En cuarentena, pero felices y con la familia más unida
La emergencia por el coronavirus y el encierro han fortalecido los lazos. Hay preocupación, pero consuelo.
La cuarentena afianza los lazos de las familias guayaquileñas. Ven juntos la televisión, juegan y cenan todos en la mesa. Un refrán dice: “No hay mal que por bien no venga”, y este es un caso de aquello.
La cuarentena por el coronavirus en Guayaquil ha puesto, ya por cinco días, en aislamiento en casa a los 2,6 millones de habitantes que tiene la ciudad, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), por supuesto restando los casos excepcionales de quienes deben salir por trabajo, como médicos y autoridades.
Fuerzas Armadas investigan autenticidad de videos de maltratos
Leer másEl encierro, sin embargo, está dejando marcas positivas. Los más de 12.000 hogares (cifra entre matrimonios y uniones libres del Registro Civil) se han ‘encerrado’ para evitar la propagación del COVID-19, pero también han intensificado sus lazos.
En su mayoría, las ciudadelas y barrios lucen desolados, como un pueblo fantasma. Hay nerviosismo en el interior de las casas, pero con él se afianza y se fortalece el amor familiar. Así lo comprobó EXPRESO en un recorrido por varios sectores de la urbe y luego de hablar con varias familias.
“Sí, permanecemos en cuarentena, preocupados, pero también felices, porque hace tiempo que no compartíamos tanto tiempo juntos”, dice José Arias, de 69 años, mientras los demás miembros de su familia se dejan ver a través de las rejas de la ventana del segundo piso de su casa, situada en la ciudadela Sauces 8, al norte. “Hasta hacemos karaoke”, le sigue su hija Tatiana Arias, quien se asoma por otra ventada y lanza una carcajada.
Hay ocho personas en la casa de Ramón Arias: él, su esposa y sus seis hijos, y desde hace muchos años, por trabajos de cada uno, no habían podido compartir un desayuno, almuerzo o cena juntos. “Siempre faltaba alguien. Ahora todos estamos juntos, leemos la Biblia y hasta jugamos cuando ya hemos hecho los quehaceres domésticos”, narra el padre de familia.
En la casa de al lado, Cecilia Corral, docente de un instituto, su esposo, sus dos padres adultos mayores y sus dos hijos tienen una rutina similar. “Parece increíble, pero este tiempo del coronavirus nos ha obligado a estar unidos y nuestro núcleo familiar se ha fortalecido. Ahora charlo más con mis papás, los escucho más, ellos se sienten más felices y yo también. Pasa igual con mi esposo e hijos”, cuenta ella, mientras se acomodan todos juntos en el mismo sofá, para ver la televisión, “como hace años, cuando era niña”, recuerda.
Sonnenholzner: "No tenemos cómo saber con exactitud cuántos pudieran estar contagiados"
Leer másPese a que en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, donde inició el brote de la enfermedad, en las últimas semanas más de 300 parejas han solicitado la separación tras calurosas discusiones en medio del aislamiento, en Guayaquil al parecer funciona al contrario. El virus enfatiza el romance y la unión.
Denisse Olvera, una joven mujer quien vive con su esposo y su pequeña de dos años, en la ciudadela Mucho Lote 1, lo ve de esta manera: “Mi esposo hace teletrabajo desde casa y está más pendiente de nosotras. Por tener que protegernos del virus, nos cuidamos mucho más uno al otro y estamos más unidos”.
En el hogar de Lorena Castro, situado en el sector de Mapasingue, sucede lo mismo. “Apenas me convertí en mamá y esposa. Y por esta emergencia, con mi esposo compartimos la cocina y hasta limpiamos juntos. Lo valoro más a él y tengo mucho tiempo para pasar con mi bebé”, comenta sonriendo.
“Aprovechemos el tiempo”
La especialista Lorena Cuadrado, psicóloga familiar y docente de la Universidad Espíritu Santo, explica que el fenómeno de divorcios en tiempos de cuarentena en China, se da porque esa sociedad ha sido una de las más golpeadas por el coronavirus. Lo que ha afectado la convivencia de las parejas que se ven obligadas a pasar mucho tiempo juntas. Cuadrado llama a evitar en Guayaquil ese fenómeno.
Coronavirus en Ecuador: Los casos positivos aumentan a 1.382
Leer másEl panorama en la ciudad es distinto, dice, tal como lo corroboró EXPRESO en su recorrido. Sin embargo, el Puerto Principal, a medida que aumenten los días de aislamiento, no está exento de repetir este lamentable suceso. Por eso la terapeuta da recomendaciones para evitar conflictos en los hogares en medio de la cuarentena.
“Este es un memento preciso para volver a conocer a la pareja que por años o meses ha estado un poco distanciada, bien por falta de tiempo y de afecto. Es el momento de conocer más al otro e ir aceptando las diferencias no solo del esposa o esposo, sino también de los hijos que porque son adolescentes tienen comportamientos propios de la adolescencia”, detalla.
Recomienda además de que hay que concentrarse en lo positivo de las personas para evitar discusiones. Solo así, en el interior de sus casas, las familias lograrán ver lo positivo del momento crítico por el que pasa el país.
“Aprovechemos el tiempo en familia que siempre buscamos y que hasta ahora se ha podido dar. Y disfrutémoslo, no lo malgastemos en discusiones”, llama a la reflexión.