Guayaquil: Clases virtuales desde aulas vacías y sin internet en casa
La falta de equipos tecnológicos no es problema solo de los estudiantes. Los docentes de colegios privados van al plantel para realizar su trabajo
Desde que las instituciones educativas cerraron en 2020 debido a la crisis sanitaria, por la COVID-19, el maestro Gustavo Jaramillo, de la Academia Naval Visión, ha tenido que ingeniárselas para que sus 110 estudiantes puedan recibir diariamente las clases virtuales de Ciencias Naturales, Biología y Anatomía.
Matriculación escolar extraordinaria en planteles fiscales, hasta el 14 de septiembre
Leer másLa falta de computadora e internet no es un problema exclusivo de los 4,5 millones de estudiantes ecuatorianos, donde más de un millón no cuenta con esos recursos; también lo padecen los maestros, incluso aquellos que laboran en planteles privados.
Este es el caso del maestro de 60 años, quien para poder impartir sus asignaturas desde su casa, a los alumnos que cursan desde octavo hasta tercero de bachillerato, se vio obligado a buscar ayuda en su colegio.
Y no es el único. En el país hay más de 200.000 profesores de diferentes sostenimientos educativos, pero el 50 % de ellos no cuenta con internet en sus hogares o es deficiente para enfrentar la virtualidad, a la que no todos tienen acceso.
La entidad permite a los docentes que ocupen los equipos de cómputo y salones. Además, les facilita laptops para que puedan dar sus clases, sin contratiempos.
Guayaquil: El posible regreso a clases presenciales tiene dos caras
Leer másDurante todo el período escolar anterior y en lo que va del actual del régimen Costa, Jaramillo llega al colegio particular, ubicado en el centro de Guayaquil, para desde uno de los laboratorios o alguna aula vacía conectarse con sus alumnos que lo siguen al otro lado de la pantalla, desde sus hogares, a través de las plataformas virtuales que utiliza el plantel. En el sector educativo fiscal, los niños y jóvenes reciben las tareas por WhatsApp.
Vestido con su uniforme blanco militar, que identifica el rango que tiene en la academia naval (también es inspector general), el maestro se sienta frente al computador, con audífonos y un micrófono. A su lado tiene una mochila con el material necesario para poder desarrollar de mejor manera sus clases.
El colegio nos brinda un espacio cómodo y seguro para que los maestros podamos impartir las clases virtuales. Eso es una ayuda para quienes no tienen los recursos en casa.
“Enciendan las cámaras y digan presente”, insiste el docente con 30 años de trayectoria. La voz de un estudiante se escapa de la plataforma virtual, y un ‘buenos días’ seguido de otro llenan el espacio vacío.
Entonces inicia la clase donde no solo enseña conceptos; también trata de abordar la práctica con experimentos sencillos que emulan los escolares.
Clases por Whatsapp aunque haya computadora en casa
Leer másDice que las clases virtuales lo han desafiado a permanecer en el escritorio de su aula, al que antes solo se acercaba cuando los niños se iban a sus casas y él calificaba las tareas.
“Voy al colegio porque en mi vivienda no cuento con los implementos tecnológicos adecuados”, narra quien diariamente se expone a un nuevo contagio, pues el año pasado tuvo COVID porque nunca pudo quedarse en casa, luego del inicio del curso lectivo.
La misma situación experimenta Lady García, de 35 años, maestra en la Academia Naval Guayaquil, ubicada en el norte de la ciudad. Ella tiene a cargo 100 estudiantes de primero a sexto, a quienes imparte Educación Física y Karate; y a los de bachillerato, con los que tiene Participación Estudiantil.
La educación privada pierde el 20 % de sus estudiantes
Leer másAl no tener en su casa un espacio para ejecutar los diferentes ejercicios y movimientos de cuerpo, tuvo que pedir a las autoridades del plantel que le permitan utilizar la sala de karate y los implementos que necesita para lograr el objetivo.
García acude de lunes a viernes al colegio, donde aún no asisten sus alumnos a clases presenciales, pero ella les sigue la pista a través de la pantalla.