Ciudadanía: “No hay asiento que proteja tu vida en un bus”
Los usuarios se oponen a un alza del pasaje si no hay mejoras en el servicio en Guayaquil. En Quito también denuncian inseguridad y ruido
Que Daniel Chacón se movilice del norte al sur de Guayaquil como una sardina es solo uno de los problemas que a diario experimenta al subirse a un bus de transporte público urbano. Él tiene 22 años, ha viajado en colectivo desde que tiene 16; y siempre, advierte, ha vivido las mismas malas experiencias. “Con pandemia o sin ella, he ido aplastado, a tal punto que debo viajar mirando hacia el techo para intentar respirar al menos algo. Desde los 16, no me sirve de nada peinarme..., me estrujan tanto que salgo de la unidad despeinado. Es como si me hubiesen arrastrado tres cuadras”, se queja. Su experiencia es similar a la que experimentan los pasajeros en Quito, donde las quejas se multiplican.
El pedido del certificado de vacunación iniciará en Metrovía, aún no en los buses
Leer másPara Chacón, su testimonio basta y sobra para no estar a favor de que los conductores de este tipo de servicio en el Puerto Principal reclamen un alza de 10 centavos al pasaje, como lo han venido haciendo, conforme lo ha publicado EXPRESO.
Plantones, marchas y caravana de buses fueron las escenas que el gremio protagonizó el año pasado en señal de protesta, por no llegar a una solución. Que no hay economía que aguante, que el valor del combustible sumado al hecho de que la pandemia agudizó la crisis en este sector, al tener que circular con apenas el 40 % de los pasajeros, por seguridad; es el argumento que ha promulgado Christian Sarmiento, presidente de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas (Fetug), para solicitar el aumento en el valor del pasaje.
Los buses no dan seguridad, ese es el problema. Dejan subir a supuestos vendedores, cuyo aspecto refleja malicia y denota que hasta te pueden lastimar, y no me he equivocado. Te roban. Por eso jamás entenderé por qué los conductores dan luz verde a que tengamos un viaje de terror.
En la ciudad, la alcaldesa Cynthia Viteri ha dicho que no se subirá el pasaje y sigue llamando al diálogo (ver subnota); mientras la ciudadanía, por las mismas razones que da Daniel Chacón, se resiste a pagar más por un servicio que no mejora.
Buses cierran el año rodando a medias y sin hallar solución https://t.co/wjiDYjnz2t
— Diana Sotomayor Z. (@DianaSotomayorZ) January 19, 2022
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Leer másA Laura Vélez, una adulta mayor que vive en la ciudadela Álamos Norte, le molesta por ejemplo que las unidades se detengan donde quieran; y además nunca viajen con la puerta cerrada y permitan que suban los vendedores informales; que no son sino “delincuentes camuflados en comerciantes”.
“Ir en un bus es viajar con el corazón en la boca. Es ir en una discoteca o un sauna; es ver navajas, si estás de suerte, y si estás de malas, pues una pistola. Es jugártela porque los mismos conductores no ponen orden. Es jugártelas porque no les da la gana de abrir y cerrar la puerta para proteger a su gente, a nosotros”, relató; al recordar las veces que le han robado. Siete en los últimos cuatro años, sentencia. Dos con pistola, una con cuchillo y otra con estilete.
Me incomoda que los conductores dejen subir uno tras otro a los vendedores. Ni bien se baja uno sube el otro, y eso me genera temor. No digo que no hay que apoyar el comercio, pero llega a asfixiarte cuando este se da en un sitio tan estrecho, vulnerable. Donde no hay paro dónde correr.
“Con estilete, ¿puede creer? Era un joven que se trepó al bus con tremendo equipo de sonido, dizque para cantar. Y bueno, a la final no lo hizo, lo que sí hizo fue darnos un concierto de insultos. No merecemos eso. En los buses no hay asientos seguros, ni uno solo, que logre proteger tu vida o tus sentidos. Cuando decida el gremio ser ordenado y cumplir con las reglas, pues con gusto pago lo que sea”, agrega.
Una opinión similar tienen los ciudadanos Antonio Barco y Anabella Guerra, ambos guayaquileños, quienes a la lista de falencias, en la que ponen a la inseguridad en primer lugar, suman el estado de los buses.
El ruido que generan las unidades estresa tanto, que llegas a sentir dolor de cabeza. Viajas con miedo y, además, entre los gritos de los vendedores que se suben y te amenazan. ¿Y las paradas? Que nadie las respeten, es sinónimo de irresponsabilidad e indolencia.
Solo la línea 89 da un buen servicio, las demás tienen sus buses en malas condiciones, no tienen un buen aseo y la atención del conductor al usuario es pésima. Además del irrespeto a los paraderos, ponen en riesgo la vida de las personas discapacitadas y de la tercera edad.
“Van lento, los que están viejos; con la música altísima, que te duele hasta la cabeza; y frenando tanto que más parece que fueras sobre un caballo. Pagar más para seguir movilizándote así, no tiene sentido. A mí no me importa pagar más, pagar 50 centavos o un dólar, no me importa de verdad, si todo esto cambia”, señaló Guerra.
