Ciudadanía: “La inoperancia en las vallas causa saturación y contaminación”
Ciudadanos y urbanistas exponen cómo la urbe se ve afectada con el incremento de las estructuras. Cuestionan qué pasaría si una cae y ocasiona daños o muerte
Caos en las alturas de Guayaquil. Así es como describen algunos ciudadanos, urbanistas y empresarios al crecimiento indiscriminado de las vallas publicitarias que, así como lo dio a conocer EXPRESO en la edición del miércoles 2 de marzo, es una anomalía que inició en 2019 y que hasta ahora se contabilizan 280 trámites, ya sea para regularizarse o para ser retiradas, pero que revelan la débil vigilancia municipal.
Hay denuncias que han sido suscritas por los titulares de las empresas dedicadas a esta actividad, y quienes se sienten perjudicados por la competencia desleal que esto representa y, sobre todo la falta de control. Pero no son los únicos. Las quejas también alcanzan a las ciudadelas, pues residentes se lamentan que esto representa contaminación visual y tengan que soportar hasta interrupciones al momento de dormir.
Guayaquil: Las vallas irregulares ganan alturas sin freno municipal
Leer más“Nunca hemos tenido vallas, peor estas gigantes que solo se ven en carreteras. Es terrible que en una zona residencial existan vallas de este tipo sin permiso municipal, que en todo sentido perjudican y obstaculizan la visión poniendo en peligro incluso a quien maneja”, expresa Cecilia Tacuri, habitante de Lomas de Urdesa.
Ella se refiere a la estructura que se levanta en la Calle Sexta, entre Bálsamos y Las Lomas y cuyo reclamo fue enviado al Municipio el año anterior, pero la estructura sigue en el sitio. Incluso en el documento se detalla que no consta con el informe técnico favorable para la instalación del rótulo.
En realidad hay un exceso de ruido visual en Guayaquil, exceso y saturación de información con la colocación de estas pancartas o avisos, incluso algunos con luces brillantes
Monserrat Almeida, otra moradora, también se lamenta que esto le haya quitado la mirada al paisaje que tiene esta zona del norte. Así lo resume: “Nos ha quitado la visibilidad del lindo paisaje de las montañas y la luz en la noche molesta muchísimo. Realmente esta valla no está en un lugar apropiado para colocar dicho anuncio. ¡Urdesa sigue siendo una zona residencial!”, subraya.
Bajo la observación del arquitecto Florencio Compte, reconoce que esta saturación afecta directamente a conductores, y que no se deberían usar los parterres para su colocación.
De cara a cara al peligro en las vías de Guayaquil
Leer másEs claro y sentencia que estos espacios deben ser utilizados para arborización. Y lamenta que en algunas ocasiones han sido arrasados los árboles para poder colocar las vallas. “Tiene que haber una regulación sobre el uso de los letreros dentro del área central, cuánto pueden sobresalir de la fachada, sus dimensiones, si pueden o no tapar elementos de edificaciones que tengan algún valor arquitectónico y que no contamine visualmente”, explica.
Luis Alfonso Saltos, experto en planificador urbana, concuerda con Compte y cuestiona a quién recaería la responsabilidad si una de estas vallas irregulares se llega a caer y perjudique a una vivienda, edificio, conductor o un peatón. “Al Municipio recaería porque al fin al cabo determina las normas. Un ejemplo es que, hace años, para sacar un quiosco daban los planos de cómo debía ser, ancho de acera mínimo, y si no era igual, se negaba, ¿y al resto de mobiliario urbano”.
Todo el mundo veía lo que estaba pasando... Y eso genera una falta de ingresos al Municipio, a la recaudación que puede servir para obras que tanta falta le hacen a Guayaquil
Argumenta que la saturación de estas estructuras obliga a quienes manejan algún vehículo se distraiga. Y va más allá. “En algunos casos se tapan edificios patrimoniales o atractivos, pero también está el hecho de que se debe socializar con los moradores del sector inmediato”, enfatiza, al recordar que una parte del dinero recaudado del alquiler (aunque sea mínimo) deba representar una contribución o mejoramiento a su calidad de vida urbana.
El Municipio desmontó tres vallas en el norte de la urbe
Leer másUn comentario similar otorga Miguel Villao, habitante de La Garzota, y quien se siente hasta cierto punto “confundido” con tanta publicidad que observa cuando circula por la Tanca Marengo o la Francisco de Orellana. “La inoperancia y falta de control en este tema causa eso, saturación y contaminación visual. De noche, por ejemplo, hay una valla con pantalla LED, en la avenida Del Bombero, que tiene una intensidad fuerte, y molesta”, cuenta el comerciante.
Las vallas irregulares ganan alturas sin freno municipal
— Juan Daniel Ponce Merchán (@JuanDaPonce) March 2, 2022
La anomalía inició desde 2019 y se cuestiona por qué se permitió su colocación indiscriminada. Hay 280 procesos en trámite que delatan la falta de supervisión.
Mi reportaje de hoy en @Expresoec https://t.co/wo6yKKWEuj
Él también se pregunta cuál sería el accionar del Cabildo si una de estas estructuras se desploma. “Si ya se sabe que son irregulares, no hay garantía de nada y entonces por qué se permitió su ubicación”, cuestiona.
Y de eso también da cuenta el empresario inversionista extranjero Gabriel Muñoz Calle, de Ecuavallas, quien ve con mucha preocupación que las cientos de vallas y pantallas ilegales no cuentan con la póliza de responsabilidad civil, lo que si se llegan a caer, no hay quién responda.
La valla que colocaron al final de la calle Sexta ha sido algo sumamente desagradable, nos ha quitado la visibilidad del lindo paisaje de las montañas y la luz en la noche molesta mucho