Ciudadano: “Saturada y sin rumbo, La Puntilla me ahoga”
Los residentes critican la falta de planificación, evidente en los atascos y la movilidad. Las críticas toman fuerza en El Tornero
El tráfico asfixia a La Puntilla. Ni la existencia de dos puentes, ni los intentos de dotar de más agentes al lugar, ni la colocación de semáforos inteligentes ha evitado reducir esa sensación de impaciencia que afecta el estado de ánimo y humor de los residentes; que hartos de lidiar con el mismo escenario hace una década, exigen que “por primera vez” en esta parroquia urbana de Samborondón exista planificación.
La Puntilla pronostica calma con una ordenanza del ruido
Leer másQue es molestoso levantarse y dormirse pensando en el monstruo del atasco, que es frustrante vivir con dolores de cabeza causados por el tiempo que uno espera en las vías, pero que es todavía más indignante ser testigos de la pasividad de las autoridades frente a lo que denominan “una negligente administración”; es lo que denuncian habitantes como Sonia Moreira y Lina Ortega, quienes aseguran que el problema con el tránsito es apenas la punta del iceberg que desde afuera se ve.
Este Municipio no da nada a sus residentes, no tiene consideración con nosotros. No hay centro médico ni mercado público, seguridad, biblioteca o teatro público. No hay nada
“La Puntilla está saturada y sin rumbo, se ahoga y me ahoga, y desde la Alcaldía no se está haciendo nada para remediar el daño. Todos saben que los 10 kilómetros que integran esta arteria están colapsados, que son un completo infierno. Pero lo que muchos quizá no saben es que la falta de iluminación, el pésimo diseño de las aceras, la falta de pasos peatonales, la inexistencia de un parque público, los malos olores que emanan sus zanjas, la bendita contaminación, las ilusas promesas..., son en igual dimensión, otros problemas con los que lidiamos y de los que no nos hacen caso”, advierte Moreira.
En marzo pasado que EXPRESO entrevistó al alcalde Juan José Yúnez, el primer edil aseguró que son 100.000 vehículos los que a diario circulan por la arteria, por lo que defendió que se estén haciendo obras y que la existencia de los puentes sí estén dando los resultados deseados. “Si no fuera así, estaríamos peor”, dijo en ese entonces, al asegurar, además, que las áreas verdes, los sitios de descanso, el teatro y la biblioteca municipal, los juegos..., llegarán con la construcción del parque Bicentenario; pero ese argumento a la comunidad no la convence.
Juan José Yúnez: “Sé qué es prioritario, le apuesto a la convivencia” https://t.co/OVdOQPrXax pic.twitter.com/l57Dm4Db5f
— Caro Quintanilla (@caro_quintilla) March 7, 2022
En el sector, solo hay dos entradas y, lamentablemente, los permisos de construcción se han seguido dando sin analizar que ya no hay más cabida para nada. Necesitamos una salida urgente
Pese a la multa, el abandono sigue en sector El Tornero, Samborondón
Leer más“Dicen que el parque tendrá tres hectáreas, que a fines de este año estará listo, pero a mí no me hace gracia saber que debo esperar entonces seis u ocho meses más recién para sentir que respiro y que vivo en comunidad. Pagamos impuestos altísimos y vivo contrariado por el deficiente espacio urbano que me rodea. Yo no quiero ni tengo por qué vivir en una tonta burbuja, no quiero encerrarme en casa, ni cambiar mis hábitos. Quiero caminar fuera de mi ciudadela, andar en bicicleta, ir y venir del supermercado sin miedo, o sin taparme la nariz porque los canales de aguas lluvias apestan”, sentenció Rogelio Sánchez, del sector de Entre Ríos.
Las carencias que turban a la isla Mocolí
Leer másLa semana anterior, EXPRESO hizo recorridos diurnos y nocturnos para constatar la gravedad de las quejas; y fue testigo de como esos congestionamientos vehiculares, en ambos horarios, se extendieron por al menos cinco kilómetros, a la par que el ruido del problema (porque lo oyen y lo ven, alertan los conductores y peatones) ensordecía a quien se hallaba en el paso.
Entre el kilómetro 1 y 2,5, el calvario lo experimentaron los peatones, pero más aún los adultos mayores que trataban de agarrarse de las señaléticas que asomaban en las aceras para no tambalear y caerse cada vez que intentaban subir o bajar las veredas, que en algunos casos superaban los 30 centímetros de altura y tenían tantos desniveles, como si fueran miniescaleras.
A La Puntilla vengo de forma permanente y siempre para lo mismo: el peatón no tiene cómo cruzar y tiene un sinfín de obstáculos. Faltan sombra, rampas, seguridad para moverse
Esmeraldas León, de 67 años, reconoció que el espacio público no es inclusivo, por lo que se ve obligada a salir siempre en su auto, así su recorrido no supere las cinco cuadras. “La semana pasada leí en EXPRESO lo que sufren los peatones de Quito y Guayaquil, pero nosotros no estamos lejos de esa realidad. Si no sufrimos más es porque La Puntilla es una línea larga repleta de casas a los costados, y mire usted, ni siquiera así las calles son amigables. Ni siquiera así nos facilitan caminar. ¿Qué será que piensa el alcalde? ¿Que queremos tejer? Y de ser así, ¿dónde está el parque o el área comunal pública para que, como en las grandes metrópolis del mundo, nos reunamos, hacerlo en comunidad, entre amigos?”, cuestionó la residente del sector de El Tornero, también afectado “por la falta de visión”.
Sobre estas problemáticas, este Diario solicitó una entrevista al Cabildo para saber qué se hará de forma inmediata para resolverlas, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
En El Tornero, uno de los puntos conflictivos de La Puntilla e integrado por alrededor de 50 ciudadelas, dos colegios, una universidad y comercios; la residente Angie Lucas, con oficios en mano, enumera las veces que ha exigido al Cabildo seguridad, iluminación, estudios que den una solución a los congestionamientos y las razones por las que aún se continúan dando permisos de construcción, que han trastocado sus entornos. “Entregan porque sí, sin estudios previos y socialización, y todo eso nos está afectando porque con un nuevo espacio habilitado, más y más carros hay. En ciertos horarios se forman largas colas, a lo que se suman los autos parqueados en ambas aceras y no hay quien lo prohíba porque no siempre hay vigilantes. Sufrimos la inseguridad en todas las formas”, advierte.
Cámaras captan un asalto en una plaza comercial de Samborondón
Leer másY lo dice al referirse a los cables que ‘bailan’ en los postes o están amontonados en los bordillos, siendo esto otro factor de riesgo a las caídas; y sobre todo a los robos de los que son víctimas porque hay sectores que aún no están iluminados o lo están a medias y con focos que apenas sirven de guía. “Hemos pedido ayuda a CNEL y al Cabildo, pero esta no llega y, con ello, el problema se agudiza. Colocan una que otra luminaria, pero a las semanas se vuelven a dañar, y con ello ya nadie camina, no convive y los delincuentes se apoderan del sector”, alerta.
Ante esta situación, las familias piden que la planificación no tarde más en llegar. “Hemos sido pacientes, pero el vaso se ha llenado. No vamos a tolerar el silencio o la ineficacia. Ya no más”, sentenciaron.