Ciudadanía: “La medida calma, pero no desaparece el pánico”
No se registraron las filas de días pasados tras el aumento de los aforos en los bancos. Los clientes reclaman medidas integrales
Las filas que hasta el pasado jueves se registraron afuera de las entidades bancarias de Guayaquil y de la mayoría de centros comerciales donde estas además se encuentran, ayer prácticamente desaparecieron. Que el aforo en estos espacios finalmente sea del 100 %, como lo pidieron los usuarios a fin de no ser más atracados, como lo publicó EXPRESO, ayudó a descongestionar las áreas.
Guayaquil: COE cantonal establece 100 % de aforo en entidades bancarias
Leer másLa medida, que fue tomada por el COE Cantonal luego de que se registre un nuevo ataque contra una persona que hacía fila para ingresar a un banco; obligó a que la alcaldesa Cynthia Viteri, quien preside el comité, decida que esa resolución de que el aforo sea solo del 75 % quede en el pasado.
Otro robo en los exteriores de un banco alarma a Guayaquil. Se sienten en riesgo incluso al hacer actividades cotidianas. Reclaman acciones urgentes.
— Diario Expreso (@Expresoec) October 15, 2021
“Tuvo que haber otra balacera en los exteriores de un mall, tuvo que haber otro ataque a los clientes, para que el COE Cantonal decida que nuestras vidas, a la final, sí eran importantes. Lo que ha hecho ahora esta organización es tarde, que quede bien claro eso. Los sustos y los robos registrados sí se los pudo evitar. Solo a nuestras autoridades se les ocurre dejarnos afuera de un banco haciendo cola con la plata en la mano. Es de llorar”, precisó ayer el cliente Miguel Tandazo; quien se encontraba en una agencia bancaria de la Rodolfo Baquerizo Nazur, en la Alborada.
Para tener seguridad en los bancos y toda la ciudad, hace falta primero organizar las cárceles y cambiar las leyes. Hace falta invertir en este problema, pero con urgencia
En el lugar, donde hasta hace dos días, las colas se extendían hasta por más de dos cuadras, apenas se pudo observar hileras integradas por no más de 10 o 15 personas.
“No sé por qué tuvimos que esperar a que los ‘sacapintas’ nos ataquen, solo en octubre, supe de tres casos. Todos con armas. Con la medida debo reconocer que ha vuelto en algo la calma, pero será temporal. Guayaquil está tan descontrolado, que el pánico vive con nosotros”, señaló la ciudadana Delia Paz; quien exhortó a que la banca ponga en práctica también otras medidas.
Un nuevo asalto a una persona que estaba en la fila del banco de un centro comercial
Leer másConsultada sobre este tema, la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), que tras lo ocurrido esta semana envió un pedido al COE Nacional para que permita a las entidades bancarias ampliar el aforo dentro de los bancos en todo el país; aseguró que a la par han solicitado que se elimine el requerimiento de tomar la temperatura a la entrada de las agencias. “Este requerimiento ralentiza el ingreso de los usuarios y, como ya se conoce, no garantiza una reducción del riesgo ante el virus”, señaló.
La guayaquileña Zaide Chávez lo reconoce. “En los últimos seis meses, esta medida ha vuelto todavía más caótico el problema en los bancos. Las filas, los límites de capacidad, el cierre de locales..., deberían ser ya cosa del pasado. Protegernos del coronavirus está en nosotros. Que nos cuiden de la delincuencia, depende de la Policía, el Estado, la ciudad, y nadie está tomando en serio el problema”, argumentó.
Ver a los agentes en los bancos y que en estos no se haga más filas, sí, da calma, pero temporalmente. Mientras no haya penas duras y trabajo, el problema será más crónico.
Para Chávez, que desde ayer la Policía haya incrementado las rondas en las agencias, como lo comprobó este Diario, será poco útil. Ella analiza la acción comparándola con los barrios y los sitios turísticos. “Se supone que hay agentes en todos los lados, pero los delitos no paran, sino que hasta se incrementan. En las mismas cárceles, se habla de vigilancia, de monitoreos y sanciones, pero todo está igual que antes. Que tenga alguien vigilándome, por lo tanto, no sana la herida. No soluciona el problema”, pensó.
La delincuencia acostumbró a la ciudad a vivir entre rejas
Leer másDanilo Méndez, quien se encontraba en un centro comercial del norte, comparte la opinión. “Puedo tener mil ojos resguardándome y entrar y salir del banco, sin filas y con todo hecho, que salgo de aquí y me matan hasta por quitarme los calcetines. Guayaquil está invivible. Ni vivir amurallados nos salva”, lamentó