Coronavirus: El cuerpo que se perdió rumbo a la tumba
A los 26 días de haber sido enterrado los restos del que se supone era Jimmy Riviera, el cementerio entrega unas cenizas que no son de él
El cuerpo de Jimmy Rivera se extravió rumbo a la tumba. Un hecho que es diferente a los mostrados en Guayaquil, donde hay decenas de familiares investigando dónde están los cuerpos de los pacientes que se perdieron en la morgue de un hospital del Puerto Principal, durante esta crisis generada por el coronavirus. "El caso muestra que ninguna instancia estuvo lista para atender el creciente número de contagiados en Guayaquil. Ahora solo pido la ayuda de las autoridades para resolver el misterio de lo que pasó en el trayecto del hospital al cementerio", dice a EXPRESO María Antonieta Viteri, viuda de Rivera y quien busca el cuerpo de su esposo desde hace casi un mes.
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La historia se desarrolla en el mes en que se registraron más defunciones, en abril (11.376 fallecimientos en Guayas, según el Registro Civil).
Estamos todavia en la edad media!Los caídos por COVID-19, aún con destino incierto https://t.co/xJ9vvHjLbz
— Dr. Roberto Lecaro P (@rlecaro) March 30, 2020
Por esas semanas, como ha publicado este Diario en ediciones anteriores, los hospitales estaban llenos de enfermos por el COVID-19. Por ello Jimmy Agustín Rivera Araúz fue atendido en el hospital del día Dr. Efrén Jurado López, el 29 de marzo. Tres días después, el 1 de abril falleció, entonces se alistó todo para ser enterrado el viernes 3 de abril a las 16:30.
María Antonieta fue acompañada por su hijo Daniel a retirar el cuerpo del hospital y luego lo entregaron al personal del cementerio Jardines de Esperanza.
Al ver que sacaron el cuerpo envuelto en fundas, María Antonieta se desmayó y Daniel solicitó al personal del camposanto que sigan y les dio una propina para que le pasen unas fotos y vídeos para ver el momento del entierro. Las tomas nunca se las pasaron, pero ellos asumieron que el entierro sí se había realizado.
Cuando el dolor del luto estaba en su proceso en los sentimientos de la familia, 26 días después, María Antonieta recibió una llamada de la oficina de administración del cementerio y le dicen que deben acercarse porque había un problema.
La familia Rivera imaginaron que sería algo relacionado a los documentos, pero nunca que era para entregarle las cenizas. “Nunca pagamos la cremación, porque en esos días ya no era una obligación hacerlo y además tampoco lo solicitamos”, señala.
La sorpresa fue que le entregaron cenizas, pero antes de aceptarla exigieron que le confirmen que eran del cuerpo de Jimmy.
”Para poder tener la certeza de que esas cenizas eran de mi esposo llamamos al cardiólogo y dentistas. Los doctores nos dieron dos pistas, se debía encontrar entre las cenizas una válvula de titanio que tenía mi esposo en el corazón y una prótesis de cobalto de su dentadura”, agrega María Antonieta.
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Leer másPero no se encontró nada de ello. " Otra prueba de que esas cenizas no eran de mi esposo, es que lo envolvieron en las fundas vistiendo solo un boxer; y en la ceniza encontramos un botón de un pantalón jean", dice la mujer quien hace una pausa en el relato de la búsqueda del cuerpo para contar que estuvo 45 años casada.
Luego agrega que como familia han hecho investigaciones y así saben que Jimmy fue enterrado el 6 de abril en el lote 9; por lo tanto solicitan al cementerio que se abra esa tumba para confirmar o no la hipótesis de que lo tienen.
María Antonieta relata que la situación la ha puesto nerviosa y recibe atención psicológica. Espera que el cementerio pronto le de una solución. Vía correo electrónico, EXPRESO solicitó información respecto a las medidas que se tomarán, pero hasta la publicación de este reportaje, la contestación no ha llegado.