Coronavirus: La reactivación en pausa por prevención

Mañana 11 de mayo, los 221 cantones que integran el país cumplen una semana de haber iniciado la etapa de distanciamiento social; que significó reactivar apenas ciertos sectores o proyectos, ligados en su mayoría a la construcción, pero manteniendo aún el semáforo en rojo en sus zonas. La tarde del pasado viernes un anuncio emitido por la Alcaldía de Daule llamó la atención. El 12 de mayo pasará del semáforo rojo al amarillo, convirtiéndose así en el primer cantón del Guayas en aliviar las medidas.

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Según lo establecido por el COE nacional esto implica, entre otras disposiciones, que allí se reduce el toque de queda de 18:00 a 5:00 del día siguiente; que se incrementa la circulación vehicular a dos días por semana según el último dígito; y que se autoriza la atención de consulta externa de todas las especialidades médicas y el transporte urbano e interparroquial, pero con una ocupación de máximo el 30 %.

En otros cantones de la provincia, la más golpeada por el coronavirus en el país, no hay indicios de dar todavía ese paso. En Guayaquil, como lo publicó EXPRESO, las condiciones no cambiarán hasta por lo menos el 24 de mayo, cuando la mesa técnica del Comité de Operaciones Emergentes (COE) tenga el resultado de un segundo muestreo y se reúna con representantes del sector productivo para buscar la mejor forma de ir reactivando la productividad en la ciudad.

En Milagro y Playas la situación será la misma. A decir de los alcaldes de ambos cantones, no habrá cambio de semaforización hasta que el panorama sea más alentador y la comunidad, sobre todo, esté lista para llevar a cabo la fase de distanciamiento de forma prudente.

Francisco Asan, alcalde de Milagro, por ejemplo, aseguró que recién el 25 de mayo podrá decidir si las restricciones cambiarán. “Por ahora, aunque se ha dicho que la curva se está aplanando, los habitantes del cantón siguen en riesgo. Tuvimos un incremento de casi el 300 % de fallecidos y aún no estamos en las cifras que teníamos antes de la pandemia. No nos vamos a arriesgar”, manifestó, al asegurar que en los próximos días se empezará a testear a la población para saber qué porcentaje está infectado.

“En los próximos días nos llegarán 5.000 pruebas de COVID. Allí recién veremos qué pasará. Entiendo que todos quieren trabajar, pero antes debemos preparar a la población. Habrá muchos que piensen que al cambiar de color todo volverá a la normalidad y no es así. Si actuamos mal, todo se nos puede salir de las manos”, advierte, al señalar que se siente “algo preocupado” por la decisión de Daule de levantar la alerta en rojo, sobre todo por la cercanía que entre los cantones existe.

En Playas, donde desde que inició la crisis sanitaria los habitantes han solicitado al Ministerio de Salud Pública la creación a corto plazo de un hospital de primer orden, la semaforización en rojo se mantendrá hasta el 15 de mayo, pero podría extenderse si surge un rebrote o si los centros médicos, como hace semanas, vuelven a colapsarse.

“La crisis no ha terminado y por eso no vamos a volver a la normalidad, ni optaremos aún por la nueva normalidad. Apresurarnos puede hacer que la pandemia gane terreno y las muertes aumenten”. Hoy han parado, reconoce el alcalde Dany Mite.

“Por eso he pedido a la población que nos permita hacer los respectivos cambios cuando en realidad sea conveniente. Para eso estamos haciendo un estudio técnico que será apoyado con las pruebas de coronavirus que la Prefectura dará al cantón para confirmar cuál es nuestra situación”, añade.

En el cantón, admiten los habitantes, se desconoce qué tanto los ha afectado el virus. Las autoridades de Salud y del Gobierno, lamenta la residente Andrea Mero, los han dejado hasta cierto punto abandonados. “Hemos subsistido con un centro de salud y unos cuantos médicos que el Municipio ahí logró poner. Faltó oxígeno, medicinas y ambulancias. Hubo muertos. Ahora todo está más calmado. Aquí logramos subsistir solos”, piensa.

En Samborondón, el segundo cantón con la mayor cantidad de casos de Guayas, explica el alcalde Juan José Yúnez, las medidas se mantendrán asimismo hasta el 18 de mayo. Luego, según los resultados que arrojen las pruebas de COVID que entre esta semana y la otra harán a la población, se determinará si pasan al semáforo amarillo.

“No vamos a adelantarnos”, ratifica. En el cantón los negocios y servicios han empezado a reactivarse bajo la modalidad a domicilio y esperan, a partir de mañana, ver cómo arman el protocolo para que el resto de comercios, entre ellos las ferreterías y lavadoras, lo hagan.

“Con los dueños de estas, nos vamos a reunir para establecer las mejores medidas de bioseguridad. Los controles no terminarán, con el tiempo incluso deberán ser más minuciosos”, advierte Yúnez, quien además hará una solicitud al COE nacional para que les permita que más proyectos ligados al área de la construcción sean aprobados para realizarse. Al momento en la zona han permitido que se reactiven tres.

Respecto al cambio de luz de rojo a amarillo en Daule, Yúnez se limita a decir que incrementará los controles en las zonas de Samborondón que limitan con Daule, para evitar imprevistos.

“Estaremos atentos al número de placa de los vehículos que circulan, de dónde (provienen) y hacia dónde se dirigen y el salvoconducto que presentan los conductores”. Los controles, afirma, aumentarán al máximo para evitar, por diversas circunstancias, un rebrote.