La Milina renace: Tras décadas de olvido, comienza su transformación
Aunque con atrasos, las calles de este barrio residencial de Salinas son atendidas. Vecinos sueñas con parques y seguridad
Las denuncias realizadas durante al menos 30 años y la indiferencia que alegan haber recibido por parte de las autoridades municipales durante medio siglo finalmente lograron ser escuchadas. Aunque desconfían del tiempo que tomarán los trabajos o de si se cumplirán cabalmente las obras prometidas, La Milina ha comenzado a ser intervenida.
El hartazgo del barrio se centra en las falencias del alcantarillado
Leer másEsta semana, tras un retraso de tres meses, llegó la maquinaria municipal para romper las calles que históricamente han estado llenas de baches y polvo.
En mayo de 2024, los habitantes de La Milina, un sector residencial de Salinas, participaron en una reunión en la que representantes del Cabildo presentaron el esperado proyecto de arreglo vial. En esa ocasión, el alcalde Dennis Córdova aseguró que, a más tardar, los trabajos comenzarían en octubre de ese mismo año. Sin embargo, no pasó, lo que generó inquietud e indignación.
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Decepción y requerimientos de los ciudadanos
Los residentes, entre ellos guayaquileños que adquirieron propiedades en el lugar hace décadas, alzaron su voz el fin de semana anterior para recordar a la Alcaldía y a los concejales que el vecindario había carecido de atención.
“Estamos abandonados y hartos de tantas promesas y trabajos tardíos”, expresó entonces Guillermo Salazar, uno de los tantos habitantes que se ha visto obligado a vivir con polvo y lodo en invierno y falta de sombra todo el año.
Salazar criticó que, a pesar de pagar altas sumas de dinero en impuestos prediales, el Municipio no había cumplido con la promesa. Lamentó que el Cabildo, “como ha ocurrido en todas las administraciones municipales anteriores”, priorice los trabajos en parroquias donde “hay más habitantes locales y los votos cuentan”.
“El tema de los votos siempre ha pesado. Ha pasado en cada gobierno; pasa en General Villamil Playas con la ciudadela La Victoria, y también aquí en vecindarios como Costa de Oro, donde las familias, en su mayoría, son de Guayaquil y Cuenca, y adquirieron el bien para vacacionar. Como no hay mayoría de votos, no hay obras. Me alegro por el desarrollo de mis vecinos y mucho, solo le pido al alcalde que ahora que comenzaron las labores, las continúe, no haga pausas en invierno, se adelante a las lluvias y ejecute un trabajo íntegro para recuperar lo que un día fue este sector residencial. Somos también parte de Salinas”, señaló Nicole Miranda, guayaquileña que ha dejado de ir a La Milina cada fin de semana, como lo hacía cada sábado hasta 2017, “que en el barrio todo empeoró”
Playas: El Municipio baja el valor a pagar en impuestos en zonas donde no hay obras
Leer másEn La Milina, el tipo de viviendas (grandes, con salida al mar y varias con canchas y piscinas) contrasta con el mal estado de las calles de tierra que han dificultado el tránsito vehicular.
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“Ya no recuerdo cuándo fue la última vez que anduve en bicicleta. Y es que además el sitio es oscuro, carece de veredas y se ha vuelto inseguro. Yo solo espero que la reconstrucción se realice a tiempo y cubra todas las zonas prometidas, porque de nada servirá que arreglen un tramo si dos cuadras más adelante todo seguirá mal. Quiero que el alcalde sepa que estaremos vigilando de cerca la gestión. Aquí he sido muy feliz, pero he sido testigo también de cómo la plusvalía ha bajado y de cómo las familias que, en el pasado, en La Milina nos reencontrábamos, fuimos buscando otros destinos. Muchos vendieron sus casas, las ‘regalaron’. Y es que no ha sido fácil vender una vivienda levantada en terreno minado, con más agujeros que la misma Luna”, señaló Santiago Llerena, residente guayaquileño.
Reclamos por la falta de infraestructura adecuada
Aunque La Milina cuenta con alcantarillado sanitario, esta obra se logró después de una larga espera y con un retraso de tres años. Además, los trabajos realizados dejaron residuos y daños visibles en varias calles, como alcantarillas sin tapas, lo que ha obligado a los habitantes a improvisar con llantas para evitar accidentes, que asoman cada cierto número de cuadras.
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Residentes como Adolfo Klaere y David Samaniego, quienes viven en otras ciudades, han dejado de visitar el vecindario con la misma frecuencia de antes, por las mismas razones que el resto. A pesar de ello, continúan pagando los impuestos y, frustrados, esperan que pronto llegue el momento de ver sus calles lisas y conectadas.
“Aquí ya no es visible ni el malecón. El monte en los solares aledaños, donde se acumula el agua, se ha convertido en un criadero de mosquitos por el que nadie puede pasar.¿. La estancia es insoportable”, señaló Samaniego, quien, como Klaere, lamentó que en su momento se hayan roto calles para colocar una canalización que “ni siquiera funciona”.
Tener alcantarillado en Costa de Oro, la promesa incumplida
Leer másLa Milina forma parte de un grupo de siete barrios ubicados entre Puerto Lucía y Santa Rosa, conocidos como “los barrios polvorientos de Salinas”, que según la Alcaldía serán también intervenidos. Entre ellos están Carolina, Costa de Oro, Puerta del Sol 1, Los Geranios, Las Conchas y Carolina Privada.
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La Alcaldía explica el por qué de los retrasos
El pasado lunes que comenzaron los trabajos, que contemplan la construcción de una carretera asfaltada con aceras y bordillos que conectará a Salinas con el cantón La Libertad, el alcalde Dennis Córdova pidió paciencia a los habitantes y explicó que han enfrentado inconvenientes en el proceso de contratación.
“No les he mentido, pero hubo reclamos en los procesos de contratación y eso retrasó todo”, indicó.
Córdova, quien reconoció que estas zonas no han recibido la ayuda de nadie por al menos 60 años, detalló que tres proyectos han sido licitados para alcanzar este fin, siendo el principal la construcción de una avenida exclusiva para vehículos livianos, que incluirá alcantarillado pluvial para evitar inundaciones.
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Daniela Guzmán, quien se mudó recientemente al vecindario, espera que ese renacer de La Milina incluya, “aunque no sea este año”, la construcción de un parque. “Alcalde, aquí no hay áreas verdes públicas y eso une y refleja convivencia. Es parte de la libertad, del derecho a vivir en un espacio público digno. Es la gente el corazón de un barrio; y si las mejoras no incluyen sombra, iluminación, espacios e infraestructura para los niños y el adulto mayor, posiblemente todos seguiremos encerrados. Este renacer puede ser no solo vial. La gente quiere recuperar a Salinas, anhela tener de vuelta a ese balneario donde, como en la época de los 90, todos se conocían, iban de una casa a otra, caminaban sin temor, hacían fogatas. Reían y sobre todo confiaban...”, señaló.
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