Coronavirus: Los productos escasean en los mercados

Eduardo Pérez llegó ayer  a las 09:30 al mercado de Sauces 9 en el norte de Guayaquil, para comprar la remesa de la semana. Llevaba, en una hoja de cuaderno, la lista de productos por adquirir. Se formó en la columna que aglomeraba a unas 70 personas, recordó, y esperó por una hora, para poder entrar al mercado de víveres, aseguró.

“Esperé tanto para no encontrar el 60% de los productos que iba a comprar”, lamentó mientras salía apenas con dos fundas en sus manos.

Como él, decenas de compradores salían decepcionados de ese y otros mercados de la ciudad. Así lo comprobó EXPRESO en un recorrido. Los clientes no encontraron la mayoría de los productos que requerían y añadieron que otros estaban muy caros.

“¿Cómo es posible que vendan tres tomates por un dólar? Entendemos que están escasos, pero los precios están muy elevados”, se quejó Petita Escalante, habitante de la ciudadela Sauces 6, quien también salió del mercado preocupada porque la falta de verduras cambiaría su menú de la semana.

En las afueras de ese centro de abastos varios vendedores informales, ofrecían limones, manzanas, hierbita, huevos y otros productos que los ciudadanos no hallaban en el mercado formal. Clientes como Eduardo y Petita se veían obligados hacer una parada en las veredas para completar sus compras.

Decían que faltaba, huevos, tomate de árbol, cebolla, tomates, pimientos, naranjillas, maracuyá y carnes. Pollo, solo había, en dos locales.

“Lo único que había de la lista que yo iba a comprar eran verdes y maduros. Tendré que ir a las tienditas a ver qué más puedo conseguir”, contó Griselda Piguave.

En el mercado de víveres, situado en la ciudadela Sauces 4, la situación era similar. Y por ser un centro de abastos más pequeño, quizá era peor. La mayoría de locales estaban cerrados y los pocos que atendían tenían una alta demanda de clientes.

A las 10:30, solo en una tienda había cebolla, pimiento, papá y pero ya se había acabado el tomate y la fila de clientes pasaba de las 30 personas.

“Viene a comprar todo tipo de carnes pero ya no alcancé ni carne ni pollo, solo llevaré mariscos”, detalló Karen, una ama de casa quien lamentó además, el no poder adquirir los productos necesarios para la dieta de su padre.

En los últimos tres días, este Diario ha sido testigo de que la venta ambulante en las esquinas y semáforos (de verduras y frutas) ha incrementado, y cada vez tiene más acogida. Esto, porque muchos ciudadanos prefieren evitarse las colas de los mercados que se desabastecen rápido o porque no hayan en los centros de abastos lo que necesitan.