Críticas y expropiaciones: el futuro incierto de la solución vial de la Tanca Marengo

La tan esperada solución vial de la avenida Juan Tanca Marengo en Guayaquil, que finalmente abrió al tráfico en febrero de 2025, continúa siendo objeto de críticas debido a su diseño y ubicación. Desde el inicio de su construcción, tanto ciudadanos como especialistas en planificación urbana advirtieron que la obra no era la más adecuada para aliviar los embotellamientos diarios que afectan a la ciudad. Las críticas apuntaron a que, en lugar de descongestionar el tráfico, la adición de más infraestructura podría empeorar la situación.

Defensa y explicaciones del alcalde

El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, defendió la obra el pasado 12 de febrero, reconociendo que la solución vial no fue entregada en el tiempo originalmente previsto, ya que el proyecto debía haberse culminado en octubre de 2022. Sin embargo, destacó que, a pesar de los retrasos, el puente está operativo y que solo faltan detalles menores como áreas verdes y piletas. En su defensa, Álvarez también señaló que el diseño de la obra fue producto de la administración anterior y que su equipo debía decidir si derribarla o terminarla.

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Admisión de problemas y medidas futuras

No obstante, el 26 de febrero, el alcalde fue más allá y abordó un tema crucial: la posibilidad de expropiar propiedades en un tramo de la avenida para poder ampliar la vía y corregir lo que consideró un "cuello de botella". Álvarez reconoció que, aunque la obra fue inaugurada recientemente, el diseño no es el óptimo y, por ello, se ven obligados a replantear la zona. Aseguró que probablemente se requerirán expropiaciones para mejorar la circulación y solucionar los problemas que persisten.

"El puente de la Juan Tanca Marengo debió estar inaugurado hace años, estuvo abandonado casi cuatro. Finalmente lo inauguramos, pero la realidad es que su diseño no es el óptimo. Si usted pasa por ahí, verá el cuello de botella que se genera. Eso nos obliga a replantear la zona. Muy probablemente tendremos que expropiar ciertos bienes para ampliar la vía y corregir este problema", afirmó Álvarez, quien añadió que la administración actual había heredado una obra con un 30% de avance y que no podían destruirla debido a las obligaciones con la Contraloría.

Historial y prórrogas del proyecto

El proyecto, que comenzó en diciembre de 2021, ha sufrido varias prórrogas. Inicialmente, se esperaba que la obra se completara en 18 meses, pero su entrega se postergó varias veces. Durante la administración de la exalcaldesa Cynthia Viteri, se anunció que el puente estaría listo a finales de 2022. Sin embargo, debido a retrasos con la contratista, la apertura no fue posible hasta la gestión de Álvarez, quien luego estableció nuevas fechas de inauguración, finalmente cumpliéndose entre enero y febrero de 2025.

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Con el puente ya en funcionamiento, el alcalde ha reconocido que la solución vial no es suficiente para resolver los problemas de congestión en la ciudad, y su propuesta de expropiaciones refleja la necesidad de una revisión más profunda del diseño para lograr una mejora real en la movilidad de Guayaquil. Una deuda aún pendiente en el Puerto Principal. 

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