Comités barriales en Guayaquil: protagonistas en la lucha por una mejor ciudad

Muchos de los barrios tradicionales de Guayaquil están organizados por comités barriales. La Alborada, Sauces, Urdesa, La Garzota, Samanes, El Cóndor, Los Ceibos, el barrio Garay, La Pradera, La Saiba..., son apenas algunos de los tantos que existen y han destacado por luchar por sus residentes, por sus espacios públicos, por la ciudad.

Para quienes los presiden, estas organizaciones son fundamentales para el desarrollo humano y de la urbe. Son la voz de los guayaquileños y el nexo con las autoridades. Hoy, en el mes en el que Guayaquil conmemora 204 años de su independencia, EXPRESO dialoga con algunos de ellos para conocer más de su labor; y la razón que los motiva a liderar las comitivas...

Gustavo Rivadeneira es el líder comunitario del Barrio del Salado y gestor comunitario del Distrito 3 de Guayaquil. Hace 15 años este grupo comunitario trabaja no solo para hacer actividades de recreación para sus moradores, sino también para ayudarse entre ellos, ya que su población es adulta mayor. Por ejemplo, una vecina necesitaba un plomero y por seguridad, le pide una persona de confianza.

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Importancia de los comités barriales

Además de ello, expone que el rol que juegan los líderes barriales es clave, ya que trasladan las necesidades de la comunidad a las diferentes áreas de la dependencia pública y a su vez encontrar soluciones a estas. Con él concuerda Renate Schenker, presidenta del Comité Los Ceibos. Uno de los retos que tuvo que afrontar es contar con mayor seguridad.

Para ello, ella afrontó esta situación ante el Municipio. Al principio solo contaban con un patrullero para ese distrito que cubría hasta la parroquia rural Chongón, ahora cuentan con cuatro patrulleros adicionales de Segura EP. Además, lograron legalizar las rejas existentes de la ciudadela y están buscando colocar otras por la Unidad Educativa Bilingüe Jefferson.

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Por otro lado, al contar con un comité barrial, se logra mantener los ideales, expone Schenker, como el ser un barrio residencial y tener unidad entre todos los moradores. Para lograr las metas, Martha Béjar, presidenta vitalicia de la Asociación Cívica de Voluntariado, cree que es fundamental la formación en voluntariado cívico, porque de esa forma las organizaciones pueden perdurar en el tiempo, ya que saben cómo organizarse en pro de las ciudadelas.

Ninguno de los líderes barriales tiene un sueldo. Schenker y Béjar cuentan que ellas han tenido que ayudar con la limpieza de sus barrios, sembrar y hacer actividades para embellecer las ciudadelas. Sin embargo, el lograr mejoras para sus sectores es mejor como comité barrial que como persona individual, afirma la líder de Los Ceibos.

Además de que el saber cómo gestionar la ayuda municipal y estatal contribuye a un mejor bienestar, dice Rivadeneira.

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