En Quito la calidad del servicio en el transporte público urbano no es tampoco la mejor. Día a día las quejas no cesan. “¡Oiga, pare, pare!”, gritó una mujer que bajaba con su hijo pequeño de una unidad cuando este comenzó a rodar sin que el menor ponga sus dos pies en el suelo. Ocurrió a la altura de la Plataforma Financiera en el norte de la ciudad. Hecho como este es el “pan nuestro de cada día”, dijo inmediatamente una pasajera. El chofer ni se disculpó ni bajo a ver si le había ocurrido algo al menor.
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Leer másEsta, podríamos decir, es la queja más recurrente de los usuarios del transporte público en la capital. Porque así, también figuran otros problemas como: sobrepasar el número de pasajeros permitidos, imprudencia con otros buses a la hora de recoger pasajeros en las paradas, invadir carril, subirse al parterre, rebasar en zonas no permitidas, permitir el ingreso de vendedores ambulantes, entre otras.
Marcia Poloqueme usa todos los días el servicio de la Ecovía para transportarse desde Quitumbe al centro de la ciudad, comenta que ahora en pandemia nunca han controlado el aforo y “sigue siendo lo mismo que antes”, porque en las unidades van como “sardina enlatada”. Por su parte, Tito Tanzado alude que las paradas del Corredor Central Norte son las más inseguras de la ciudad y están llenas de grafitis.
Con esta pandemia el aforo debe ser controlado por las autoridades. Salimos del terminal de Quitumbe con todos los pasajeros sentados, pero ni bien llegamos a las paradas el bus se llena. Deben impedir que se suban las personas a pedir dinero, a veces pueden ser ladrones.
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Leer másEl secretario de movilidad del Distrito Metropolitano de Quito, Ricardo Pozo, sostiene que, si bien a las operadoras de transporte urbanos se les ha aprobado incrementar la tarifa del pasaje, esto no constituye que será definitivo. “Nosotros constantemente estamos haciendo controles para monitorear”, dijo Pozo, agregó que hay “procesos que se activan” cuando existen denuncias en contra de los conductores o cooperativa que pueden llegar a ser sancionatorios y si las quejas llegan a un punto de cumplimiento no extremo se puede “revertir el incremento de la tarifa de pasaje”.
Si bien con el aumento de la tarifa del pasaje en varias operadoras de transporte se pensaría que estas saldrían beneficiadas, el escenario no sería aquel. Jorge Yánez, presidente de la Unión de Operadoras de Transporte Urbano de Quito, comentó que “la sostenibilidad del sistema financiero determina la tarifa de 42 centavos, por lo que no existe un beneficio”.
Siento que cada vez que me subo a un corredor me van a robar. No hay ningún tipo de seguridad. Me he dado cuenta que en varias paradas no hay ni cobrador. Las personas no pagan un pasaje para subirse en esos sitios. Y ni decir de lo viejas que están las unidades.
Pero si nos referimos al número de denuncias por el pésimo servicio en la transportación pública en Quito, la Secretaría de Movilidad hasta noviembre de 2021 receptó más de 3.000 quejas solo por el incumplimiento de aforo, hasta ese mes se abrieron 64 procesos sancionatorios y 30 expedientes. Varias denuncias se hicieron por redes sociales.
Frente a estos escenarios, el líder comunitario guayaquileño Fernando Alburquerque, del Movimiento Acción Social, exhorta a que los cabildos prioricen la inversión en la transportación. Si hay mejoras en el servicio, hasta el congestionamiento vial se reducirá. Hay estudios que lo confirman, ciudades que han dado un giro y ahora viven mejor, en armonía, piensa.
“Llegó la hora de que se piense incluso en el sistema de pasaje multimodal y que en las unidades y servicio existentes, se hagan respetar las normas. Hay que empezar por las paradas y el ruido, hay que ponerle un freno a todas esas molestias, que no benefician ni hacen fácil la travesía en un autobús”, sentenció; al hacer hincapié en que no solo este tipo de transporte tiene falencias, sino también la Metrovía, cuyas unidades, dijo, resultan insuficientes y cuyas rutas, además, no benefician al usuario, al no conectar más puntos e incluso cantones.
Quien está detrás del volante es el responsable de quien sube y baja de las unidades, y en Guayaquil al conductor poco o nada le importa eso. Solo se preocupa por llegar a tiempo y cumplir con las carreras. Le da igual, si todos vamos aplastados, aturdidos por la bulla o si nos están robando.
El tema de seguridad es lo más importante en estos tiempos. Uno no puede ir tranquilo si va de pie, porque se suben vendedores ambulantes y ladrones. En horas pico es más peligroso. Las unidades también necesitan renovarse, están muy destruidas por dentro.
