La cuna de Guayaquil no brilla
Las Peñas se quedó sin guardianía. Llueven las quejas por robos y consumo de drogas. Los residentes reclaman un plan integral
Desamparo. Dos hombres caminan por la empedrada calle Numa Pompilio Llona, en el barrio Las Peñas, y a plena luz del día asaltan con un cuchillo a una mujer que va con una niña. En una madrugada, un tráiler entra fácilmente a la estrecha vía y ocasiona daños en un cerramiento privado; mientras que, en otra noche, un grupo de jóvenes es retirado del sitio turístico por estar consumiendo drogas.
Estas son las escenas que más alarma causaron en el emblemático barrio porteño y que se suscitaron en menos de una semana, y que son los efectos de la falta de guardianía en este punto, donde nació Guayaquil. Los residentes aledaños se lamentan de este escenario, ya que, afirman, el servicio de seguridad privada que brindaba el Municipio se esfumó del lugar hace unas dos semanas. El contrato se acabó.
Arturo Zea vive al pie de la Numa Pompilio y, así como lo dio a conocer EXPRESO, quedó consternado cuando el pesado vehículo ingresó a la estrecha calle y dañó las baldosas de su predio. No encontró a un guardia que lo asista y el hecho quedó grabado en su cámara de vigilancia, la misma que capturó el asalto a la mujer.
Un tráiler entró a la Numa Pompilio y dejó daños en el cerramiento de un inmueble
Leer másEl residente lamenta que Las Peñas esté desprotegida. Que no se resuelva el tema de la guardianía, ya que los perjudicados no solo son los habitantes del lugar, sino también los turistas, quienes han regresado a visitar al barrio, ya sea para apreciar las galerías de arte o tomar una cerveza y comer piqueos en los restobares que encienden las noches.
“No hay guardianía. Es una pena que suceda esto, por lo que nos hemos organizado con algunos vecinos para pagar a personal de seguridad, pero no es suficiente. Esperamos una solución urgente para no tener más estos hechos”, argumenta Zea, dueño del desaparecido Artur’s Café, y quien ha tenido que reforzar su cerramiento, ya que, denuncia, se ha convertido en un urinario público.
Xavier Álvarez, gerente de la Fundación Siglo XXI, reconoció a este rotativo que solo está permitido que ingresen los vehículos de las personas que tienen su domicilio en esta calle, por lo que los moradores cuestionan que no se establezca un control al ingreso de la Numa, como antes sí lo había.
Sobre el tema de seguridad, el funcionario detalló que ya se encuentra adjudicado el contrato para el servicio de guardianía en este sector, que incluye a las escalinatas del cerro Santa Ana. ¿Cuándo iniciará su ejecución? En un mes máximo y se distribuirán a los guardias respectivamente en las zonas regeneradas, aseguró Álvarez, al recordar que personal de la Policía Metropolitana apoya a la Policía Nacional.
EXPRESO realizó un recorrido por el sitio y comprobó que agentes de la policía ejecutan rondas, sobre todo en la parte baja del cerro, por lo que la ciudadanía espera un plan integral para atender a todo el sector. Así lo detalla Gabriela Hidalgo, quien visitó el barrio junto con un grupo de amigos.
“Se ven policías, pero hay tramos oscuros que uno no sabe si alguien esté escondido; antes habían guardias en puntos determinados. ¿Por qué en el puerto Santa Ana sí hay guardias y acá no?”, cuestiona la quiteña.
Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo, señaló desconocer cómo se distribuirá al personal de seguridad para resguardar el punto turístico. Detalla que la policía turística no es suficiente, por lo que propone que los otros gendarmes deben dar el respaldo necesario.
“También deben actuar los metropolitanos, allí habría el éxito esperado. Son los tesoros de Guayaquil y hay que cuidarlos porque ha vuelto ese turismo agresivo a los atractivos con los que cuenta la ciudad”, dijo.
Cynthia Viteri: “Esta ciudad, señor presidente, necesita más policías”
Leer másCon esto, Muñetón prevé que el Puerto Principal tendrá un centro con un circuito turístico que obligará al turista quedarse al menos por dos días. “El tiempo de estadía es 1,4 y debemos llegar al 2 o 2,3, esto se hace teniendo a los turistas distraídos y, por supuesto, que los atractivos sean seguros”.
Otra de las preocupaciones es el robo de accesorios de vehículos que se estacionan en la Numa Pompilio y calles aledañas. Los moradores confirmaron que los callejones sirven como punto de escape de los delincuentes, por lo que esperan que se agilice la llegada de los agentes de seguridad. Las Peñas espera recobrar su brillo.