El corazón de Guayaquil se hunde entre aceras rotas y que excluyen
La ciudadanía coincide: el centro está en ruinas El mal estado del espacio público dificulta el paso y traba al turismo
El corazón de Guayaquil está en ruinas. Lo dicen las familias, las pocas que aún viven en el lugar; los comerciantes y los turistas que, en su mayoría, caminan a grandes trancos, mirando de un lado a otro y siempre hacia atrás para evitar, como confiesan a este Diario, ser víctimas del delito.
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Leer más“Son tantas las cosas que se escuchan de Guayaquil que uno viene con miedo. Estoy aquí porque es un destino de paso; nuestro paseo es en Galápagos. Por eso estoy alerta. He visto gente linda aquí, muy amable, pero también personas que me generan desconfianza, que están sobre las aceras, acostadas, sin ropa y consumiendo drogas. Eso me aturde un poco”, detalla Valeria Díaz, argentina de 39 años.
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El reto de esquivar y no caer en el intento
El centro está en ruinas, advierten los ciudadanos. Y no solo porque el tráfico que circula en las calles resulte tan abrumador como ver desgastados y sin vida los bienes patrimoniales, parques y sitios turísticos que integran la zona, sino porque sus aceras, incluso las de áreas regeneradas, están rotas y con grietas tan profundas que se pueden ver hasta las cañerías.
“¿Usted cree que así un turista puede estar a gusto caminando? Torcerse el pie, caerse porque un trozo de baldosa traba nuestro paso, o desplazarse entre azulejos y ladrillos que están pegajosos porque sirven de depósitos de basura no es ni será nunca agradable. Yo crecí en el centro, lo viví en su mejor época, fui testigo de sus cambios y ahora, lamentablemente, lo soy de su ocaso... El centro de Guayaquil muere ante los ojos de su gente, de las autoridades”, lamenta Washington Gellibert, residente de la calle Eloy Alfaro, quien califica al centro como una zona ingrata y excluyente.
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“Ni peatones, ni niños, ni adultos mayores, ni ejecutivas... El corazón de Guayaquil no es apto para ellos”, advierte, al hacer hincapié en que la identidad de “lo que se supone debería ser el lugar más importante de una ciudad” está en tal mal estado. Y ni el hecho de que la calle Panamá haya sido nombrada ‘Rincón Mágico del Ecuador’ cambia la perspectiva de quien lo recorre.
Perspectivas sombrías y llamados a la acción
“Y es que el centro no es solo la calle Panamá. El centro es enorme y ahora ni la Bahía, ni el malecón, ni el cerro Santa Ana, que son algunos de sus espacios icónicos, atraen al visitante. El centro no es amigable... Hay destrozos que espantan”, sentencia el comerciante Daniel Albornoz, quien a diario se ve obligado a esquivar al menos una decena de pedazos enormes de cemento que, desde hace más de un año, yacen esparcidos en la intersección de Eloy Alfaro y Cuenca.
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Leer másEn un recorrido que hizo EXPRESO por el lugar, constató que en efecto prácticamente todas las aceras del centro tienen problemas, incluso las que están a orillas del malecón, las que integran o conducen hacia la Bahía o la misma calle Panamá, las que bordean el Registro Civil y la zona bancaria. Están rotas.
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Los puntos más afectados del centro
No obstante, el daño más grave se observa a lo largo de unas doce cuadras de la calle Eloy Alfaro.
En la intersección con la calle Huancavilca, que conduce hacia el Palacio de Cristal, solo por citar un ejemplo, al camino le faltan cerca de 20 adoquines que, pasadas las 18:00, cuando el entorno se torna tétrico y desolado, son prácticamente imposibles de esquivar; mientras que en la intersección con Ayacucho, el piso está totalmente trizado; y en el tramo que se encuentra entre Ayacucho y Colón, a las alcantarillas les faltan tapas, los cajetines eléctricos sirven de depósitos de basura, botellas plásticas y de vidrio, y las cañerías asoman como si fueran un mobiliario urbano más.
“El centro es deprimente y esa inacción por parte de las autoridades municipales, que deberían mantenerlo impecable, nos hace ver como una metrópolis despreocupada, sin un norte ni identidad... Turísticamente nos sentencia a ser olvidados. Cuenca preserva como un tesoro su centro histórico. Ahora Portoviejo, en Manabí, está haciendo lo mismo: intenta preservar sus detalles. Acá pasa lo contrario. Ni veredas, ni monumentos, ni arte, ni ocio nocturno, nada existe en el sector, y al Cabildo le da exactamente igual”, piensa el catedrático y especialista en turismo Diego Macías, quien hace un llamado al Concejo Cantonal para que priorice su recuperación.
El futuro soñado de #Guayaquil: una ciudad viva, verde, con un río que inspire y autoridades que escuchen. https://t.co/TvQ6bgutPk
— Diana Sotomayor Z. (@DianaSotomayorZ) December 30, 2024
Me duele ver cómo está el centro: apagado, en ruinas, inseguro y sucio. Sin identidad.
Para el arquitecto guayaquileño Samuel Mendoza, quien años atrás participó en el concurso de ideas que lanzó EXPRESO para recuperar precisamente el centro de la ciudad, que la Alcaldía no tome en cuenta ni siquiera las rutas por las que se movilizan locales y visitantes dice mucho sobre la poca importancia que al tema le da.
“La gente no pide que peatonalicen de una vez algunas calles, o que creen circuitos de ciclovías, o más parques en puntos claves donde hay edificios abandonados y en desuso, que es lo que debería hacer. Le piden apenas que reconstruyan el espacio por el que uno camina. ¿Por qué no pensar en darles otro aspecto a los soportales? ¿Por qué no iluminar además las calles con faroles que le den más calidez al lugar? En el centro hay tanto por hacer, pero no se empieza con nada”, se queja, al sugerir a los ediles que recorran el sitio y lo hagan de la mano de un adulto mayor o una persona con movilidad reducida, para que noten lo poco amigable que es el centro.
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Leer másSobre esta situación, los proyectos y fechas que la Alcaldía ha previsto para reconstruir las veredas, y si es que lo hará en caso de que lo considere una prioridad, EXPRESO solicitó, a través del equipo de comunicación de la Municipalidad, una entrevista con el alcalde o algún director municipal, pero hasta el cierre de esta edición la respuesta no llegó.
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Otro hecho que, a juicio de los guayaquileños, les confirma que no hay ganas por recuperar la esencia del corazón del Puerto Principal. “El centro ya se perdió. No es para Aquiles Álvarez una prioridad”, reflexiona el también arquitecto Julián Bermúdez, quien ve todavía más lejana la idea de que “algún día el río recuperará su importancia en la ciudad”.
Guayaquil busca crear su Barrio Chino para honrar a la comunidad asiática. Una comitiva presentó la idea al Municipio, con el fin de fusionar tradiciones y revitalizar el centro con eventos, un corredor turístico y nueva identidad cultural.
— Diario Expreso (@Expresoec) January 26, 2025
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