Centros de diversión nocturna: “El Cabildo piensa que el virus solo sale en la noche”
Trabajadores marcharon por la reactivación económica. Piden que se extiendan los horarios. Este miércoles se reúnen con el COE
Vistieron prendas negras en señal de luto por los negocios que cerraron y por la agonía que, aseguran, atraviesan. Así fue como decenas de trabajadores de los centros de diversión nocturna de Guayaquil marcharon este lunes 21 de marzo con el propósito de hallar una verdadera reactivación de sus negocios. Ellos rechazan el hecho de que cada vez que se establezcan nuevas regulaciones en la urbe, estas sean dirigidas al sector del ocio, uno de los más afectados por la pandemia.
Con pancartas, aplausos y al unísono de: “¡queremos trabajar!”, los participantes partieron desde la intersección de Imbabura y Rocafuerte, en la apagada zona rosa, hasta llegar al Cabildo. Algunos llevaron camisetas con leyendas como “Guayaquil reactívate” o “solo el pueblo salva al pueblo”.
El gremio de Guayaquil sale a las calles para pedir la reactivación de sus negocios. Partieron desde la zona rosa hasta llegar al Municipio. https://t.co/gEQeIKd8sl
— Diario Expreso (@Expresoec) March 22, 2021
Ernesto Vásquez, presidente de la Asociación de los Centros Nocturnos de la provincia del Guayas, que agrupa a unos 600 negocios, solicitó a la autoridad que extienda el horario de la venta de bebidas alcohólicas en estos establecimientos (que no sea hasta las 22:00 sino hasta las 00:00), y criticó que, tras un año de pandemia, los controles sean débiles en zonas como la bahía, la entrada de la 8 o en los articulados de la Metrovía.
De tres locales que tenía en la zona rosa solo abro uno y trabajamos tres personas. Con las nuevas disposiciones teníamos la esperanza de ampliar aforos y expendio de bebidas, pero nos afectó más.
“El Municipio piensa que el virus solo sale en la noche. Siempre son las restricciones a la vida nocturna y ya estamos cansados. Pese a que somos los negocios formales, tenemos una persecución tanto por el Municipio como por la Intendencia. Cada día estamos más tensos”, acotó Vásquez, quien transformó su discoteca, ubicada en el suroeste, en un restobar para poder funcionar.
Si se llega a dar este paso, a juicio de Nicolás Vasco, quien es el presidente de los negocios que se concentran en la zona rosa, se acabarían con las fiestas clandestinas y las personas se quedarían en Guayaquil y ya no se desplazarían hacia los cantones vecinos de Daule o Samborondón, donde el escenario es otro, afirma.
Él se ha cansado de enviar oficios al Municipio donde también ha solicitado que se extienda el horario del expendio de bebidas alcohólicas, pero dice que no ha tenido respuestas positivas. Por ello, ayer se sumó nuevamente a la marcha, la tercera que se cumple en el Puerto Principal desde que aterrizara la COVID-19 en el territorio ecuatoriano.
“El guayaquileño sale recién a las 21:00 y por eso es que hay muchos sitios clandestinos; ahí está la ola de contagios. El Municipio en vez de apoyarnos no lo hace. La gente quiere distraerse, pero las medidas nos están matando”, sentenció, al decir que el gremio fue el primero en cerrar y los últimos en abrir sus puertas, pero, argumenta, ha sido una reapertura a medias.
De hecho, en este sector del centro, solo funcionan seis locales de los 36 que encendían las noches de la ciudad. “Yo era dueño de un local y ahora soy el mesero”, agregó Vasco.
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Leer másAl llegar al Cabildo, funcionarios municipales solo permitieron que tres representantes de los locales puedan reunirse con Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia.
Tras el encuentro, lo único que se acordó fue otra reunión, mañana, con los otros integrantes del COE Cantonal para que allí les expongan sus peticiones. “Lo vamos a analizar en el COE. El jueves damos respuestas”, aseguró Narváez a EXPRESO.
Por estas restricciones las personas corren hacia los cantones de Daule o Samborondón; no hay una verdadera reactivación económica. Cada vez hay más locales que cierran sus puertas de forma definitiva