“Circular hoy por la Orellana implica ir por la vía del terror”

Las quejas se multiplican y giran en torno a la inseguridad que se percibe en la avenida Francisco de Orellana, una de las más extensas e importantes de la ciudad; y en la que, cada vez con más frecuencia, son comunes los robos a personas. Estén estas caminando, trabajando o en sus autos.

El viernes anterior, a plena luz del día, como quedó registrado en un video que se viralizó, y ante el temor y repudio de los testigos que (una vez más) por el miedo a salir lastimados no se atrevieron a actuar, en esta arteria, cerca de la ciudadela Los Rosales, dos hombres armados se acercaron a un vehículo cuando el semáforo cambió a rojo y en cuestión de segundos atracaron al conductor.

“No puedo creer que esto siga pasando a vista y paciencia de todos. Y es que no es la primera vez. En esta vía te pueden ya hasta matar. ¿Acaso eso están esperando? Agentes, actúen. No es nuestra obligación tomar otras rutas para sentirnos seguros. Ir por la Orellana implica circular por la ruta del terror”, se queja Ernesto Abril, habitante de la ciudadela El Cóndor.

Abril, quien en junio pasado fue testigo de cómo dos delincuentes (también armados) le rompieron la ventana a una conductora con una bujía, cerca de las 16:00 de un domingo en la intersección de la Francisco de Orellana con la avenida Los Presidentes, ahora evita en lo posible circular por ella.

“Lo hago porque no tengo cómo defenderme. Si me atacaran, quisiera tener el valor de acelerar, irme encima del ladrón; pero de seguro, con las leyes que tenemos, si lo lastimo el que termina en la cárcel soy yo... Los verdugos terminamos siendo las víctimas”, piensa.

Adriana Manosalvas, habitante de Álamos Norte, quien de igual forma ha cambiado su ruta para ir y venir del trabajo, aun cuando eso implica demorarse hasta 25 minutos más de lo previsto (o hasta 45 si hay tráfico), lamenta que en esta arteria, que se conecta con ciudadelas como la Kennedy (donde trabaja), Ietel, Alborada, Samanes, Mucho Lote, entre otras, no existan los suficientes controles y monitoreos.

“Aquí la Policía, el gobernador, la alcaldesa deben instalarse y multiplicar sus acciones para evitar que la Orellana se vaya a pique, como lo está haciendo”, exige, al señalar la cantidad de consumidores de drogas que ocupan la vía y las decenas de vendedores informales que rodean y se lanzan sobre los vehículos (y entre quienes, denuncian los mismos comerciantes, se camuflan los delincuentes), como los principales factores que inciden en el incremento de la inseguridad en la avenida.

Frente a este escenario, el coronel Patricio Baquero, jefe del Distrito Modelo, al que pertenece dicha avenida, asegura que se han tomado ya medidas. Cita entre ellas que se han multiplicado los operativos en puntos estratégicos (semáforos, calles oscuras y con aglomeración de comerciantes), y que asimismo se está haciendo trabajo de investigación en el lugar.

“Tenemos ya agentes investigativos del eje judicial y de la Subdirección de Investigación de Delitos contra la Propiedad, operando en esta arteria a fin de detectar a los delincuentes y actuar. Por la avenida que limita con el Distrito Florida, estamos trabajando además con los agentes de esa área”, sostiene. Añade que si bien son varios los videos y múltiples los testimonios que advierten del nivel delictivo que se percibe en la Orellana, en relación al 2019 los robos en los sectores que tienen conexión con esta avenida muestran una reducción del 55 %, aunque la ciudadanía opine lo contrario.

“Lo que pasa es que nadie denuncia. ¿Pero por qué hacerlo si el proceso está lleno de trabas”, reconoce Samuel Alvear, habitante de Samanes, a quien también en la Orellana, cerca del colegio Teniente Hugo Ortiz, le robaron la bicicleta en agosto. “Me detuve a guardar el celular en la maleta y allí de la nada, en segundos, me encañonó un tipo...”.

Respecto al número oficial de delitos registrados específicamente en la arteria, la Policía asegura que en los próximos días hará llegar las estadísticas a este Diario. Esto, teniendo en cuenta que las cifras que manejan son por vecindarios, por distritos. “No quiero adelantarme a dar cifras inexactas para crear falsas expectativas”, dice Baquero, quien reconoce que su personal tiene sobre todo sus ojos puestos en los limpiaparabrisas.

“No son todos, sin embargo hemos detectado que entre estos es que más se camuflan los infractores”, reconoce. ¿Y en qué tramos? Prácticamente en todos. El comercio informal, un tema por el que ya se han reunido con el Cabildo para generar más supervisión, relata, es evidente en toda la ruta.

“Necesitamos que este sector sea tomado en serio. La delincuencia nos está llevando en peso y ni siquiera en los vehículos, que son nuestras burbujas en la calle, ahora estamos seguros”, menciona Enna González, de Las Orquídeas, otro de los puntos conflictivos.

La comunidad exige regular a los comerciantes

Sugieren que tengan chalecos o un distintivo que los identifique

Teniendo en cuenta que los comerciantes informales fueron los que dotaron de alimentos y productos a la población durante los días más críticos de la pandemia, los habitantes sugieren que estos tengan chalecos o placas que los identifiquen.

“Necesitamos que el Cabildo los controle, pero no queremos que tampoco los saquen o maltraten. Sería ideal que sean regulados, así solo los que realmente quieren trabajar se quedarían. Eso sería ya de gran ayuda, ha funcionado con los recicladores en algunos barrios”, explica la arquitecta y habitante de la Kennedy Nathalia Vallarino, quien considera que con una medida como esta en la Orellana habría más orden.

Aunque la policía asegura que la inseguridad en esta vía está presente en prácticamente todos los tramos, para los habitantes son cuatro los puntos más críticos: las intersecciones de esta arteria con la avenida Rodolfo Baquerizo Nazur, con la calle Presidente José Luis Tamayo, con la Teodoro Alvarado Oleas y cerca de redondel de Las Orquídeas.

En todos, advierten, hay vendedores ambulantes y embotellamientos vehiculares, lo que no juega a favor de la seguridad, como lo reconoce la policía. Para la ciudadanía, la Autoridad de Tránsito Municipal debe también preocuparse más y aportar con soluciones.

EXPRESO consultó a la Municipalidad acerca de las medidas que aplicarán de forma inmediata en esta arteria para hacerla más segura, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.