Ciudadanía: “Por fin nos escucharon y el bosque ya es área protegida”

Alexa Ponce ingresó al bosque seco tropical de Samanes 1, ubicado al norte de Guayaquil, cargando un pequeño ceibo que lo apretaba a su torso, mientras que en su cara se dibujaba una sonrisa. No le importó haber viajado desde Jipijapa (Manabí), ya que no quería perderse el momento en que este espacio, donde sobresalen monumentales árboles y decenas de aves que se pierden entre las ramas, fue declarado como la primera área de conservación y suelo sustentable de la ciudad.

Punto para la ciudadanía, pues así como desde un inicio y por años lo ha venido contando EXPRESO, han solicitado que este pulmón, uno de los pocos de la urbe, reciba esta certificación, y que se le dé todas las garantías para su protección. Allí no solo se aprecian los centenarios árboles, sino que en su tierra se hallaron restos de la cultura Chorrera.

Emilene Aguayo, líder comunitaria del Bosque de Samanes 1, recuerda que por más de diez años lleva haciendo fuerzas hasta que hoy llegó una victoria, y expone sus argumentos. “Al no contar este espacio ya sea como un parque o bosque, corríamos el peligro de que un día sea vendido o usen el suelo de forma inadecuada, por lo que ahora se puede dormir tranquilo sin que se perturbe la paz del lugar”, subraya.

Afirma que la ciudad ha ganado y, cuando la llamen a las mesas de trabajo, prometidas por el Municipio, dará a conocer sus pedidos. Los más primordiales son la puesta en marcha de actividades, ya sea en el ámbito cultural, educativo o ecológico, para potenciar y aprovechar el sitio, y de ser posible la llegada de un guardabosque. Esto por si se llega a presentar un incendio o plagas en el bosque, que cuenta con 1,8 hectáreas de extensión.

Norka Elizalde, moradora, concuerda con Aguayo y participó en la siembra de especies, otra de las promesas del Cabildo que se harán en el bosque, pero le dio satisfacción que por fin la autoridad ponga sus ojos en este lugar que invita a la reflexión. “Después de tanto tiempo nos escucharon y el bosque ya es área protegida. Aquí hay ceibos patrimoniales, árboles nativos y algunas especies de loros en extinción”.

Ella se mantendrá vigilante que todo lo ofrecido por las autoridades, quienes ayer llegaron al punto, incluida la alcaldesa Cynthia Viteri, se cumpla. “Ellos se van a reunir con nosotros a ver el cuidado que se le va a dar. Todo bajo el punto de vista ambiental”, señala Elizalde, quien ahora se muestra más fortalecida por ver su bosque conservado.

Al lugar también acudió Hugo Chalén, dirigente comunitario, y quien asevera haber sembrado más de 200 árboles en el bosque. El miércoles 7 de julio tampoco fue la excepción y con la ayuda de una pala sacó tierra para hacer un hueco y sembrar una especie. Se mostró contento y, a su juicio, este logro le abre las puertas a otras áreas verdes del Puerto Principal para que se les dé el cuidado necesario y, por supuesto, preservar su flora y fauna.

Chalén agrega que esto apenas es el comienzo para el resurgir del bosque. “La protección no solo significa un acto, fotos o la visita política; es una responsabilidad de autoridades y ciudadanos, y que también debemos exigir”, subrayó.

Según el Cabildo, el bosque seco cuenta con 21 especies vegetales, de las cuales nueve se encuentran en la lista roja de conservación. Además, hay 29 especies de aves. También hay tres tipos de reptiles.