El ‘cumplimiento’ municipal es casa adentro y queda debiendo
Pregona que obtuvo calificación positiva en torno a la Ley de Transferencia y Acceso a la Información, pero no responde a EXPRESO. Piden más claridad
Que cumple a cabalidad con la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública (Lotaip) y que es una práctica recurrente de la administración municipal. Así es como el Municipio, con Cynthia Viteri a la cabeza, dice que es transparente luego de obtener calificación positiva de un informe de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, una nota de 16/16, y que también lo corrobora la Defensoría del Pueblo.
La tala que todavía aguarda respuesta en Guayaquil
Leer másSin embargo, cuando Diario EXPRESO le ha consultado por artículos, así sea comunitarios o los concernientes a proyectos de mayor alcance, la entidad, en diferentes casos, prefiere guardar silencio. Entre los casos más recientes destacan el de las irregularidades en torno a las vallas publicitarias, por qué algunas puertas de parques de la urbe permanecen encadenadas o por qué se ha saturado tanto la vía a la costa con pancartas de la Alcaldía y de la ATM.
El artículo 219 del Código de la Democracia es recomendar o insistir que las autoridades locales no puedan utilizar los fondos públicos para publicidad, peor en un proceso preelectoral
Para la directora de Corporación Participación Ciudadana, Ruth Hidalgo, hay que hacer una separación de ambos escenarios, aunque remarca que los Municipios deben tener cuidado en el uso del proselitismo político, refiriéndose al caso de los avisos, en los que está plasmada la figura de la alcaldesa.
“Sobre la propaganda oficial, eso tiene que ver con recursos públicos, y la Alcaldía tiene que cuidar que cumpla lo que establece el artículo 115 y 219 del Código de la Democracia que, por ejemplo, prohíbe la exposición y la promoción de nombres de las autoridades en obras”, argumenta a este rotativo la también decana de Ciencias Políticas de la Universidad de las Américas (UDLA).
Otra denuncia de tala de árboles indigna a Samanes 1
Leer másEl director ejecutivo de Fundamedios, César Ricaurte, también tiene claro el panorama. Precisa que el derecho del Acceso a la Información Pública tiene dos partes; uno de ellos es el que concierne a la transparencia activa, que es la información que una entidad pública está obligada a poner a disposición del público y que, generalmente, las calificaciones se miden por el grado de cumplimiento de las páginas web. “Muchas instituciones lo cumplen y, por lo tanto, aparecen en los ranking con buenas calificaciones”, acota.
Pero la segunda parte atañe a lo que se conoce como “transparencia pasiva”, que es aquella información que los ciudadanos solicitan a una institución pública y que esta está obligada a entregar. Y aquí el escenario cambia.
Para Ricaurte, estos cumplimientos son “bastantes pobres” y que, frecuentemente, no cumplen con la entrega de la información a los ciudadanos. “Y menos a los periodistas. Muchas veces el ser periodista es una dificultad adicional en la entrega de información; se oculta información sensible sobre contratos, que puede ser de alguna forma comprometedora para ciertos funcionarios o instituciones, eso es un incumplimiento”, puntualiza.
Es una ausencia total de transparencia, por ejemplo, el Municipio hace una asamblea ciudadana para aprobar el presupuesto, pero ni siquiera el borrador lo entrega a la gente que va
Además de la falta de respuestas, también es evidente el desconocimiento de precios de algunas polémicas acciones llevadas a cabo en diferentes sectores de la urbe. En diciembre anterior, hubo la inquietud del costo del pintado de postes y tachos de basura en la ciudadela Urdesa Central, y en el que este Diario solicitó una entrevista con Viteri, el vicealcalde Josué Sánchez o con el director municipal de Obras Públicas, pero eso no fue posible.
El descontento por la falta de atención corroe a Miraflores
Leer másLo mismo ocurrió sobre el pedido de información en torno a una valla, ubicada en un predio privado en el ingreso a la parroquia Chongón, que tiene una publicidad municipal y que está clausurada; así como cuál es el control que tiene, y ha hecho, el Cabildo con respecto a las vallas publicitarias que se levantan a lo largo de la vía hasta Cerecita, y donde algunas no tienen el nombre de las empresas publicitarias.
Ciudadanos consultados en este artículo aseguran que el Cabildo, asimismo, no es transparente cuando se trata de las acciones ejecutadas en sus comunidades. Así opina Joffre Lupera, biólogo y habitante de la ciudadela Samanes 1, quien aún aguarda el informe técnico en torno a la poda de los árboles en su sector, los frondosos samanes que estaban en el parterre central de la avenida Francisco Rizzo y los de una área verde de la zona.
“Queremos que lo socialicen, porque están hablando de ética y socialización y, al menos en mi sector y mi parque, no hicieron nada; y, sobre las vallas, obstruyen la visibilidad y no son bien vistas”, se lamenta el ciudadano.
César Cárdenas, coordinador del Observatorio Ciudadano de los Servicios Públicos, también se queja de la reserva de información en las que, enfatiza, algunos organismos o funcionarios “protegen sus operaciones”.
Apena ver cómo se despilfarra el dinero de nuestros impuestos en publicitar obras ofrecidas hace tres años en campaña. Urge inversión en temas de seguridad y movilidad
“En la práctica, en los municipios es una ausencia de la transparencia. Nadie cuestiona, nadie critica y lo mismo pasa en las rendiciones de cuentas”, manifiesta Cárdenas.