IMG_6033
Los cadáveres que yacían en el contenedor que no refrigeraban fueron movidos al que supuestamente había sido reparado. El sector huele mal.Flor Layedra Torres

Colapso en la morgue de Guayaquil: Movieron los cadáveres a otro contenedor

A pesar de las advertencias, Medicina Legal abrió de par en par las puertas, luego de 22 días sin refrigeración

Lo ignoraron todo. Médicos que fueron consultados por este Diario dijeron que no debe abrirse esa puerta, pero lo hicieron. El Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses movió aproximadamente 100 cadáveres que estaban en estado de putrefacción en horas de la tarde.

Hace 22 días, uno de los tres contenedores que no funcionaba y en él había aproximadamente 100 cadáveres que ya hedían. Ahora, el sector huele a podrido.

IMG_6038

Caso morgue: Guayaquil en manos del Estado

Leer más

Francisco Plaza, médico, expresidente del Consejo Médico Andino y experto en salud pública, advirtió que si abrían esos contenedores pueden producir enfermedades infectocontagiosas, porque las moscas y otros insectos se posarán en los cadáveres y luego van a estar en contacto con el agua y alimentos que luego ingeriremos. “Allí van por bacterias, hongos y parásitos”.

Además, el sector se convertiría en “un foco séptico, además de que genera una mala y macabra vecindad”, manifiesta Plaza.

Por su parte, Roberto Ponce, médico, especialista en gerencia de auditoría de la calidad de salud y exdirector ejecutivo de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess), había indica que abrir ese contenedor era perjudicial para la salud. Tampoco se podía colocar esos cuerpos en el contenedor. Pero los funcionarios forenses hicieron caso omiso.

IMG_5990

Colapsa la morgue de Guayaquil: hay quejas por fuerte olor y daño de contenedores

Leer más

Es por eso por lo que Ponce recomendó que los cuerpos sean tratados, bajo un protocolo muy controlado, como desechos biológicos, por la condición en la que se encontraban y el avanzado proceso de descomposición de los cuerpos. Es decir, que estos debían ser incinerados en el cementerio, por su alto riesgo biológico.

Por otra parte, Plaza aconsejó que se metan a todos los cadáveres en cal, para preservar la salud y bienestar ambiental. Pero “aquí vivimos en un país donde el salvajismo está a la orden del día”.

Además, subrayaron que el manejo de los cuerpos debía ser en un lugar idóneo, no en el patio de la Policía. Esto, porque el Centro Forense Guayaquil no cuenta con una infraestructura apropiada que permita la manipulación de los cuerpos, manifestó Plaza.

¿Te gusta leer Diario EXPRESO? TE PUEDES SUSCRIBIR AQUÍ.