La indigencia es uno de los problemas que registra el centro de Guayaquil.
La indigencia es uno de los problemas que registra el centro de Guayaquil.Cortesía

El centro grita por ‘ayuda’ en medio de la falta de acciones

Propietarios y administradores de locales envían al Municipio en oficio cada punto de sus preocupaciones.  Negocios afectados. Aún esperan respuesta

El centro ha muerto. No es novedad. Este Diario ha recogido en varios artículos la problemática por la que atraviesa ese sector de Guayaquil, que se ha convertido en dormitorio de personas que viven en situación de calle, tarima de informales y punto de encuentro de delincuentes.

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Este 2021, sin embargo, el grito para salvarlo llega de otras voces ciudadanas. Así lo conoció EXPRESO a través de un documento. El 17 de febrero, al despacho de la Alcaldía llegó un oficio en el que moradores, administradores y dueños de locales exhortan al Municipio a revertir un escenario que aqueja al centro, y que va desde consumo de drogas hasta comercio informal que genera competencia desleal.

La carta llega desde el corredor comercial de las calles Vélez y Chile, que rodea a la iglesia San Francisco. Para los peatones que por allí transitan no es novedad que el lugar adolece de un escenario lleno de indigentes, a quienes incluso se ha visto bañarse y defecar en la pileta que está frente al templo.

Esto, señalan los denunciantes, provoca incomodidad y malestar, por lo que ruegan “un fin amigable para todos”.

Las problemáticas aquí expuestas, reseñan los firmantes, han afectado los negocios, ya golpeados por la emergencia sanitaria producida por la pandemia, aseguran. EXPRESO resume, punto a punto, las observaciones. También ha enviado al Municipio un requerimiento de respuesta a este escenario, pero hasta el cierre de esta edición no llegaba.

La competencia desleal que deriva de la informalidad es otra de las quejas.
La competencia desleal que deriva de la informalidad es otra de las quejas.Christian Vinueza / Expreso

Indigencia

Después de las seis de la tarde, cada día, decenas de indigentes empiezan a llegar con cartones y colchones a todas las calles del casco central de Guayaquil. La veintena de firmantes denuncia que el hecho de que pernocten deja como consecuencias desaseo y mal aspecto en la zona. “Se generan desechos incluso después de que haya pasado el grupo de limpieza que trabaja para el Municipio”, denuncia Ruth Calderón, quien tiene una camisería.

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Delincuencia

El mal que aqueja a todo Guayaquil es la delincuencia, y por supuesto fue incluido en el reclamo oficializado a la Alcaldía, que aunque no tiene la competencia de alguna manera está al frente del tema luego de que la alcaldesa Cynthia Viteri retome el Plan Más Seguridad. El ladrón actúa de diferentes maneras. En la calle Chile, y a través del oficio, se denuncia que incluso se sustraen parte en mobiliario de los locales. “La salida para esto es que haya un resguardo permanente de uniformados. Sean metropolitanos, sean policías. Aunque es conocido que a veces los mismos agentes tranzan”, recalca Miguel Ordóñez, quien administra una cafetería.

Adicción

No hay un solo día en que no aparezcan consumidores de drogas a acercarse a pedir dinero a los clientes de los locales. No tienen horario para consumir estupefacientes. Lo hacen con la luz del día o cuando ya cae la noche. “A cualquier cliente le incomoda que se acerque alguien así. Da un mal aspecto, genera rechazo a los turistas de fuera y a los locales, es incómodo”, amplía en EXPRESO Viviana Báez, quien tiene una cafetería que fue multada por supuestamente sacar sillas y mesas afuera y que cree que el Municipio debería mejor preocuparse por estos temas.

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Informalidad

Los firmantes están conscientes de que la situación actual por la emergencia sanitaria ha generado una importante tasa de desempleo, y que ahora mismo existen en toda la ciudad inmigrantes que buscan la manera de subsistir. “Pero todos necesitan hacerlo. Y la presencia de informalidad durante cada jornada afecta a negocios que sí pagan impuestos a la ciudad, baja las ventas y además provoca desaseo”, insisten. Esto, además, deriva en la utilización del espacio público como urinario. Usan árboles y postes, jardineras y bancos, increpan los propietarios. Este Diario, además, conoce que al pie de la estación de la metrovía del parque Centenario este escenario es insoportable, pues el soportal del lado del al frente no tiene negocios y es oscuro. Huele mal.

Iluminación

Aunque los locales tienen iluminación en la parte exterior, el poste que está ubicado en la parte central del corredor de la calle Chile y Vélez está cubierto por la vegetación de dos árboles que le rodean. Esto es aprovechado por indigentes y maleantes, aseguran los firmantes. “En general, la iluminación de esa zona regenerada en deficiente”, por lo que solicitan que sean cambiadas las luminarias. “Cuando cae la noche, esto se convierte en escenario de una película de terror. Salen zombis, que son los drogadictos y salen indigentes a dormir”, se queja Antonio López Zúñiga, un transeúnte.