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Preparación. Los que confeccionan ya están preparando sus atuendos para el próximo evento, en Guayaquil.Amelia Andrade / EXPRESO

Los cosplayers alistan sus trajes para la ComicCon

Los entusiastas de este hobby piden con anticipación sus atuendos por la alta demanda que existe para ir al evento.  Algunos invierten más de $ 2.000 

“Vi a otra persona hacer cosplay, y de ahí nació en mí el deseo por hacerlo”, es la respuesta más común del porqué varias personas comienzan en el costume play (juego de disfraces) que, en el próximo mes, agrupa a sus fanáticos en la ComicCon, Ecuador.

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Un hobby que no solo consiste en vestirse en un personaje de historietas, videojuegos, entre otros. Rebecca Carriel, quien lleva seis años formando parte de esta comunidad en crecimiento, explica que el vestuario y actuar como un personaje es lo que lo vuelve distinto de solo disfrazarse.

“No porque me disfrace bonito quiere decir que ya hice cosplay (...), porque cualquiera se puede poner el atuendo y ahí termina. Debes darle vida a través de ti, de quien te has vestido”, sostiene la cosplayer.

Por esa afición, Rebeca ha sido invitada a varias convenciones como la ComicCon, Budokan, Saikou y otras ferias a nivel nacional, ya sea como cosplayer o como jurado para concursos de esa actividad.

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El vestuario y actuar como un personaje es lo que lo vuelve distinto de solo disfrazarse.Amelia Andrade / EXPRESO

“Participar de esto tampoco es barato, yo tengo mi trabajo y cuando me invitan de jurado u otras cosas, hago dinero extra, Solo mandar a confeccionar uno de mis disfraces, como barato sale en $ 150 y además tarda casi dos meses que lo hagan; ahora para la ComicCon de este año, pienso gastar más o menos $ 600 en tres trajes para los tres días”, desvela.

Cuando me ven en las convenciones y halagan mis trajes y mi personificación, eso me hace feliz. Cuando la gente se te acerca para tomarse fotos contigo, es increíble.

Rebecca Carriel, cosplayer

Ilona Arcos también lleva practicando este pasatiempo desde hace una década. Comenzó a los 15, pero no fue hasta los 18 años que tomó un curso de confección y costura para realizar sus propios diseños.

Al inicio era aterrador hablar y actuar frente a los demás, pero poco a poco me desenvolvía más, y cuando me di cuenta, lo hacía sin miedo y vergüenza, todo se siente tan natural ahora.

Julio Minchala, cosplayer
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“Yo comencé desde joven con este hobby y sigo hasta la fecha, no planeo dejarlo, siento que si lo hago ahora, después de hacer más de 70 confecciones, es un desperdicio... Para la ComicCon de este año tengo planeado llevar dos trajes que estoy haciendo, me tomará un mes terminar cada uno, pero estoy segura que los tendré a tiempo”, comenta Arcos. Pese a coser sus trajes, cuenta que igual debe invertir entre las telas y accesorios, que no pasa de 100 dólares.

Yo comencé por los animes y videojuegos que me gustaban de pequeña, Me vestí y tanto me gustó que hice un curso de costura para yo misma poder coser mis propios trajes. 

Ilona Arcos, cosplayer

Julio Minchala, de 30 años, dice que comenzó como fotógrafo para las personas que disfrutan de esta actividad, pero decidió unirse a ellos.

InversiónEl dinero que destinan los aficionados con mayor tiempo en este hobby, entre telas y accesorios, fluctúa entre los 1.000 y 2.000 dólares.

“Al inicio me daba vergüenza, porque también debía actuar como quien estaba disfrazado y yo era muy introvertido, pero esa alegría de que te digan ‘te pareces mucho’ o ‘captaste la esencia’, es increíble”, sostiene Minchala, quien, al igual que el resto también se está preparando para la ComicCon, evento al que ya lo han invitado y lo ha vuelto conocido como cosplayer. Su inversión para la convención quizás no pase de los $ 300, pero esa emoción de representar a un personaje de cómics o superhéroe realmente no tiene precio.

Un negocio detrás de la afición

No solo están aquellos que disfrutan vistiéndose y actuando como un personaje, hay ciudadanos que pueden y han logrado vivir de la confección de trajes, como Sandy Carreño.

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“Cobro entre $100 y $500, todo depende de la complejidad del disfraz y materiales usados, además que cada traje puede tardar uno o dos meses en hacer”, detalla Carreño.

Comenzó haciendo cosplay a los 15, pero este hobby la llevó a estudiar diseño de modas y lucrar de la costura de estos diseños.