Conductor se estrelló contra una casa en Guayacanes para escapar de un robo
Un joven era perseguido por delincuentes. En su afán de evitar ser víctima del robo, perdió el control y se estrelló
La madrugada de este viernes 26 de julio, un joven de 21 años que conducía su vehículo terminó estrellándose contra la casa de un vecino en su afán de huir de delincuentes que lo seguían.
El incidente ocurrió a las 00:08 en el sector de Guayacanes, en el norte de Guayaquil. Tras ser rescatado del automóvil, el joven fue trasladado a un centro de salud.
Los residentes del inmueble relataron que estaban dormidos cuando un estruendo los despertó sobresaltados, sin imaginar que la casa afectada era la suya.
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“Pensé que el accidente había sido en la casa de un vecino. Cuando bajé a ver qué había pasado, me percaté de que el impacto había ocurrido en la fachada de mi propia casa. Dicen que el chico era perseguido por delincuentes y que perdió el control. Afortunadamente, solo son daños materiales”, manifestó uno de los residentes del inmueble de tres pisos.
Personas cercanas al conductor contaron que él era perseguido por sujetos en motocicleta y que se estrelló tratando de escapar de ellos. Posiblemente, la intención de los delincuentes era robarle o secuestrarlo.
La señalética, una necesidad paralela
A pesar de los momentos de angustia, los habitantes de esta zona solicitaron a la entidad encargada que instale un semáforo para evitar futuros accidentes de tránsito.
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“Siempre hay choques en esta zona. Esta vez fue porque el joven escapaba de delincuentes, otras veces ha sido por la imprudencia de los conductores”, sostuvo un lugareño.
Los habitantes exigen seguridad en el norte
Para Sonia Maridueña, quien habita en este vecindario, urge que la Policía ejecute más control en el norte. Alerta que la avenida Francisco de Orellana, que colinda con Guayacanes, se ha vuelto tan peligrosa como antes. “Ves carros y motos sin placas y con las luces apagadas, aquí hay robos todo el tiempo, hay violencia. Necesitamos que se actúe. No podemos más, no estamos seguros”, sentenció.
José María Benavides, quien habita en el mismo vecindario, aseguró en cambio que caminar pasadas las 19:00 se ha vuelto ya imposible, debido a que hay motociclistas que siguen a las familias hasta en los callejones.
"Hace una semana, una sobrina debió meterse a uno de los parques donde había gente haciendo ejercicio para librarse asimismo de un robo. Ella corrió por cuadras hasta que halló este sitio, que por suerte estaba lleno de familias. Y es que ahora, la gente ya no sale ni a los parques. Ya nada es seguro en el vecindario", alegó.
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A Adrián Mesa, quien habita en Samanes, el vecindario aledaño a Guayacanes, la falta de operativos ha vuelto vulnerable al espacio. "Nunca ves a nadie haciendo rondas. Nos defendemos con los guardias privados que tenemos en las peatonales o los conserjes que contratamos que, a través de un chat, nos alerta de cualquier movimiento sospechoso. Aún así nadie está tranquilo porque no tenemos suficientes herramientas para defendernos. Urge una intervención. Queremos tener viva de barrio, pero cada vez ese anhelo se torna más difícil", reconoció.
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