Coronavirus: En Daule hay voces que se oponen al semáforo amarillo

Es el tercer cantón de la provincia del Guayas con el mayor número de casos de coronavirus (563, cifra oficial), pero quiere saltar la línea roja del confinamiento y prohibición y marcar la diferencia entre sus vecinos, con semáforo amarillo.

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Daule, con 173.000 habitantes, será el primer cantón del Guayas que pasará el martes 12 de mayo a una etapa de mayor flexibilización de movilidad, circulación y atención de 05:00 a 18:00 y con la reapertura de instituciones públicas y privadas de manera presencial, con el 50 % de su personal.

Sin embargo, aunque el color amarillo le abrirá una ventana comercial más grande a esta pequeña ciudad para que su economía respire mejor, a muchos pobladores la decisión les preocupa y les atemoriza.

EXPRESO recorrió las calles de este cantón arrocero del país y escuchó al menos a una veintena de sus moradores. Ninguno estuvo de acuerdo con el cambio del semáforo.

“No está nada bien que tomen esa disposición, cuando muchos habitantes aún no logran reconocer las medidas sanitarias. Hay grupos de familias o madres que salen a comprar sin mascarilla, sin guantes y se aglomeran en un mismo punto”, cuenta Diana Fajarda desde la ciudadela Rumiñahui, donde reside.

“Es una decisión apresurada. Nosotros estamos entre los tres cantones más contaminados. Qué necesidad hay de pasar tan pronto al siguiente semáforo, cuando en otros cantones no se lo ha hecho”, opina Alexandra Burgos, quien ayer vendía flores y regalos para mamá en una esquina del centro.

Ella es comerciante formal y dice que no ha podido trabajar, pero que aun así está en desacuerdo con el COE, pues cree que la decisión podría conllevar a una nueva ola de contagios. “Solo hoy por ser Día de la Madre me atreví a salir”, acota.

La mesa del COE Cantonal, presidida por su alcalde Wilson Cañizares, hizo este anuncio la semana pasada. Él aclaró que la decisión fue tomada por unanimidad de los representantes de las instituciones que conforman la mesa y se hizo después de realizar 1.600 pruebas rápidas a la población, con las que se concluyó que el 35 % había contraído el virus.

Esta medida, como ya lo ha publicado EXPRESO, dejó sorprendidos a sus 24 cantones guayasenses vecinos, que insisten en mantenerse con semáforo rojo, pese a manejar números menores de infectados o, como Guayaquil, obtener un porcentaje más bajo de contagios, con relación a su población, tras un sondeo con pruebas.

Es que el sector comercial, aunque sería el primer beneficiado con la decisión, también puede ser, como hasta ahora lo es, uno de los más perjudicados. Porque no hay protocolos a seguir, o al menos no los han socializado con los comerciantes. Así lo dice Flavio Barzona, presidente del gremio de comerciantes del mercado Santa Clara, el principal de la ciudad, que acoge a 60 asociados.

“Nosotros podríamos vender más pero no estamos preparados para ese cambio. Se pueden enfermar los trabajadores que no se han enfermado”, argumenta.

Él, quien se recuperó de la tos y la fiebre, sostiene además que el 70 % de los socios y empleados del gremio se contagiaron y algunos aún no se recuperan.

“Tomaron esa decisión sin tomarnos en cuenta a nosotros, los del sector comercial. Cuando inició la COVID-19 llegaron a darnos una mascarilla a cada uno y nunca vinieron de nuevo, ni hicieron un llamado a reunión para ver cómo trabajar de ahora en adelante”, dice Sixto Alemán, otro agremiado.

Lo mismo piensa Pedro Herrera, quien es el secretario de la Asociación Virgen del Carmen, gremio de comerciantes de mariscos. “Nosotros rechazamos el amarillo. Primero deberían solucionarnos algunos problemas. Por ejemplo en la plaza, donde trabajamos, hace seis meses nos cortaron el agua y aún no tenemos, algo necesario ahora en la pandemia”, indica.

A este gremio lo forman 30 trabajadores, quienes, asegura Herrera, han insistido sin éxito en que les donen pruebas rápidas y provisiones para laborar con mayor seguridad a partir de mañana.

Este Diario intentó, a través de llamadas, comunicarse con el alcalde de Daule, pero no hubo respuesta. Quien sí respondió fue la Gobernación del Guayas, que insistió en que los cantones que se acojan a los cambios deben cumplir y hacer cumplir los protocolos que establece el COE Nacional, en cada color. Además hizo hincapié en que el semáforo amarillo implica más corresponsabilidad ciudadana.