Contradictoria prohibición al barco Morgan para navegar
Buques hasta tres veces más grande navegarán por el río, mientras que el gigante del río Guayas continúa estancado. Las autoridades no se responsabilizan de la decisión
Hay una duda que ronda en la cabeza de los guayaquileños amantes de la navegación. Ver al Morgan varado hace meses contrasta con el anuncio del desfile náutico que convocará a enormes embarcaciones extranjeras y nacionales en la ciudad, entre el 3 y 6 de mayo próximo.
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Leer másQue por qué unos pueden navegar y por qué el Morgan, no, es lo que se preguntan. Y no porque rechacen la idea de que los enormes buques recorran las aguas del Guayas (porque, de hecho, lo creen favorable para el turismo), sino porque no comprenden dónde están las trabas para que el representante del Puerto Principal también lo haga.
En un reportaje anterior, publicado por este Diario, el propietario del Morgan, Claudio Llanas, indicó que no podía hacerlo, según se lo había informado la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), por sus mástiles de más de 20 metros que ponen en riesgo las cabinas de la Aerovía, que se encuentran aproximadamente 9 metros del nivel del mar. Que podían rozarlas, dijeron; pese a que en la creación de la estructura aerosuspendida se planteaba mantener la libre navegabilidad y la precautelación de la seguridad en la navegación.
Entonces, se propuso que la embarcación baje sus mástiles, algo que para su propietario era prácticamente imposible, no solo por el costo que implicaba hacerlo (alrededor de $ 80.000, sino porque la identidad del barco se perdía). Lo paradójico ahora es que las embarcaciones que llegarán y harán un recorrido similar superan casi el doble del tamaño de esos mismos mástiles.
Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Pública de Turismo, organizadora de la actividad ‘A toda Vela 2022’, como se denomina el evento, recalca su importancia, pero de lo que pasa en Guayaquil, dice poco. Las respuestas no están claras. “Lo que vamos a tener es una ventana abierta para el turismo, puesto que vendrán embarcaciones de Brasil, Colombia, Perú y Uruguay. Esto se lo realiza cada cuatro años, vamos a hacer una fiesta durante los días que dure ‘Guayaquil a Toda Vela’, detalló. Pero sobre por qué unos navegan y otros no, si el riesgo -en teoría- sigue allí, apenas se limita a decir que no es la encargada de permitir o prohibir la navegación. “Yo me lavo las manos sobre este tema, no es mi competencia”, dijo la organizadora del evento náutico, mostrando su deseo de poder hacer parte a la emblemática embarcación de este evento importante.
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Leer másPara el capitán de navío y exdirector de Instituto Oceanográfico de la Armada Nacional, Byron San Miguel, el Guayas no está siendo bien utilizado. “En todos los países los ríos sirven para el transporte fluvial, pero aquí prácticamente cerraron el Guayas. Hay dos errores grandes que influyeron en ello: el puente de la isla Santay y la Aerovía. Por estas limitaciones se ha muerto el turismo en él”, opinó el profesional hidrógrafo; que se mostró sorprendido al ver que existe esa diferencia respecto a los permisos para zarpar.
“Lo ideal sería que permitan navegar hasta los límites de seguridad. El Morgan es una inversión que se hizo cuando no había ni puente ni Aerovía. En los ríos no deben ponerse obstáculos. A nadie”, expresó San Miguel.
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Leer másEn el desfile náutico participarán el Buque Escuela Guayas, que tiene una eslora de 78 metros. Además de algunas internacionales como la embarcación uruguaya ‘Capitán Miranda’, que llega a los 64 de longitud , y la colombiana- Arc 20, de 80; además de los buques que llegan desde Brasil y Uruguay, cuyo largo superan incluso los 100 metros. Estas veleros navegarán por el río Guayas pasando por el puente basculante de la isla Santay, hasta la boya de exclusión que está ubicada 800 metros antes de llegar a la Aerovía. Los mismos se quedarán anclados posteriormente para que los ciudadanos puedan conocer las instalaciones interiores.
Llanas no entiende la razón por la que su barco no es tomado en cuenta. “Los pocos días que navegó el Morgan a inicios de año, tras casi dos años anclado, cumplió con todo lo dispuesto y navegamos hasta donde era permitido, teníamos los permisos de la Armada Nacional, pero no nos dejaron continuar trabajando”, recordó; al considerar un contrasentido que puedan operar buques más grandes por la misma ruta, que a él le ha sido negada si no hace cambios en la estructura, añadió que al momento tampoco se permite funcionar como un restaurante anclado en el muelle.
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Leer más“No creo que sea con dedicatoria, quizá creen que cuatro días de navegación de estos barcos no tendría problema, pero un accidente puede pasar en cualquier momento. Por eso pido que analicen una vez más la situación, otras veces hasta me invitaban a ser parte de la ruta. Ahora, nada”, enfatizó.
“Por primera vez en los 20 años que tengo navegando no me han invitado. Espero algún momento poderme juntar con el gerente de la Aerovía para poder explicar técnicamente la situación y poder volver a navegar. dijo Llanas.
Es un contrasentido que sí puedan operar buques más grandes y el Morgan no. Un accidente puede pasar en cualquier momento.
A decir de Gallardo, son la Armada Nacional y la Aerovía las entidades a cargo de dar luz verde a los barcos que participarán de la actividad. EXPRESO buscó a los directivos de ambas, además de la ATM, pero esta última dijo no tener competencia. Que ellos solo sugieren qué hacer para evitar futuros accidentes, dijeron en una escueta respuesta. Que es la Dirnea (Dirección Nacional de Espacios Acuáticos) quien tiene la última palabra, indicó; pero al buscar una contestación que ponga fin a la interrogante, no se halló más que silencio. Que en un reportaje anterior ya habían indicado que el Morgan sí cuenta con los permisos de navegación otorgados por la Armada Nacional, señalaron. ¿Qué pasa entonces ahora? No hubo respuesta.
Y mientras tanto, los que exigen respuestas son los guayaquileños. “Por ser el Morgan parte de nuestra historia, exigimos saber qué está pasando. No tienen lógica las decisiones que se están tomando, como muchas otras en la ciudad. Sigan así y el río no será ya ni un adorno. Sean coherentes con las decisiones. Si es de señalar a alguien, apunto a la Alcaldía. Si había riesgos, por qué construyeron la Aerovía. Otra vez volvemos a la falta de planificación. Lo que pasa en todas las obras: de vía a la costa, con los barrios, con la ciclovía, con los árboles. Qué desastre”, señaló Bartolo Roldán, de La Garzota. “Guayaquil A toda vela es una gran iniciativa, más aún luego de la pandemia. Pero los guayaquileños extrañamos ver a nuestro Morgan funcionar. ¿Dónde está la balanza en sus decisiones?”, dijo al respecto el ciudadano Janner Gómez.