El delito obliga a otro barrio a enrejarse
El turno llegó a Urdenor 2. Algunas cuadras aplican ya la medida
“Ya no hay lugar seguro, ni siquiera en los exteriores de tu casa. Por eso decidimos encerrarnos”, dice a EXPRESO Carlos Candell, morador de Urdenor 2 que reconoce sentirse más seguro desde que, junto con algunos vecinos colocaron rejas en el ingreso a la cuadra de su residencia; de la misma forma que lo han hecho la mayoría de ciudadelas y barrios guayaquileños, tras los delitos reportados el último año en la ciudad.
“Entre enero y abril hubo demasiados robos, especialmente en motos y ante esto decidimos unirnos para poder colocara las rejas. Es lo único que nos queda, ya no sabemos qué más hacer, cómo actuar, a quién pedir ayuda...”, detalló Candell, que confesó que inicialmente la idea no le agradó.
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Leer más“Al inicio me oponía, pero un día le robaron a una sobrina y entendí que no podíamos seguir así. Que debíamos quitarnos aún más la libertad por el bien de todos”, relató el ciudadano.
Pese a que no todas las cuadras de Urdenor 2 están cerradas, las que aún no lo hacen ya están planificando dar ese paso, que es la última opción que tenían en la lista, a fin de no perder esa vida en comunidad.
“La violencia nos está obligando a elegir entre ser asesinados o heridos por los delincuentes, o perder ese autonomía para ir y venir o recorrer el barrio. Ambas opciones son tristes, injustas. No merecemos vivir así, esa es la realidad. Sin embargo toca. Y me duele”, indicó Caridad Ocejo, residente.