El ciclismo nocturno se toma las calles de Guayaquil pese a los problemas
Disfrutan de pedalear, pero se quejan porque los obstáculos aumentan. Más de 200 deportistas se juntan para ‘protestar’. Conmemoran el Día Mundial de la Bicicleta
Son las 20:00 y como todo último jueves de cada mes, los ciclistas se alistan para hacer su recorrido masivo por las noches. Se espera que más de 200 se junten para pedalear por varias zonas de Guayaquil.
Ayer se celebró el Día Mundial de la Bicicleta, un equipo de EXPRESO acompañó a los ciclistas para conocer más a fondo lo agradable del deporte, pero también las dificultades que sufren y que son denunciadas constantemente.
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Leer másEl sitio de encuentro es el mismo: el parque Centenario, exactamente en Lorenzo de Garaycoa y 9 de Octubre. Ahí poco a poco empiezan a llegar los deportistas. Mientras algunos realizan el calentamiento previo, otros aprovechan para alistar sus bicicletas para evitar cualquier imprevisto.
Un grupo de siete ciclistas cuenta lo positivo de poder salir en conjunto por las calles de Guayaquil. “La verdad es que si nosotros no andamos en grupo, no nos respetan. Los conductores hacen lo que les da la gana y prácticamente nos pasan por encima”, conversa Rebecca Salvador, líder del grupo OM Bike, a sus compañeros de esa noche.
El ciclismo une a las familia, es un lindo tiempo para compartir y hacer deporte juntos, pero hay muchas cosas por mejorar. La gente no respeta y las vías son demasiado malas.
Cerca de las 20:15 la gallada empieza a crecer; y entre que salen o no, por el pequeño retraso que tuvo el grupo Coronabike que llegaba de otro recorrido desde la Alborada, un grupo de jóvenes aprovechan para hacer compras para sus bicis.
“Cuando nos juntamos, aquí llegan vendedores de artículos y se vuelve como un mercadito. Todos queremos comprar las luces, los pitos y otros detalles para embellecer nuestros medios de transporte”, dice Emilio Manosalvas, un ciclista independiente que reconoce que sin esos aparatos se hace casi imposible rodar por la oscuridad que reina en la ciudad.
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Leer más“No solo los usamos para ser visibles para otros, sino también para que nosotros podamos ver. Hay muchas zonas en Guayaquil que tienen muy mala iluminación y realmente es casi imposible divisar los baches”, menciona Emilio, al recordar algunas de sus malas experiencias. “Hace menos de un mes mientras circulaba por la Garzota, donde no hay ciclovía, una motocicleta a toda velocidad y sin luces por poco me tumba. Esta clase de cosas las vivimos a diario”, denuncia, mientras un joven alumbra con una linterna a los otros compañeros que afinan todos los detalles antes de partir.
Pese a los problemas, el ciclismo sirve como lazo para las familias. “Este es un lindo tiempo para compartir y hacer deporte. Junto con mi familia venimos siempre”, destaca Samantha Escobar, una joven ciclista de 15 años que llega con su padre y hermano.
Daniel García, líder de Masa Crítica, colectivo que reúne a los ciclistas de Guayaquil, explica la importancia de este evento que realizan cada mes. “Nos reunimos, primero que todo, para disfrutar con toda la comunidad; pero también queremos hacer sentir nuestra voz de protesta por todos los abusos que sufrimos en las calles y la falta de atención que tenemos por parte de las autoridades. Somos miles que practicamos este deporte en la ciudad y merecemos ser escuchados”, expresa García, quien es además fundador del grupo Coronabike.
En Guayaquil hay al menos 68 grupos de ciclismo, que se organizan en varios sectores de la ciudad para salir en ‘manada’.
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Leer más“En otros países sí respetan a los deportistas, aquí no. Hay pocas ciclovías y estas no son respetadas. La gente se parquea en plena señalización. Hasta la ATM y la Policía lo hace, ¿qué podemos esperar del resto?”, se queja Carlos Villamar, de 65 años.
Practicamos ciclismo en masa para hacer deporte, pero también para levantar nuestra voz de protesta. Queremos ser atendidos por todas las injusticias que vivimos a diario.
Ya son las 20:45 y más de 250 ciclistas empiezan su recorrido, que incluirá una parte del sur, así como el norte, por la avenida Plaza Dañín, para avanzar hasta la ciudadela Mirador del Norte y finalmente volver al punto de partida.
Al iniciar el ciclopaseo se encuentran con los primeros inconvenientes, ya que a esa hora algunos conductores se pasan la luz roja, generando temor en los deportistas, que con gritos y gesticulaciones exigen que se respete el semáforo.
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Leer másMás adelante, en la avenida 9 de Octubre y Malecón, un vigilante hace detener la marcha de los automotores para que la masa de ciclistas pueda continuar su recorrido. En este punto, los vehículos de dos ruedas le ganan la batalla a los conductores furibundos, que se van en contra del agente de tránsito y le reclaman por dar prioridad a los deportistas.
El recorrido continúa y a lo largo de este son pocos los agentes de tránsito que aparecen a la vista. Los que están actúan con pasividad y poca ayuda ofrecen.
En la avenida Democracia, al norte de Guayaquil, uno de los líderes ciclistas debe detenerse y poner su bicicleta como obstáculo para que los carros no avancen. El hombre realiza la labor de la autoridad, deteniendo a los carros con su mano derecha.
Estos problemas no son exclusivos de la noche. En un recorrido efectuado por la tarde junto a un grupo de ciclistas, se evidenció que los problemas se multiplican. Por ejemplo, a lo largo de la calle Malecón son decenas los automotores parqueados en el carril exclusivo de la ciclovía, lo que los obliga a transitar por la calle, causando problemas y en algunos casos hasta choques.
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Leer másA lo largo de la calle 10 de Agosto, la ciclovía también se encuentra en mal estado, lo que la hace prácticamente invisible para los conductores.
Pese a todos los obstáculos, estos recorridos sí dan cabida al encuentro familiar.