La COVID-19 trastoca tradiciones de este mes
La cena con compañeros del trabajo se cancela. Familias viven lutos por el virus. Miedo a contagios frena las reuniones.
A esta fecha el año pasado, casi todas las empresas de Guayaquil habían organizado su reunión de Navidad y pese a que muchos decidieron llevarla a cabo este año, con pandemia y todo, hay quienes prefirieron cancelar la tradición, en nombre de la salud.
“Hay más tráfico que en otras Navidades pese a la COVID-19”
Leer másAsí como el mundo laboral, también el entrañable, de los amigos de siempre, y en el íntimo familiar, se ha optado por preferir no reunirse en estas fechas. O al menos no de forma tradicional.
Sandra Fuentes tiene 32 años y sufre de asma. Cada diciembre de los últimos años ve a sus dos mejores amigas del colegio en un almuerzo, pero ahora no será así.
“La pandemia nos impide el encuentro. Estamos coordinando una reunión virtual, por Zoom, porque no puedo arriesgarme a afectarme por el virus. Es muy peligroso”, cuenta.
El impacto de la pandemia que ha causado la muerte de miles en Guayaquil, epicentro en marzo y abril de la emergencia sanitaria, ha llegado también a cada uno de los hogares de esta urbe y sus zonas aledañas, golpeadas también por el luto en decenas de familias.
La Navidad de los que están incompletos
Leer másCarolina Guadalín cuenta que su abuela, Isabel, era el centro de las reuniones de este mes; pero murió en abril. El golpe de su deceso no quedó allí. Meses después, su hijo mayor, tío de Carolina, también falleció a causa de la COVID-19.
“Nadie compró luces. Nadie puso el árbol. Queremos que ellos, si desde algún lado nos pueden ver, entiendan que los amamos sobre todas las cosas, y que sin ellos no existe motivo para celebrar”, explica.
Igual pasará en casa de Mirna Piguave, en Durán. Su padre murió en pandemia también y este año en lugar de quemar monigote lanzará globos blancos al cielo, en honor a su recuerdo.
Festividades con padres divorciados ¿cómo manejarlo?
Leer másHay muchas familias de Guayaquil que tienen la costumbre de hacer una reunión numerosa para Nochebuena. Es el caso de David Guerrero, quien confiesa que este año no pasará, pero que intentarán conectarse por internet.
Otras, como la de la activista Karla Morales, esperan poder tener una cena tradicional. “Aunque antes nos haremos una prueba”, contó a EXPRESO en su casa, donde ya espera la mesa lista.
El arquitecto Alfonso Saltos reflexiona. “Este año nos enseñó que las rencillas, resentimientos, enojos y corajes están sobrevalorados. Debemos ser conscientes de que el mundo puede cambiar de un momento a otro. Hay que vivir más ligero”.