Los colegios, blanco del hampa y de las llamadas extorsivas
Los asaltos a estudiantes, los robos a sus instalaciones y a buses escolares los llevan a tomar nuevas medidas. Refuerzan seguridad con cámaras y guardias
Instalar nuevas cámaras de videovigilancia de más alcance, duplicar la presencia de guardias privados e implementar botones de pánico para monitorear posibles amenazas son algunas acciones que han tomado los directivos de varias instituciones educativas privadas para ofrecer seguridad a estudiantes, profesores y padres de familia dentro y fuera de sus instalaciones.
Como lo ha informado EXPRESO en varias ediciones, con el retorno a las clases presenciales los estudiantes se han convertido en blanco de la delincuencia, mientras que los planteles reciben llamadas extorsivas en las que se piden dinero a cambio de no ser afectados por la violencia.
La Federación de Establecimientos Educativos Particulares Laicos del Guayas (Fedepal), que agrupa a 80 planteles privados, ha dado a conocer esta problemática a la Policía.
Martha Córdova, presidenta del gremio, informó a EXPRESO que desconocidos se han dedicado a llamar a los planteles para realizar amenazas de hacer explotar a los expresos escolares. “También envían notas amenazando de muerte a directivos, docentes y familiares si no les entregan dinero”, anota.
Córdova se reserva los nombres de los centros educativos que han sido blanco de esta situación. “Queremos evitar posibles retaliaciones y entorpecer la labor de la fuerza del orden”, destaca.
Las autoridades educativas aseguran que no han recibido denuncias formales de planteles sobre alguna amenaza por parte de grupos delincuenciales. Pero señalan que en caso de que existiera debe realizarse la denuncia formal en la Fiscalía para que inicie una investigación.
Hemos colocado cámaras en los exteriores de la institución y reforzado la presencia de los guardias privados para garantizar la seguridad de alumnos, docentes y padres.
Mientras que la Policía se ha comprometido a resguardar los colegios y a dar tips para prevenir hechos de violencia.
Ante este panorama, los rectores de los colegios refuerzan las medidas que han venido aplicando desde hace varios años.
Sería bueno que los uniformados ayuden a controlar los alrededores del centro educativo y que se capacite a estudiantes y profesores de cómo actuar en el caso de un incidente.
La Academia Naval Visión (Anavi), en el centro de la ciudad, ha mejorado los equipos de seguridad que permiten detectar los movimientos durante el día y la noche dentro y en el perímetro externo del plantel.
“Un circuito de 26 cámaras de videovigilancia es monitoreado por inspectores y coordinadores para tener el control de lo que pasa en cada una de las aulas, pasillo y canchas. Además alcanzan a cubrir la parte externa”, revela Andrés Jaramillo, coordinador general de Anavi.
El asesinato de un estudiante cuando salía de clases en el colegio fiscal Juan Bautista Aguirre, en el cantón Daule, provincia del Guayas, encendió la alerta de los padres ante el peligro que acecha a sus hijos en los exteriores de los planteles educativos.
— Diario Expreso (@Expresoec) May 26, 2022
A ello se suma el control establecido en el ingreso y salida de los estudiantes. “Desde que se bajan del transporte escolar o carro particular son recibidos por profesores para ingresar al plantel; mientras que a la salida solo pueden ser retirados por personas que la institución tiene registradas”, agrega.
El transporte escolar también es custodiado. Cada unidad cuenta con la ayuda de un representante de la cooperativa que ofrece el servicio y un auxiliar que acompaña al alumno desde que aborda el bus en el colegio hasta que lo entrega a la familia al llegar a su casa. A los estudiantes se les ha prohibido que lleven celular al plantel porque corren el riesgo de ser violentados.
“Queremos evitar cualquier percance y brindar más tranquilidad a los padres”, recalca.
Algo similar ocurre en la Unidad Educativa Santo Domingo de Guzmán, norte de la urbe. Sor Martha Vásquez, rectora de la institución, comenta que han colocado cámaras de seguridad en diferentes puntos de los exteriores del plantel. Cinco personas, entre guardias e inspectores, son los encargados de monitorearlas y dar las alertas en caso de amenaza. “Siempre las tuvimos dentro del colegio, pero ante la inseguridad que afronta la ciudad nos vimos en la necesidad de instalar otras en los exteriores. Esto ha beneficiado al colegio y a quienes habitan en Urdesa, ya que les hemos facilitado los videos a la Policía para que pueda revisar la acción delictiva originada en la zona”, resalta.
El número de guardias privados también se duplica y sus horarios se amplían cuando hay eventos especiales en el plantel.
La entrada y salida de los estudiantes está a cargo de Raúl Guerrero, coordinar de gestión de riesgos y transporte de la institución, quien informa que se ha pedido a cada chofer de transporte y dueños de cooperativas el récord policial y una declaración juramentada y notariada de no estar involucrado en delitos sexuales. Además, en la parte externa del colegio hay profesores colocados en puntos estratégicos.
“Los docentes usan radios Woki Toki y en caso de alguna anomalía avisan a los guardias privados para que tomen las medidas del caso. Estos tienen permisos para usar armas, de ser necesario”, resalta.
Otros colegios de Guayaquil también cuentan con equipos de vigilancia y el botón de pánico que les permite estar en contacto con la Policía que realiza rondas en los horarios de salida.
Los rectores han pedido a los uniformados que capacite al personal de los planteles para que sepan cómo actuar en caso de que se presente algún problema.
