Los casos de secuestros se disparan en la Zona 8
En comparación a 2023, las extorsiones aumentaron un 256 %. La Policía critica que 282 agentes atiendan arrestos domiciliarios. La ciudad siente miedo
El estrepitoso aumento de casos de secuestro en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) y los métodos violentos que los antisociales utilizan para presionar a sus víctimas han provocado que la Policía redoble esfuerzos para reducir estos delitos.
En lo que va del 2024, en la Zona 8 se han registrado 209 casos de secuestro, lo que evidencia un aumento del 2.600 por ciento en comparación a los 8 registrados en el mismo período de 2023.
En la última semana, varios casos fueron solucionados por la Dirección Nacional Especializada en la Resolución de Casos de Secuestro y Extorsión (Unase). Entre estos destacó uno en el que los criminales mutilaron dos dedos (uno de un pie y otro de una mano) a su víctima, como medida de presión para acelerar el pago del rescate.
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A este ciudadano, que lo habían raptado el 2 de marzo en Tosagua, provincia de Manabí, lo trasladaron más de 250 kilómetros para mantenerlo retenido en el cantón Durán, provincia del Guayas. Los secuestradores le exigían 100 mil dólares. La víctima pasó retenida cinco días antes de que la policía diera con su paradero.
Como resultado de esta operación se capturó a dos mujeres y a un hombre que no tenían antecedentes criminales y que, según las primeras indagaciones, tampoco pertenecerían a una banda terrorista o de delincuencia organizada.
Esta modalidad de secuestro se ha vuelto común entre las bandas criminales, pues hace un mes, el 7 de febrero, otro caso similar fue resuelto por la Unase, en esa ocasión a tiempo para evitar que los delincuentes le cercenaran dedos a una empresaria guayaquileña.
La mujer, de 62 años, quien es gerente de una empresa, había sido interceptada en los exteriores del parque industrial Inmaconsa, en el kilómetro 10,5 de la vía a Daule, por cuatro sujetos armados que la amedrentaron, la obligaron a subir a un vehículo y se la llevaron del sitio. Luego fue trasladada a un inmueble del sector Vilcabamba, en la parroquia Pascuales, donde la tenían retenida para obligarla a firmar cinco cheques por un valor de $ 50 mil.
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Es increíble que con estado de excepción haya aún más secuestros. ¿Realmente sirve la medida?
Ante la negativa de la empresaria de firmar los documentos, que eran de la empresa que administra, los antisociales la amenazaron con cortarle varios dedos. Sin embargo, no lo hicieron debido a la intervención del personal policial, que incluso halló el cuchillo con el que iban a mutilarla.
En ambos casos, durante la presentación de los criminales, el comandante de la Zona 8, general Víctor Herrera, hizo un llamado a las autoridades judiciales para que apliquen las agravantes que corresponden a estos casos, para así sancionar con penas severas a los criminales y ceñirse a lo contemplado en la ley, rechazando los pedidos de medidas sustitutivas como la presentación periódica o prisión domiciliaria en los casos que no corresponden.
Sobre esto último, criticó que en la Zona 8 exista un despliegue de 282 policías para atender 98 arrestos domiciliarios, porque estos gendarmes serían más útiles patrullando y vigilando las calles.
Me aterra que nadie sea capaz de parar este infierno. Si no es la policía ni los militares, ¿entonces quién?
Según datos oficiales de la Policía Nacional, en la Zona 8 se incrementaron en un 256 % (1.487 denuncias) los casos de extorsiones con respecto al 2023 (que registró 579).
De esta cifra, el 44 % corresponde a las extorsiones tipo ‘vacuna’, seguidas de las virtuales (41 %), es decir las realizadas por medios digitales.
Las autoridades policiales instan a la población a no tratar de resolver estos casos por su cuenta ni pagar valor alguno, sino a denunciarlos de inmediato y bloquear los números desde los cuales son contactados.
Las cifras confirman que estar encerrados no sirve de nada. El crimen ve la forma. Estamos rodeados de delincuentes.
- Cifras
La realidad que afronta Guayaquil
Las estadísticas oficiales precisan que en Guayaquil, entre enero y el 8 de marzo del año pasado, la cifra de secuestros y extorsiones había llegado a 120, pero en el mismo período de este año ese volumen trepó a 618.
La provincia del Guayas es la más castigada por este segmento de delitos con 650 casos reportados, seguida de la costera de Esmeraldas con 189, y la andina de Pichincha con 166. Según las autoridades, los delincuentes que secuestran o extorsionan exigen a cambio sumas que van entre 2.000 y 200.000 dólares por cada víctima.
El jefe policial de la Zona 8, Víctor Herrera, aseguró que muchos de los detenidos por este tipo de delitos son reincidentes y se lamentó de que varios de ellos hayan abandonado pronto las prisiones y vuelvan a integrar las bandas criminales.
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