Coronavirus: "Guayaquil tuvo una curva aguda; la de Quito será plana y larga", dice experto
ENTREVISTA: Gabriel Trueba, Director del Doctorado en Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito, USFQ. Es Doctor (PhD) en Microbiología.
CONTEXTO: En abril, el Instituto de Microbiolgía de la Universidad San Francisco de Quito logró secuenciar el genoma completo de una cepa del SARS-CoV-2, estableció que en la capital circulaban al menos tres variantes y que el nuevo coronavirus tuvo múltiples ingresos al país, la mayoría desde Europa. EXPRESO dialogó el viernes pasado con uno de sus principales integrantes sobre el avance de sus investigaciones sobre este virus y cuáles son sus previsiones.
- Solo en la capital ustedes habían identificado hasta el mes pasado tres cepas circulando. ¿Es posible saber cuántas lo están haciendo ahora en el país?
- No, pero deben ser múltiples. Porque póngase a pensar en lo siguiente: cada vez que se infecta una persona, el virus es un poquito diferente del que le transmitió la persona original. Es alta la tasa de mutación de este virus. También depende de cómo le define a cepa. Usualmente se define como cepa cuando tiene ciertas características de comportamiento, fenotipo. Es difícil en este punto decir cuántas cepas o cuántos linajes hay. Yo hablaría más bien de linajes y diría que deben haber más de 50 linajes que están circulando en el país en la actualidad.
- ¿Cuánto tiempo creen ustedes que tardará realmente la ciencia en tener una vacuna?
- Eso es interesante porque justo el gen que se está utilizando para hacer la vacuna es un gen que no ha cambiado mucho. Entonces esas son buenas noticias. Existen como unos 40 proyectos de vacunas. Yo estoy absolutamente seguro de que pronto vamos a tener una y que va a ser efectiva. Se ha hablado mucho de que la vacuna de este coronavirus va a ser un problema, que es posible que esta vacuna no funcione bien, pero realmente se han hecho algunas vacunas de coronavirus para animales y funcionan bastante bien. La tecnología que se está utilizando actualmente es impresionante. Entonces yo estoy seguro de que vamos a tener una vacuna probablemente a final de año. El problema grave va a ser cómo la producimos en gran número. Ese va a ser un desafío.
- ¿A qué se refiere?
- Los países desarrollados empezaran a vacunar a su población. El resto de países debemos empezar a prepararnos para producirla; preparar los laboratorios. Ese va a ser un gran desafío: qué tan rápido podamos adquirir esa tecnología, o simplemente vamos a esperar que nos llegue la vacuna del exterior y eso probablemente pueda tomar otro año. Entonces creo que debe ser una prioridad nacional. El poner a los laboratorios ecuatorianos a punto para recibir esta tecnología. Algunas de las vacunas son complicadas, pero otras son vacunas que sí se las podría hacer aquí.
- Entonces tocará vivir el resto del año dependiendo solo de medidas de bioseguridad. Y sabiendo que el virus seguirá circulando incluso donde ya estuvo, como en Guayaquil.
- Sí, pero yo creo que Guayaquil está acercándose a eso que se conoce como inmunidad de hato, es decir, un alto porcentaje de gente ha tenido contacto con el virus, tiene anticuerpos contra el virus, tiene una respuesta inmune que evita la propagación. Yo no creo que haya un segundo brote de las mismas proporciones a las de marzo en Guayaquil.
- ¿Por qué?
- Suponga usted que son 7.000 muertos, póngase a pensar en una tasa de mortalidad de un 0,5 % o 1 % en los infectados, la cantidad de población que ha estado infectada es importante. Entonces, yo creo que una ciudad como Guayaquil se podría decir que no va a volver a tener mayores problemas con este virus. Me atrevo a decir eso, aunque es necesario mantener las medidas de seguridad porque es muy posible que más de la mitad de la población todavía sea sensible al virus.
- Estimaciones del Municipio de Guayaquil dicen que el 30 % de la población estuvo contagiada.
- Imagínese lo que es 30 %. Es una cantidad importante. Yo pienso que pudo ser un poco más, pero esto no ha ocurrido en ninguna otra parte del mundo, tanta cantidad de infectados. Entonces, yo sí creo que si alguien puede hablar de tener un cierto grado de inmunidad de hato es Guayaquil.
- Tras lo que vivió Guayaquil, Quito se ha estado preparando para una cantidad de contagios similar. ¿Creen que realmente es posible que eso ocurra?
- Yo espero que no y por una sencilla razón: todo el mundo ha visto lo que pasó en Guayaquil, todos estamos consternados por eso. Y observo en la calle a todos con mascarillas, con bastante cuidado. Creo que es muy importante que hasta cierto punto la población tenga este sentimiento de aprensión, porque realmente si uno no ve a esto como un peligro real, uno corre el riesgo de tener un brote como en Guayaquil. Sin embargo, Quito va a tener una subida de casos apenas se empiece a reabrir la economía.
- Todas las ciudades están en el dilema de mantener a la población confinada para protegerla; y a la vez reactivar la economía porque no pueden seguir paralizadas. ¿Es posible hacerlo sin que se disparen los contagios?
- Como usted dice, llega un punto en que se necesita comenzar a reactivar ciertos sectores y tenemos que tratar de hacer lo mejor que podamos. Va a haber una subida de casos, va a haber más mortalidad, desgraciadamente, pero ahí hay una balanza que hay que tomar en cuenta. Lo que se debe hacer es abrir e identificar los casos, identificar los contactos de esos casos; lo que requiere una cantidad de análisis, de laboratorios. Esa es la forma en que lo están haciendo otros países.
-¿Es cierto que hay cepas del virus más agresivas que otras?
- Sí, es posible que haya cepas más agresivas del virus, hay algo de evidencia de esto. Pero no se sabe mucho sobre eso todavía. Hay que hacer un análisis mucho más completo sobre esto. En un inicio se identificó dos linajes, uno con mayor virulencia que otro; ahora se piensa que debe haber muchos linajes con características ligeramente distintas; por ejemplo están apareciendo nuevos síntomas en la población y esto puede deberse a diferencias genéticas en el virus aunque podría haber otras causas.
- ¿Qué otras aristas o aspectos están estudiando en estos momentos, cuáles son los próximos resultados que esperan obtener?
- Existen varias líneas de investigación en este momento. Estamos haciendo diagnóstico molecular de pacientes sospechosos, estamos tratando de desarrollar una herramienta que nos permita saber cómo va moviéndose el virus en Quito. Porque en Quito pienso que vamos a tener el virus por largo tiempo. A diferencia de Guayaquil, que tuvo una curva aguda, pienso que en Quito vamos a tener una curva de casos más plana y larga. En ese sentido, podríamos rastrear esas mutaciones y poder saber cómo se está movilizando el virus en Quito y el resto del Ecuador.
- ¿Afecta a los investigadores el constante cambio de cifras oficiales de contagios y fallecidos, además del subregistro?
- Ese es un problema que tiene todo el mundo. Es muy difícil seguir los datos. Me sorprendió gratamente que el Gobierno haya subido los datos de los fallecidos. Porque si existe un dato difícil de discutir es el de fallecidos, Y se puede ver cómo ese número va cambiando en el tiempo, y se puede inferir el número aproximado de infectados en forma retrospectiva. El número de infectados es difícil saber aún para países que tienen una tasa de pruebas bastante alta.
- Aunque en este caso solo podamos hablar de que fallecieron por Covid-19 como presunción.
- Exactamente.