Procesión del Cristo del Consuelo
Una multitud de feligreses participó en la procesión del Cristo del Consuelo. Ciento de ellos se congregaron en las afueras del Santuario del Cristo del Consuelo desde tempranas horas de la madrugada.ALEX LIMA.

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Cerca de dos horas duró la procesión en el sur de Guayaquil; una multitud caminó orando a Dios por el país y sus familias

Cientos de personas caminaron en las veredas de diferentes calles del sur de Guayaquil, fuera del cordón de seguridad que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas hicieron alrededor del Cristo del Consuelo. Todos llegaron al Complejo del Cisne II, donde está la plaza con el Monumento de la Fe del Cristo del Consuelo. Durante el recorrido no hubo desmanes.

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Con un cielo cubierto de nubes, que a ratos permitían que los rayos del sol se asomaran, caminaron por alrededor de dos horas cientos de fieles católicos. La procesión inició desde el Santuario del Cristo del Consuelo, ubicado en las calles Lizardo García y calle A. Las primeras cuadras por donde recorrería la gente estuvieron delimitadas por la Policía Nacional, con cercos metálicos. Por allí cruzaría primero el Cristo del Consuelo junto con sacerdotes y el equipo de contingencia.

¿Cómo fue la procesión?

Para que nadie estuviese en la calzada y permitiera que el Cristo encabece la procesión, la Policía Montada estuvo custodiando la calle. El grupo eclesiástico salió del garaje del Santuario y dirigió la procesión. Aunque, a dos cuadras, los fieles presidieron la marcha.

Varias de las personas congregadas en las diferentes cuadras, al pasar el Cristo, alzaban sus ramos en señal de bienvenida. Otros, cerraban sus ojos y alzaban sus manos. Algunos cristianos, desde sus balcones, gritaban: “Viva el Cristo del Consuelo”, mientras el sonido de sus parlantes se hacía uno con el de la peregrinación. Ellos habían sintonizado una emisora radial donde transmitían la procesión.

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Procesión del Cristo del Consuelo
Durante la procesión, varias personas lanzaban botellas o fundas con agua helada a quienes caminaban. La gente con alegría las recibía.ALEX LIMA
Cristo del Consuelo.

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¿Qué significó este acto para los fieles católicos?

Para Sebastián Chimbo, de 16 años, el caminar delante del Cristo del Consuelo era una bendición. Él, vestido con una túnica blanca, como monaguillo, movía de un lado para otro el incensario. Su misión era que este no se apague.

Chimbo mientras caminaba, daba gracias a Dios porque él podía estudiar. A su vez, pedía por los demás adolescentes que no tienen esa oportunidad y para que no anduviesen en malos pasos.

Algunos feligrese realizaban el recorrido descalzo, como Lucinia Norura, de 65 años. Comentó que ella lo hacía a manera de pedirle a Dios que bendiga al país y cuide de la salud de la gente como de su familia. También que la inseguridad pare, así como las matanzas. Ella sueña que este año, el país goce de tranquilidad.

Así también lo anhela Diosa Cedeño, de 71 años. Ella hizo la procesión descalza también. Su pedido iba dirigido a que Dios impidiera que los jóvenes sean captados por la delincuencia. “No quiero que otro joven sea dañado, por eso estoy aquí”.

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Procesión del Cristo del Consuelo
Lucinia Norura, de 65 años, hizo la procesión descalza; su motivo: que Dios provea de salud a sus familiares. Como ella, otros fieles caminaron descalzos por el sur de Guayaquil.ALEX LIMA
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Eudofilio Marca, de 82 años, ingresó dentro del cordón de seguridad, al igual que Cedeño y Norura. La Policía permitió que entraran para que ellos tuvieran más protección, debido a sus edades. Marca, agarrado de dos soportes caminaba al ritmo de la procesión, no se quedó detrás.

Él estuvo en el Santuario desde las 06:00, quería ser parte de este peregrinaje porque quería sentirse más cerca de Dios para que escuchara su pedido: que le dé guía y bendiga al presidente Daniel Noboa en su labor. Contó que antes, cuando era joven, él caminaba agarrado de la soga, fuera del cordón de seguridad.

¿Cómo fue el actuar de la gente durante la caminata?

En algunos tramos, miembros de la Policía Nacional, alentaban a la muchedumbre a que siguiera caminando. “Avancen, avancen; sigan, sigan; no se queden”, gritaban. Desde las calles Balsas y Francisco Segura, y en otros puntos, personal del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil echaban agua a la multitud, excepto cuando pasaba el Cristo del Consuelo.

En el camino, varias personas tiraban desde sus ventanas, balcones o terrazas botellas de agua, fundas de agua o de gaseosa. Varios alzaban sus manos para agarrar uno. La fuerza del orden también, como quienes estaban dentro del contingente de seguridad, ya que a pesar de que el calor no era abrumador, muchos sudaban.

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Procesión del Cristo del Consuelo
Eudofilio Marca, de 82 años, caminó dentro del cordón de seguridad. Para él, esta peregrinación iba a ayudar al país a que vengan días mejores porque todos oraban por ello.ALEX LIMA
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“Tú que transformas mi llanto en calma. Jesús ablanda mi corazón endurecido”, rezaba la gente. En el puente de la A, varios feligreses se subieron a las barandas del paso a desnivel, su objetivo era mirar más de cerca al Cristo.

Casos de desmayos en la procesión

Alrededor de las 08:45, dos adolescentes de 15 años se perdieron. Se escuchó desde la radio de uno de los miembros de Protección Civil; pero a los 30 minutos aproximadamente, hallaron a sus padres.

Durante la caminata se pudo observar un desmayado que fue auxiliado por el personal de la Cruz Roja y fue llevado en camilla a un punto de auxilio. En la explanada de la plaza del Cristo del Consuelo, donde una muchedumbre de personas esperaba a que llegara la procesión, 10 personas se habían desmayado.

En la plaza, la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, esperaba a los fieles. Allí, el cardenal Luis Cabrera oró por la paz de la nación. Al término del acto, cinco palomas fueron soltadas. Poco a poco, la gente ingresó donde estaba el Cristo a orar y tocar la carroza.

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