Coronavirus: Guayaquil en amarillo, pero su gente en verde y rojo
Las dificultades de movilidad, enfermedades catastróficas y otros factores alejan a algunos del inicio de la apertura.
Desde este miércoles 20 de mayo Guayaquil pasa al semáforo amarillo, pero no será acogido por todos. Algunos ciudadanos consideran que fue una medida apresurada por lo que seguirán guardando el aislamiento en casa, mientras que otros señalan que con la disposición solo se formaliza lo que se venía realizando desde hace días.
La ATM reanuda la revisión técnica vehicular desde este 20 de mayo
Leer másPor ejemplo, Aracely Álava, moradora del barrio Orellana, asegura que el cambio del color debió esperar más tiempo, al menos hasta que las autoridades redoblen los análisis para conocer cuántas camas, médicos y medicinas puedan necesitar en el caso de que se registre un rebrote de contagios en la ciudad.
Es imposible trabajar porque no dejan abrir los locales en la bahía. Tenemos que improvisar con mesas, tablas o bancos. Necesitamos un poco de estabilidad, si Dios quiere esperamos abrir con el semáforo amarillo. Esperemos que así sea.
El temor ha calado en algunos ciudadanos más hondo y más allá de los indicadores oficiales de reapertura controlada. “En mi casa vivimos adultos mayores, por eso no podemos exponernos, igualmente aconsejaré a que mi familia procure salir de casa”, comenta Álava.
Mañana Guayaquil pasará a semáforo amarillo. Sería oportuno que en vez de quejarnos de eso y decir "ya ahora sí viene la segunda ola" mejor CADA UNO tomar sus propias acciones. Mascarilla y distancia social. Cada quién hágase responsable de sí mismo.Eso también es hacer sociedad.
— David Aguirre (@davidaguirre1) May 19, 2020
En cambio, Erika García y Fernando Mancero, residentes de la ciudadela Guangala y barrio del Centenario, respectivamente, concuerdan en que en términos generales es una medida “esperanzadora”.
Mancero está consciente de que el virus todavía está presente en la ciudad y por eso muchos prefieren seguir en el confinamiento, pero recalca que la sociedad guayaquileña es económicamente no desarrollada y la mayoría de la población sobrevive con el día a día.
“Había que hacer un balance entre el encierro y el comercio. Tomo con cautela e ilusión el cambio del semáforo, pero asimismo, es necesario que se cumplan con rigurosidad las decisiones porque si no, podríamos retroceder y caer en el descrédito”, concluye.
La atención en la Ventanilla Universal Municipal se reanuda al público, a partir de este miércoles 20 de mayo, desde las 10h30 a 15h00. pic.twitter.com/gK4k3dodnN
— Alcaldía Guayaquil (@alcaldiagye) May 19, 2020
Un comentario similar expresa Cecilia Parrales, residente de la urbanización Colinas del Sol. Cree que Guayaquil no está preparada para este cambio porque “todavía se ve el irrespeto en las calles y espacios públicos.
La gente sale como si no pasara nada y todavía hay miles de casos”. Por esta situación, ella junto a su familia han decidido seguir en rojo y esperarán desde casa los resultados que arrojen los primeros días de la norma. “Esperemos que sean favorables y que no perjudiquen”, acota.
No estoy de acuerdo en que nos pongamos en amarillo. En mi casa no saldremos porque somos vulnerables y aconsejo a mi familia que tampoco lo haga.
Coronavirus: la terminal terrestre de Guayaquil seguirá cerrada para buses
Leer másOtra preocupación que comparten diferentes usuarios atañe al transporte. Si bien el 70 % de la masa laboral se moviliza en los buses urbanos, distribuidos ahora en 55 rutas, para Jaime Ochoa, habitante del centro de la urbe, el cambio de color puede originar un aumento de la capacidad permitida -30 %- y que se repetan las kilométricas filas de personas a la espera de una unidad. “Los articulados Metrovía en rojo iban llenos... Ahora en amarillo no quiero ni pensarlo”, se queja.