Quito
Epmtpq: Mejoras en la Ecovía y Trolebús
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Leer másLa Empresa de Transporte de Pasajeros de Quito (Epmtpq) que opera los sistemas Trolebús y Ecovía, prevé iniciar en abril los procesos para mejoras en la calidad de atención a los usuarios, así lo explicó el gerente general, Danilo Rodríguez. Entre ellas estaría la llegada de 10 unidades de Trolebús eléctricas y el reacondicionamiento de varias paradas de la Ecovía. Las 50 unidades del Trolebús están evidentemente deterioradas y en 2024 cumplirían su vida útil, por dicha razón ya se tiene proceso para dar de baja a 26 unidades. En cuanto a las paradas de la Ecovía, cuyas adecuaciones para personas con movilidad reducida no son congruentes, porque para ingresar a las paradas existen rampa, pero para subir a la unidad no lo hay, esto se solucionará. “Están alrededor de 16 paradas que se deben intervenir. Este año trataremos de intervenir un buen número de paradas”, comentó Rodríguez.
Con las nuevas adecuaciones se elevaría la superficie de cada parada para que estén a la altura de cada unidad. Así mismo se prevé dotar de mayor seguridad a los usuarios. Desde este viernes se contará con un contingente de guardias de seguridad que se encargarán de resguardar a los ciudadanos en sus trayecto. “Son guardias de seguridad que estarán recorriendo las paradas y las unidades. Tendremos motorizados y camionetas que van a estar al servicio de la ciudadanía”, comentó el funcionario.
Se prevé que a partir de octubre de este año se vea reflejadas las mejoras que surgen a raíz del alza de la tarifa del pasaje.
El servicio es rápido, pero no respetan la capacidad de pasajeros en cada articulado. Faltan, además, más unidades para mejorar el servicio que brindan a los quiteños. Y ni hablar de las paradas que están algunas en mal estado y eso evidencia la mala calidad del servicio que nos dan.
Lo peor que me ha tocado vivir es el trato de los oficiales. Son unos irrespetuosos. Cuando el bus va lleno te gritan, quieren que pagues rápido el pasaje. Y cuando va cerca otro bus de su misma cooperativa, no respetan nada, suben la velocidad y no te dejan en la parada.
Yo uso a diario los buses. No respetan el aforo, ahora más que nunca. Adicional, cuando uno les hace la señal para que se detengan en la parada, no lo hacen y se van. Eso a nosotros nos perjudica, porque perdemos tiempo para hacer nuestras actividades hasta tener que esperar otro bus.
- Guayaquil
FETUG: “Con el alza sí habrá mejoras para el usuario”
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Leer másTras una serie de protestas y conversaciones, esta semana el presidente de la Federación de Transportistas Urbanos del Guayas, Christian Sarmiento, presentará al Municipio el detalle de lo que gasta y se invierte en las operaciones, para demostrar que es necesario el incremento.
“Gustavo Zúñiga, director de Aseo Cantonal, Mercados y Servicios Especiales, en representación del Cabildo, se ha reunido con nosotros para conocer nuestra problemática. Ha entendido lo que nos pasa y frente a ello, nos ha pedido ese análisis. Esta semana se lo daremos y allí explicaremos qué haremos también para mejorar el servicio”, dijo.
A decir de Sarmiento, entre los cambios que se prevén está la seguridad. “Colocaremos cámaras a todas nuestras unidades. Contamos con más de 2.650 y apenas un 3 % de ellas la tienen. Eso es algo que se debe mejorar”, señaló; al reconocer que el hecho de que los conductores viajen con las puertas abiertas, generando ruido y permitiendo que suban, sobre todo, los informales, son quejas que desde ya se deberán erradicar.
“El hecho de tener las cámaras nos permitirá regular. Hay que mejorar el servicio, es cierto, y también nos permitirá frenar el ingreso de vendedores, quienes muchas veces amenazan a nuestros conductores. Si uno no los deja pasar, hasta les tiran piedras”, explicó.
Hay quienes tomamos 4 buses para ir a un solo lugar, ¿se imaginan pagar para que te traten mal entonces más veces? Es inconcebible. Las unidades son viejas y hasta los conductores son irrespetuosos, algunos son compinches de los delincuentes. El servicio que dan es pésimo.
Además, dijo, de darse algún robo, los conductores entregarán los videos a la Policía y la Fiscalía para que sirva de prueba y como denuncia. "Hay quienes no denuncian, por miedo. El material que entregaremos ayudará a identificar al delincuente; y a la par, nos permitirá ver qué hace y qué no el conductor. Habrá más control, mucho más control", piensa.
Con respecto al irrespeto a las paradas de buses, Sarmiento reconoció que ha irrespeto de parte del conductor y el pasajero. "Hay quienes no quieren caminar más, pero también hay conductores que van y hacen carreras, eso sigue, es una realidad. Entonces, eso se regulará, pero se necesitan también cambios. Aquí los paraderos permiten que solo un vehículo se estacione, por la extensión que tienen. No es así en otros países, los paraderos son largos, para 3 o 4 unidades. Aquí debe haber también cambios. La idea es que haya cambios integrales, que apunten a fondo a las mejoras".