No tiene, pero se reconoce a Las Peñas y el parque Seminario. Expertos esperan conservación y que haya voluntad política
¿Guayaquil realmente tiene un casco histórico como sí lo hay en otras ciudades de la región? La pregunta les cayó por sorpresa a algunos, a otros los dejó pensando un buen rato, mientras que otros soltaron que “son los edificios antiguos del centro”. En efecto, a diferencia de Quito, el Puerto Principal no posee un casco colonial que sea reconocido por propios y extraños, aunque a duras penas le quedan huellas de lo que fue el corazón histórico: Las Peñas y el entorno del parque Seminario.
Así lo confirman expertos en el tema, como el investigador Fernando Mancero, que puntualiza que la zona de Las Peñas, que siempre fue un barrio, se origina un primer casco antiguo, pero luego, cuando surgió la ciudad nueva en Sabaneta (centro actual), su eje central fue el parque antes mencionado.
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“Hay dos situaciones: Guayaquil inició su asentamiento al pie del cerro Santa Ana y luego, por orden del rey en el siglo XVII, se ordenó que pase al actual centro; son las cuadras alrededor del Seminario, la plaza principal”, narra Mancero.
Pero hubo un hecho que marcó en ese entonces: no todos abandonaron aquella ciudad vieja, donde en su mayoría vivían pescadores. Incluso en la zona de Las Peñas se mantiene la iglesia de Santo Domingo.
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Leer másAhora bien, EXPRESO recorrió ambos puntos para conocer en qué estado se encuentran. Las Peñas, atravesada por la empedrada Numa Pompilio Llona, tiene en su ingreso una explanada con cañones que, lamentablemente, concentra desperdicios en su interior. También se notó que algunas de las cerámicas del lugar ya se han desprendido y otras que se aproximan a salirse de sus puestos. Ahí, en la ‘bienvenida’ es evidente que falta mantenimiento.
Cerca del lugar está estampada una placa que revela la historia. “La ciudad Santiago de Guayaquil fue fundada en este barrio en 1537 por el capitán Francisco de Orellana...”, se lee. Ya al caminar por la angosta vía se constató que en la fachada de diferentes viviendas, algunas con más de 100 años de existencia, se han estampados oficios del Municipio.
En estos se solicita a propietarios que, frente al anuncio de presencia de lluvias inusuales asociadas al fenómeno de El Niño realicen mantenimiento, limpieza y reparación de cubiertas con el fin de proteger los inmuebles patrimoniales. La entidad, liderada por Aquiles Álvarez, expone su base legal en la Constitución, Cootad y la Ley Orgánica de Cultura.
Entre los flashes de cámaras de turistas estuvo Romina Luna, quien llegó a la ciudad para disfrutar del Malecón y quería llegar al faro, en lo más alto, pero admitió que, en relación con Quito, desconocía que allí, al menos, hay un centro histórico.
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“Siempre he venido a visitar a mi familia de acá y lo típico, ir al Malecón, tomar una cerveza en el cerro. Sé que es antiguo, pero como un casco como el de allá no, aunque tiene buen potencial, que se conecte a las zonas como la Panamá que ahora está bonita”, dice la contadora.
En tanto, para el investigador Javier Castillo, lo que sí posee la ciudad es un centro histórico “moderno” (término que lo usa para identificar a la arquitectura que se impuso entre los primeros años del siglo XX y mediados de dicha época).
A su juicio, se suele relacionar “valioso” solo lo que tiene siglos de antigüedad o es de más atrás del siglo XX y que esto, acota, “se deja de lado los aportes de la arquitectura moderna que es de la que Guayaquil tiene más ejemplos”. “Ese casco histórico no se lo conoce porque ni sus mismas autoridades saben que existe. Ni hay un inventario serio de las edificaciones valiosas ni planes para su conservación”, cuenta.
Además, recuerda que la ciudad sufrió incendios y esto hizo que desaparezca aquel patrimonio de antes del siglo XX. “Lo más antiguo que se conserva a nivel de conjunto urbano es el barrio Las Peñas”, recalca.
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Leer másEl arquitecto y catedrático de la Universidad de Guayaquil, Brick Reyes, asimismo, reconoce que el pequeño centro histórico de Guayaquil es Las Peñas y, en efecto, el Seminario. En este último punto subraya que en cierto momento fue restaurado y es por esto que se conserva la idea de cómo era el tratamiento de las áreas públicas.
“Son huellas lo único que queda, el barrio Las Peñas y de ahí hay un inventario, registro de las estructuras coloniales, pero que parece que no hay dinero para hacer lo que se tenga que hacer o falta la decisión política para rescatar lo que hay”, analiza al poner como ejemplo el caso de la calle Panamá, otro punto que guarda la memoria de esta Perla del Pacífico.
“Los grandes incendios destruyeron lo que Guayaquil tenía como patrimonio, pero existen otros como la Aduana en el sur, es decir hay cosas puntuales regadas en la ciudad, pero para rescatar nuestro casco urge de una restauración responsable”, sugiere.
Reyes apunta a que una de las acciones para que la ciudad conserve estos espacios es la realización de un turismo sostenible, además del desarrollo de políticas en torno al turismo cultural. Eso sí, que sea con el sello de la responsabilidad para restablecer lo que aún perdura.
“Y no nos olvidemos que todo esto tiene que ir acompañado de la participación comunitaria, que incida en la toma de decisiones y programas educativos sobre la importancia del patrimonio local”, añade, al hacer énfasis en que el siguiente paso sería llevar un sistema de monitoreo para “evaluarlo continuamente para saber su estado de conservación y la efectividad de las medidas tomadas”.
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Ahora bien, al recorrer el parque Seminario, destaca el piso empedrado y, por supuesto, los protagonistas de esta área: las iguanas que andan de un lado a otro, las tortugas que reposan en el estanque y hasta palomas que esperan que caiga algún alimento. Esta zona es visitada también por los turistas, en la que solo mantiene abierta una puerta y está a escasos metros de la Catedral. Ahí, en los alrededores está ese casco antiguo que con el pasar de los años se quedó en esta histórica plaza, que fue inaugurada en 1895.
La memoria de Guayaquil está en estos espacios y diferentes voces esperan que se conserve y hasta que se haga una conexión entre ambas. “Sería ideal, que desde la Numa, recorra la Panamá y llegue hasta el Seminario, solo falta decisión”, concluye Francisco Méndez, que caminaba hacia el Cabildo.
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